Créditos bancarios para emprender: cuándo tomarlos y qué tener en cuenta

Ilustración: Álex Toledo.

Financiar el negocio a través de créditos puede ser una alternativa para invertir y buscar un crecimiento. Sin embargo, hay que tener ciertas consideraciones, como pedirlos a largo plazo y tener certeza de poder pagarlos. Estos son algunos consejos de un experto y las coordenadas para acceder a ellos.


¿Es una alternativa para partir?: Una de las partes vitales de cualquier negocio es el financiamiento. Por eso, al momento de iniciar uno hay que barajar alternativas y escoger la mejor para que con el tiempo no se vuelva un dolor de cabeza.

Una de estas opciones son los créditos bancarios. Sin embargo, hay que tener algunas consideraciones para evaluar qué tan accesible pueden ser y si resultan una buena oportunidad.

Rodrigo Fuentes, director del diplomado de Emprendimiento y Creación de Empresas de UNegocios de la U. de Chile, plantea de base que normalmente la banca está orientada a las empresas y no a proyectos. “Ahí está la complejidad. Si alguien puede conseguirse un crédito para emprender sería ideal, pero el problema es que la banca normalmente no va a catalogar bien a un emprendedor sin nada: va a pedir registros de IVA, que tenga funcionamiento y trayectoria”, explica.

Por eso, aunque el académico no le cierra las puertas a buscar financiamiento en ese sector, subraya que en la práctica no debiese pensarse como primera opción.

Una de las razones es que muchas veces se termina accediendo a un crédito de consumo personal para poner en marcha el proyecto, precisamente porque tienen garantías que lo respaldan como cliente. “Perfectamente te puedes conseguir un crédito de $15 millones, pero con tasas de un préstamo de consumo, que no es lo mismo que un crédito pensado en un proyecto productivo”, afirma.

Cuándo recurrir a ellos: Cuando el negocio ya está en marcha y estable, la situación cambia, pues los bancos tienen otra valoración. Eso sí, Rodrigo Fuentes subraya que no hay que pensar en créditos cuando el negocio está inestable o al límite. Sin embargo, sí pueden servir para invertir y hacer crecer el proyecto.

“La banca tiende a pedirte seis declaraciones de IVA con movimiento, por lo que cuando llegas a ese umbral puedes acercarte a la banca y conversar. Es el primer hito. Al terminar el primer año operativo, cuando ya hay una declaración de impuestos, doce declaraciones de IVA y puedes mostrar volúmenes de venta, puedes ir a la banca y decirle ‘quiero esto para el año dos, tres y cuatro, porque ya tengo esta historia’. Porque eso es, la banca necesita una historia financiera”, detalla el experto.

Las recomendaciones para seguir: Hay algunas reglas básicas antes de tomar un crédito, como cotizar todas las opciones posibles para poder acceder a la mejor, además de siempre tener en cuenta las tasas de interés que se aplican.

Además de eso, hay otros aspectos que un emprendedor debe tener en consideración. Por ejemplo, buscar un crédito que permita pagarlo a largo plazo. “El proyecto tiene una orientación de largo plazo, entonces lo lógico es endeudarse a tasas asociadas a un largo plazo, me refiero a más de cinco años, porque es distinto asumir un costo financiero con tasas de corto plazo. Eso es un error, a menos que sean destinados a comprar insumos, por ejemplo”, afirma Rodrigo Fuentes, de Unegocios de la U. de Chile.

Lo otro que aconseja es tener clara la capacidad de pago para poder cubrir el crédito. Esto, porque, aunque en la práctica se puede acceder a un crédito, lo primero que se debe preguntar es si tiene los flujos para pagarlo. ¿Y si el crédito era a cinco años y la empresa se hundió al tercero? “El experto subraya que ahí importa la separación de la persona con el emprendimiento. Si se firmó como persona, la deuda la arrastra la persona y no la empresa, mientras que si la insolvencia económica es de la empresa, esta se puede acoger a la quiebra de forma legal y la deuda se puede extinguir o reestructurar. “Si no se puede continuar, se liquida la empresa. Si tenías dos máquinas de un total de $20 millones y una deuda de $50 millones, se liquidan las máquinas y se paga la deuda completa”, resume.

El valor de formalizarse: Aunque no es una obligación, tiene una serie de ventajas. El académico explica que lo más recomendable es crear una empresa –se puede hacer a través de Tu empresa en un día– y así tener un rut separado del personal. “De esa manera se evita cualquier que cualquier problema financiero rebote a nivel personal. Es un resguardo que se debe considerar, separar los dineros del bolsillo familiar del de la empresa”, enfatiza.

Además, agrega que se tiene la ventaja de generar postulaciones y acceso a la banca de forma más expedita. “En 2021 dieron el Bono de Alivio Pyme, que era de un millón de pesos solo por estar formalizado. Entonces con eso también se puede acceder a otros subsidios, que se pueden aplicar a tener una pagina web, tarjeta de visitas y efectos para negociar. Ahora, no estoy diciendo que salgan corriendo a formalizar, pero te va a ayudar a comercializar mejor”, explica.

¿Qué se necesita?: Banco Estado tiene distintas alternativas de créditos dedicadas a emprendedores, como créditos comerciales para capital de trabajo e inversión (con o sin garantías estatales o reales), créditos hipotecarios y fines generales, tarjetas y líneas de crédito. “En este caso, no es necesario que los emprendedores estén formalizados para acceder a esto productos, pues atendemos a clientes formales, semiformales e informales”, introduce Emilio Vélez, gerente general de Banco Estado Microempresas. Para acceder a ellos es necesario ser microempresario, ya sea persona natural o jurídica, que desarrolle una actividad económica independiente con ventas anuales de hasta UF 5.000, tener al menos un año de permanencia en el rubro, ser mayor de 18 años, tener nacionalidad chilena, o extranjera con residencia definitiva.

Para el caso de pequeños empresarios, también hay alternativas de financiamiento, pero el requisito es tener más de dos años de funcionamiento y ventas entre UF 5.000 y UF 70.000.

Dentro del abanico de beneficios, el ejecutivo explica algunos, como la existencia de sucursales del banco con plataformas especializadas en microempresas en todo Chile. “También la forma de pago del financiamiento es a la medida del negocio y según el tipo de actividad económica, por ejemplo, cuotas mensuales o anuales; pago de la primera cuota hasta tres meses después del otorgamiento del financiamiento y la posibilidad de acceder a las garantías estatales para optar a financiamiento Corfo y Fogape o garantías reales de prenda o hipoteca”, detalla.

El monto a los que se puede acceder dependerá de la evaluación comercial del cliente, es decir, el nivel de ingresos, gastos, endeudamiento y capacidad de pago, entre otros.

  • Estos son los documentos básicos para las personas naturales: Cédula de Identidad vigente / pago anual de impuesto a la renta / últimos 12 comprobantes de pago del IVA y/o últimas 12 boletas de honorarios, en el caso de Prestadores de Servicios y Profesionales / iniciación de actividades / resolución sanitaria (si aplica) / patente municipal (si aplica) / certificado de anotaciones vigentes del vehículo (si posee) / pensiones y otros respaldos que acrediten ingresos / comprobante de domicilio (boletas de servicios básicos).
  • Estos son los requisitos en el caso de una persona jurídica: Cédula de identidad de los representantes legales y socios / fotocopia del RUT de la empresa / fotografía reciente de los representantes legales en tamaño carnet / fotocopia de la iniciación de actividades o la consulta de situación tributaria de terceros / copia de la escritura pública de la constitución de la sociedad o de la empresa individual de responsabilidad limitada / copia de la inscripción del extracto de dicha escritura en el registro de comercio, con constancia de sus anotaciones marginales y Certificación de Vigencia otorgado por el Registro de Comercio en los últimos 30 días / copia de la publicación en el Diario Oficial de dicho extracto / últimas dos declaraciones de impuesto a la renta / 24 últimos comprobantes de pago de IVA y/ o 24 últimas boletas de honorarios, en el caso de prestadores de servicios y profesionales / resolución sanitaria (si corresponde) / patente municipal (si corresponde).

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.



La disrupción digital es aquella transformación radical y profunda de los modelos de negocio de una empresa. Es un proceso muy beneficioso, pero no es sencillo. En esta entrevista, Juan José de la Torre, CEO de Raven y especialista en disrupción, explica los fundamentos de este proceso y cómo abordarlo.