SEÑOR DIRECTOR:

De forma inédita, el gobierno presentó un veto supresivo a artículos del proyecto de simplificación regulatoria que él mismo había propuesto. Más allá del contenido técnico, que el ministro Marcel calificó como “marginal”, que se corrijan por esta vía normas de su propia autoría y ya zanjadas en el debate legislativo sienta un mal precedente. Un cambio de posición de este tipo afecta la confianza en la palabra empeñada respecto de los acuerdos alcanzados en el Congreso y, además, siembra dudas sobre la estabilidad de los criterios de la autoridad. En tiempos en que la colaboración entre el Ejecutivo y el Congreso es especialmente difícil, y la incertidumbre abunda para los regulados, este tipo de señales solo dificulta la construcción de acuerdos sostenibles y la entrega de certezas a la ciudadanía.

Simón Pinto F.

Abogado, Libertad y Desarrollo