Ben Olinsky
14 jun 2025 06:00 AM
Con un gran héroe principal y dos “villanos” claros (Florinda Meza y Carlos Villagrán, quienes aparecen con otros nombres), la serie de Chespirito de Max es un viaje a la nostalgia con un buen poco de chisme, pero en una ficción que parece a ratos ser una carta de amor, es en esa nostalgia también hasta donde puede llegar, sin ofrecer mucho más.
La crisis de conducción política no distingue colores. Mientras el oficialismo navega sin estructura, la oposición carece de horizonte común. Sin coherencia ni liderazgos capaces de asumir tensiones internas, Chile corre el riesgo de seguir a la deriva.