Fueron los personajes principales del estallido social de octubre, pero a casi un año de la revuelta están quedando fuera de la conversación pública. Se trata de los jóvenes y adolescentes del país que, sin derecho a voto ni posibilidades de participación en la Convención Constitucional, han tenido que arreglárselas para crear sus propios espacios de discusión y así no quedar ajenos a la contingencia. Los expertos aseguran que incorporarlos en el proceso podría ayudar en la construcción de una democracia más sólida, pero ¿cómo se pueden abrir esos caminos?
Trinidad Rojas y Collage: Tamara García
18 nov 2020 08:12 AM