Sección: Paula
Las joyas tienen la particularidad de perdurar. Objetos pequeños y portables, siempre bien recibidos, especialmente si son originales.
La inspiración de las tres últimas novelas del escritor español Alejandro Palomas ha nacido a partir de su propia familia. A principios de mayo presentó su más reciente obra, Una madre, por primera vez en nuestro país. Coincidentemente, un libro que evoca página tras página a su mamá chilena.
En Río oscuro, la nueva teleserie nocturna de Canal 13, interpreta al malvado Juan Echeverría. El actor dice que los canales de TV lo llaman para hacer de malo porque saben que él se va "al chancho" con los personajes. Fuera de la ficción, Julio Milostich cuenta que su cerebro, su mano y su corazón están a la izquierda. Aunque se considera más chavista que madurista, defiende al gobierno venezolano, critica la intervención internacional y la manera en que los medios de comunicación cubren las noticias sobre ese país.
En este día en que celebramos a todas las madres, las que están, pero también a las que partieron, invitamos a cuatro hijas e hijos que, entre risas, emoción y lágrimas, recordaron a las mujeres que les dieron la vida.
Dar a luz no es la única forma de convertirse en mamá, a veces los hijos llegan por otro camino y con sus propias historias. Ese fue el caso de estas cinco mujeres, que lejos de la imagen de malvadas madrastras de los cuentos heredaron de otros los amores más profundos y honestos de sus vidas.
A menos de un mes de que la selección femenina de fútbol chilena participe por primera vez en un Mundial, María José Rojas, Karen Araya y Yanara Aedo recuerdan el difícil camino recorrido para convertirse en futbolistas profesionales de talla internacionacional, lograr vivir de su pasión y estar a días de cumplir sus sueños de niñas.
Esta sabrosa carne es mucho más fácil de preparar de lo que se cree y, en verdad, queda rica en todo tipo de platos. Sobre una cremosa polenta o en un suculento taco, la mechada se luce con estas recetas de la cocinera María José Palma.
Grande, como una princesa, rodeada de naturaleza, contenta, con anteojos o chasquilla. Tal como son. Invitamos a niñitas entre tres y cinco años a dibujar a sus mamás y que compartieran con nosotras cómo las ven. El resultado no deja de sorprender.
Cuando tenía doce años, Paz Vial y sus cuatro hermanos fueron abandonados por su mamá, quien se fue a vivir a Estados Unidos donde hizo su vida a partir de cero. "Aunque volvió a Chile algunas veces, nunca quiso vernos", dice. A los 23 años Paz fue mamá y se dio cuenta de que nunca podría hacer lo que le habían hecho. Cuando cumplió 52 años, su hija mayor le regaló el manuscrito de una novela que contaba su historia. Leerla fue una oportunidad de revisitar su pasado y darle una especie de cierre a su herida. "Durante mi vida he ido sanando lentamente esta pena, hasta que logré perdonar a mi madre".














