UDP presenta nueva serie documental sobre archivos y colecciones personales de grandes artistas
En seis capítulos, el trabajo dirigido por la cineasta Dominga Sotomayor y el director del Centro para las Humanidades UDP, Manuel Vicuña, se adentra en las trayectorias de artistas como Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento, Paz Errázuriz y Guillermo Deisler, entre otros, a través de sus archivos y colecciones poco exploradas.
“Nos interesa hacer de la investigación una práctica creativa y explorar distintos lenguajes”, asegura Manuel Vicuña, director del Centro para las Humanidades UDP, institución que, desde 2020, viene desarrollando proyectos audiovisuales, multimedia o transmedia que buscan construir archivos sobre la cultura nacional, para responder a las preguntas del presente y ofrecer un abordaje histórico actualizado.
“La vida de las cosas: archivos y coleccionismo” es un nuevo esfuerzo en ese sentido, que además busca responder al deber universitario de contribuir a la esfera pública de la cultura, dirigiéndose a audiencias amplias y heterogéneas. Los seis capítulos que la componen se articulan en torno a dos ejes principales. Por un lado, se adentra en el trabajo y la vida de distintos creadores chilenos, como el poeta y agitador cultural Rodrigo Lira, los cineastas Raúl Ruiz y Valeria Sarmiento, la fotógrafa Paz Errázuriz, y el poeta visual y exponente del arte correo Guillermo Deisler. Por otro, explora el coleccionismo como forma de pasión privada con vocación pública, abierta al disfrute colectivo y a la investigación, deteniéndose en las figuras de Sergio Larraín García-Moreno, fundador del Museo Chileno de Arte Precolombino, y de Pedro Montes, el mayor coleccionista del arte de la neo-vanguardia chilena de los años setenta y ochenta.
“Este proyecto nos ha tomado casi dos años de trabajo interdisciplinar. Lo hemos hecho con gente muy notable que proviene de la fotografía, la literatura, el periodismo cultural, la historia, las artes visuales, la filosofía y la arqueología. El equipo de grabación y montaje lo integraron personas especialistas en el rodaje y producción de documentales”, comenta Vicuña.
El recorrido de La vida de las cosas transita entre el arte y la literatura, convocando a los muertos y escuchando el testimonio polifónico de los vivos. Nunca pierde de vista la materialidad de los objetos: fotografías, películas, diarios de vida, borradores de poemas, cartas, artefactos o libros hechos de basura gráfica. Lejos de agotarse en sus sentidos evidentes, estos objetos revelan una persistente capacidad de fascinar y activar afectos y pensamientos.
El periodista Roberto Careaga trabajó en el capítulo dedicado a Lira y cuenta que conoció parte de los papeles del poeta cuando escribió su biografía “La poesía terminó conmigo” (Ediciones UDP, 2017). “Cuando esos papeles llegaron a Cenfoto UDP volví a verlos y eran muchos más de lo que yo conocía. Es un conjunto que prolifera. Todo crece: hay mil manuscritos, mil fotocopias, mil recortes. No botaba nada: en un sobre guardaba boletas, casi todas de la panadería que estaba en la esquina de su casa. Hay algo obsesivo en guardar todos estos documentos que funciona como el eco de su propia poesía, que se extiende nerviosa y sin descanso. Y como los papeles aún están en un relativo desorden, muestran también la personalidad desestructurada de Lira”, comenta.
El documental “Un diestro manipulador del lenguaje” incluye grabaciones de audios y videos, muestra fotografías, manuscritos de poemas, un rollo de varios metros de largo con una narración inédita, las llaves de su casa, decenas de papeles que recortaba, y su carta de suicidio, que es leída por Careaga. “La carta de suicidio me parece muy importante. No solo por el contenido, sino porque muestra una especie de rendición de Rodrigo: me parece que todos los textos que escribió, incluso los más elementales, están cargados de un aura literaria, una voluntad poética, salvo su carta final. Esa carta es un mensaje muy práctico, hecho de un agobio definitivo en el que la retórica literaria no tiene ningún espacio. Creo es la señal de que Rodrigo se había rendido, pues renuncia a la literatura”.
Los archivos y las colecciones que presenta la serie apuestan por lo perdurable. Se convierten en centros vitales de la memoria y la imaginación, animados por su uso como fuentes de conocimiento, creación y transmisión. Al mismo tiempo, dan forma a una idea de Chile —y también de América— como un archipiélago cultural: una constelación de miradas críticas, prácticas visuales, usos del lenguaje y sensibilidades que dibujan escenas nacionales sin reconocer fronteras fijas.
La serie documental se aloja en el sitio del Centro para las Humanidades UDP, al cual se puede acceder de forma gratuita en el siguiente enlace.
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