El segmento de las deportivas de baja cilindrada tiene una nueva exponente: la Kawasaki Ninja 400, que se caracteriza por una conducción deportiva, liviana y ágil, influenciada por los grandes estandartes de la marca de Akashi.

Su carrocería no tiene nada que envidiar a sus hermanas mayores de la familia Ninja, con líneas angulosas y generosas dimensiones, que se complementan con iluminación LED tanto en los faros delanteros como en el piloto trasero.

Su instrumentación, en tanto, mezcla una gran esfera analógica con una pantalla digital doble, la misma que equipa la Ninja 650 y que incluye toda la información que se puede requerir, hasta el siempre útil indicador de marcha engranada.

Equipa un chasis multitubular de acero más rígido, que emplea al motor como elemento estructural y recibe refuerzos como una placa para el anclaje del basculante en su parte posterior. Las suspensiones de la Kawasaki Ninja 400 también se afinaron para ofrecer un comportamiento más firme con una horquilla delantera de 41 mm de diámetro.

Su propulsor es un bicilíndrico en paralelo de 399 centímetros cúbicos, que dispone de 45 Hp a 10.500 revoluciones y un par motor de 38 Nm a 8.000 rpm. Para conseguir estas cifras se trabajó en su diseño, tamaño y se modificó prácticamente todo respecto de la Kawasaki Ninja 300. Así, la nueva 400 ahorra ocho kilos, quedándose en 164 kg en orden de marcha.

También se rediseñó el embrague para hacerlo menos voluminoso y con un accionamiento un 20% más suave, gracias a su funcionamiento asistido y que, además, incorpora función anti-rebote para mantener la rueda trasera tranquila en las reducciones más fuertes.

El equipo de frenos está compuesto por un disco delantero semiflotante de 310 mm, mordido por pinza de doble pistón y un disco trasero de 226 mm, ambos controlados por ABS. La nueva Kawasaki Ninja 400 ya está disponible con un precio de $ 4.190.000.