El contacto visual cómplice y casi pecaminoso quedó sellado a fines de 2015, cuando la vi estrenarse en el Salón de Milán. La espera no fue corta, hasta que finalmente asomó por la estantería de Triumph en Chile.

La Bonneville T120 regresaba al momento más actual con sus vestimentas inmortales que no sólo la llenaron de gloria, sino que hicieron de su fabricante un señor de las postales legendarias, donde el conductor puede sentirse un caballero antiguo o un actor de cine de la traza de Steve McQueen, acaso el embajador por excelencia e inmortal del modelo. Todas las referencias estéticas del nuevo trabajo siguen allí, aunque lo irrenunciable de la tecnología presente reformule su aparatado técnico.

Pero si hay algo que marca este carácter enciclopédico es la presencia, sonido, vigor y diseño del nuevo y potente motor bicilíndrico en paralelo de ocho válvulas y 1200 cc. ¿Es preciso un propulsor tan grande para ir de paseo o vivir una carretera de las actuales? ¿Y por qué no? Lo hermoso es que precisamente fue pensado para disfrutar de un estilo de pilotaje aferrado al concepto más puro de la historia de la motocicleta.

El detalle de su par motor ya agrega mucho a la dicotomía planteada, ya que desde un rango muy bajo de revoluciones se cuenta con 105 Nm. La calibración de su performance responde a un modo preciso y su declaración es instantánea a nuestra orden desde el puño, gracias a los nuevos sistemas de inyección de combustible con acelerador electrónico Ride by wire y de gestión del motor de Triumph.

Para quienes hayan conocido sus ademanes desde la T100, esta nueva líder de las "Nes Classics" estrena un bastidor preconfigurado y sobre su mayor poderío comprender que el aumento de cilindrada lleva los 68 caballos de fuerza anteriores a los briosos y actuales 80 Hp.

Pero lejos de salir a escalarla con la aguja del tacómetro, su sabor y entrega vendrán desde abajo y de modo contundente. Si bien el control de tracción es desconectable, la experiencia urbana y netamente asfáltica bajo buen y seco clima hizo innecesaria su manipulación.

Donde sí hurgamos fue en sus dos modos de conducción, "Road" y "Rain". Es que tanto el que se ofrece de voluntario para un contexto más invernal como el "Road" jamás va a adormecer la potencia máxima, pero sí influirán en la velocidad de apertura de la entrega.

Mientras sabemos que el freno ABS es de serie, nos entregamos a la sencillez de su andar desde la anatomía de su chasis con tubos de acero.

Posee un embrague antirrebote que pone mucho de su parte cuando aplanamos las calles imperfectas de Santiago. Detalles como puños calefaccionados y una entrada USB cierran un trabajo que coquetea delicadamente con la modernidad de lo presente.

En la carretera hay potencia suficiente para obtener aceleraciones contundentes, pero la nula protección aerodinámica del modelo, desde sus orígenes, hacen que mantener una velocidad alta sea una experiencia algo agotadora, por la forma en que el viento golpeará en nuestro tronco y brazos.

Me acomodé muy bien a controlar con la desaceleración con el freno de motor al operar su transmisión manual de seis marchas y también al amistoso y preciso uso del freno trasero. El delantero, en un par de ocasiones, me transmitió algo poco usual, ya que me pareció no ser muy protagonista de la detención, pero esto bien puede ser atribuible a algo más personal que a la máquina misma.

Ficha Técnica Triumph Bonneville T120

» Motor: 1.200 cc (bicilíndrico) » Transmisión: MT 6 vel. (cadena) » Potencia: 80 Hp a 6.550 rpm » Par motor: 105 Nm a 3.100 rpm » Largo: 2.170 mm » Altura asiento: 785 mm » Peso: 224 kilos » Neumáticos: 100/90-18 del. 150/70-17 tras. » Precio: $ 9.990.000