Brasil exhibe obras de arte incautadas en caso Petrobras
Comprados para lavar dinero: 22 cuadros de artistas como Miró, Dalí y Picasso fueron prestados por la policía federal al Museo Oscar Niemeyer de Curitiba.

Las obras fueron encontradas al mejor estilo de Hollywood: a inicios de marzo de 2015 se descubrieron 131 cuadros escondidos tras un armario, donde la pared era en realidad una puerta a control remoto. Detrás estaba el millonario botín compuesto por joyas, documentos, muebles y varias obras de artistas como Joan Miró, Picasso y los brasileños Djanira y Amílcar de Castro. Se trataba de un allanamiento policial a la residencia del ex director de Petrobras Renato Duque, protagonista de uno de los mayores fraudes empresariales en la historia de Brasil, que no sólo ha costado millones de dólares a Petrobras, la compañía más importante de ese país, sino que ha desacreditado a la elite política (incluido al ex presidente Lula Da Silva) y contribuido al estancamiento económico que se vive actualmente.
Según la investigación, las obras se adquirieron con el dinero de sobornos, un mecanismo habitual para lavar dinero que en el caso particular de Petrobras se volvió muy frecuente, según la confesión del empresario Milton Pascowitch, quien además explicó cómo Duque lo orientó para adquirir en una subasta una pintura del paisajista brasileño Guignard por US$ 380.000 y una pieza del escultor de origen polaco Frans Krajcberg por US$ 220.000 dólares.
Duque era uno de los mayores coleccionistas de arte de la red de corrupción, pero no el único. La policía brasileña, en el marco de la Operación Lava Jato, confiscó más de 200 obras de arte de distintos involucrados en el caso, dejando al descubierto el lucrativo negocio del lavado de activos a través de piezas artísticas.
Hoy el hecho delictivo tiene una vuelta de tuerca cultural, luego de que a fines del año pasado la policía federal decidiera ceder en préstamo las obras confiscadas al Museo Oscar Niemeyer (Mon) de Curitiba -ciudad donde se investiga el caso-, el que ahora las exhibe en una exitosa muestra que acaba de extenderse hasta noviembre. Bajo el título de Obras bajo vigilancia, el Mon presenta una selección de 26 cuadros recuperados, entre ellos un grabado de Joan Miró, pieza estrella de la exposición, además de cuadros de Picasso, Dalí, Renoir y los brasileños Hélio Oiticica, Vic Muniz, Tarsila do Amaral y Di Cavalcanti. No es la primera muestra que realiza el Museo Oscar Niemeyer -desde que recibieron las obras ya han hecho tres curatorías diferentes-, ni tampoco la primera que se hace en Brasil con obras requisadas: en 2006, la policía pesquisó varias tras un caso de lavado de dinero en que el culpable fue el ex director del Banco Santos, Edemar Cid Ferreira, quien poseía obras de Damien Hirst, Jean-Michel Basquiat y Lichtenstein, las que finalmente protagonizaron una muestra en 2010, en el Museo de Arte de Sao Paulo.
En el caso de la operación Lava Jato, aún queda que la justicia federal decida el destino definitivo de las obras de arte, ante lo que el Museo Oscar Niemeyer ya ha mostrado interés de dejarlas dentro de su acervo.
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