El Kalakai era un antiguo ritual alacalufe, en el que los adultos instruían a los niños en los aspectos más importantes de su cultura. Fue justamente el concepto en que se inspiró Yagantec, una empresa chilena que desarrolla programas educativos, cuando creó Kalakai, una red social orientada a mejorar la interacción virtual de los niños en un ambiente protegido y donde, además, mejoran sus habilidades lectoras.

El sitio, creado por un equipo interdisciplinario de profesores, artistas e ingenieros, fue lanzado en marzo para alumnos de tercero y cuarto básico. Fue tal su éxito, que hoy ya suman 33 colegios con 6 mil niños inscritos y hay interés de otros 100 establecimientos para participar. El próximo año, la red se ampliará a alumnos de quinto y sexto básico. "La meta es llegar a los 200 colegios", dice Carlos Ortiz, director ejecutivo de Kalakai.

ASI FUNCIONA
Para participar de la red (www.kalakai.cl), los establecimientos deben inscribirse en el programa, que tiene un costo anual de cinco millones de pesos. Una vez inscritos, los alumnos comienzan a desenvolverse en la plataforma, agregando amigos, chateando con ellos, todas actividades monitoreadas por un equipo de Yagantec, que vigila desde sus avances académicos, hasta actitudes violentas o uso de garabatos en chats. Los datos después son reportados en informes a los profesores responsables, el sicopedagogo y el sostenedor de los establecimientos, quienes luego los transmiten a los padres.

Los niños pueden conectarse sólo seis horas a la semana. Pasado ese tiempo, el sistema queda inactivo.

Cuando el alumno recién se inscribe tiene como contacto sólo a sus compañeros de curso, desde ahí pueden agregar a otros niños, pertenecientes a establecimientos asociados al programa, lo que garantiza alejarlos de los peligros de redes abiertas, como Facebook y Twitter. "A cada niño se le asigna un nombre, con copia al colegio y los apoderados. Los datos son monitoreados por profesores y sicólogos", dice Ortiz.

HERRAMIENTA EDUCATIVA
Además del desarrollo de habilidades sociales, el sitio también busca convertirse en una herramienta educativa. Por ahora existe un ítem para que los niños mejoren sus habilidades lectoras.

Tras inscribirse en el sitio, el estudiante realiza un test diagnóstico que mide su comprensión lectora, determinándose su nivel, sobre el que el programa ofrece trabajos específicos para cada uno. "El método consiste en dosificar la dificultad para cada niño según su nivel. De esta manera no compiten entre ellos, sino contra sí mismos", explica Ortiz.

Al ir aumentando sus habilidades y cumpliendo metas en las pruebas, el niño va mejorando su perfil (con fotos, contactos), gracias a los puntos que consigue.

Además, el colegio ofrece otros incentivos, como paseos a la playa, un día para ir sin uniforme, entre otros.

Los establecimientos inscritos han evaluado positivamente la red. En el colegio San Esteban Diácono, de Vitacura, tienen dos horas semanales de Kalakai, una en el colegio y otra en la casa como tarea. "Las notas en esta materia han subido dos puntos en promedio (en una escala de uno a siete). Además, notamos que cuando los niños se enferman se meten a la página desde la casa en vez de, por ejemplo, ver tele", dice María Ignacia Correa, encargada académica del colegio.

Similar opinión tienen en el colegio Los Bosquinos de Maipú. "Calculamos que el 90% de nuestros alumnos participa activamente del sitio", dice Julio Torres, director del establecimiento.

En Yagantec esperan incluir nuevas materias el próximo año, como matemática e idiomas.