El calor vuelve a la pista de hielo

Hace 25 años, Jamaica clasificó a los JJ.OO. en bobsleigh. Cinco años después, se estrenó la película Cool Runnings, que reprodujo esa épica historia. Tras regresar del retiro y casi sin apoyo, Winston Watts logró la clasificación a Sochi 2014.




Hasta ayer, Winston Watts no tenía trabajo. Dejó hace casi un año su empleo en la planta de gas de Evanston, Wyoming, un poblado de 12 mil habitantes en el noroeste de Estados Unidos, para dedicarse a entrenar seis veces por semana, dos veces al día en las dependencias de Park City, Utah, a 45 minutos de su hogar. Su familia le dijo que estaba loco; él prefería pensar que era más pasión que locura. Entonces llamó a Jamaica para hablar con uno de sus mentores, el presidente de la Federación de Bobsleigh, Chris Stokes, y comunicarle que quería volver a subirse a un trineo para clasificar a los Juegos de Invierno. "Nosotros pensábamos en seguir adelante con gente nueva, pero Winston nos demostró de inmediato de que era capaz de regresar", cuenta Stokes.

Con 46 años, Watts salió del retiro, volvió al deporte y consumió buena parte de sus ahorros (habla de hasta US$ 160 mil) para devolverle la gloria al equipo jamaicano de bobsleigh. Hizo un trato con un hotel de su pueblo para alojar gratuitamente a su compañero de equipo Marvin Dixon, el suplente Wayne Blackwood y el entrenador Thomas Samuel y ahorrar costos adicionales. Se consiguió un trineo usado con el equipo alemán y comenzó a trabajar, pensando en que era posible lograr un cupo para Sochi en la prueba de dos tripulantes. El esfuerzo dio resultados y Watts se posicionó 39° en el ranking mundial, suficiente para clasificar a Jamaica.

"Siempre supe que podíamos lograrlo", cuenta Watts a La Tercera. "Ha sido una aventura increíble volver del retiro y regresar a la pista, pero particularmente difícil por la falta de financiamiento. Estoy muy orgulloso de llevar la bandera de Jamaica una vez más en los Juegos de Invierno, en especial por haber sido uno de los últimos en estar ahí", agrega el deportista, quien antes participó en los Juegos de Lillehammer (Noruega) 1994, Nagano (Japón) 1998 y Salt Lake City 2002.

Hoy, Watts puede considerarse oficialmente empleado nuevamente, al menos entre el 7 y el 23 de febrero. La Federación de Bobsleigh de Jamaica reunió los US$ 80 mil que le faltaban para viajar a los Juegos Olímpicos de Invierno Sochi 2014 gracias a un puñado de empresas locales y una compañía sudcoreana. Veinte años después de empezar en el bobsleigh sin saber siquiera de qué se trataba, competirá contra los mejores del mundo otra vez.

Mientras la película Cool Runnings (Jamaica Bajo Cero en la traducción al español) daba a conocer al mundo la historia de la primera clasificación de Jamaica a unos Juegos de Invierno, en Calgary 1988, Watts era invitado a formar parte del equipo de bobsleigh durante su pasó por las fuerzas de defensa de Jamaica, donde el coronel Ken Barnes había comenzado el proyecto original de bobsleigh algunos años antes. Como ex velocista, destacó por su rapidez en la partida y se adaptó rápidamente al cuarteto. La popularidad de la película lo convirtió en estrella instantáneamente.

"Todo el mundo estaba encima de nosotros. Cuando conocía a alguien y le decía que era integrante del equipo de bobsleigh de inmediato se sorprendía. Los medios nos daban mucha atención. Me sentía como una estrella de cine. Era una buena época", recuerda Watts, que todavía se emociona al ver la película.

Luego de tres participaciones olímpicas, la fama de Watts se disipó. En 2006 se retiró de la actividad para dedicarse a su familia. Junto con su madre, hermano, esposa y dos hijos, se estableció en Evanston, el lugar que desde 1997 había acogido a la escuadra jamaicana por su cercanía con Park City. Mientras él comenzaba una nueva vida lejos de la pista, su compañero de equipo y mejor amigo, Lascelles Brown, se nacionalizó canadiense y siguió compitiendo por su nuevo país, con el cual ganó dos medallas olímpicas y tres preseas mundiales.

Watts jamás contempló esa alternativa, a pesar de los beneficios que le pudo haber traído.

"Se me cruzó por la cabeza, pero nunca lo pensé seriamente. Me encanta ser jamaicano, adoro mi país, no es algo que quiera dejar atrás. Y el respeto de mis competidores me lo gané hace muchos años", asegura.

La cuarta clasificación a los Juegos de Invierno terminó por darle la razón. Su teléfono no ha dejado de sonar y medios de todo el mundo quieren entrevistarlo, como antes, para continuar la leyenda de esos deportistas del Caribe que triunfaron en un deporte ajeno, bajo temperaturas que no conocían. "No sé qué les sorprende tanto. Más allá del frío, tenemos las condiciones para este deporte: velocidad y coordinación. Creo que nos puede ir muy bien en Sochi", comenta Stocks, uno de los integrantes del equipo original de 1988.

El entrenamiento en los días que quedan antes de Sochi será duro. Watts dice que cumplirá la exigente rutina con la felicidad de haber alcanzado una meta improbable. Sin embargo, y pese a que su gran pasión es deslizarse por una pista de hielo, a veces extraña la calidez de su Jamaica natal. "Uno nunca termina de acostumbrarse a este frío", reconoce.

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