La Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya emitió hoy una orden de arresto contra el Presidente sudanés, Omar al Bashir, por cargos de genocidio en la provincia sudanesa de Darfur.

Hay "fundamentos razonables para considerarle responsable en tres casos de genocidio cometidos contra los grupos étnicos Fur, Masalit y Zaghawa", dijo en un comunicado la CPI. El tribunal agregó que está acusado de matar, herir o exponer a condiciones de riesgo vital a estos grupos étnicos con la intención de exterminarlos.

La nueva orden de prisión completa otra emitida en marzo de 2009 por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

El fiscal jefe Luis Moreno Ocampo había solicitado reiteradas veces la inclusión de cargos por genocidio en la orden de arresto inicial, sin embargo las imputaciones fueron rechazadas por falta de pruebas.

El jurista argentino Moreno Ocampo logró sólo la emisión de una orden de búsqueda y captura por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, en la que se acusa a Al Bashir de responsabilidades en casos de asesinato, expulsión a la fuerza, tortura y violaciones. No obstante, Moreno Ocampo apeló la decisión tras presentar nuevas pruebas.

El Presidente de Sudán es el primer jefe de Estado en todo el mundo contra el que la CPI emite una orden de arresto. Aun así, Al Bashir ha realizado repetidos viajes al extranjero sin ser capturado.

La orden de arresto del año pasado generó controversia internacional. Muchos países africanos y árabes consideraron que era contraproducente a la hora de resolver el conflicto en Darfur.

El Presidente de Sudán llegó al poder en 1989 por medio de un golpe de Estado. En abril de este año fue renovado para un tercer mandato, aunque observadores denunciaron la falta de democracia en el proceso electoral.

Moreno Ocampo denunció a mediados de junio ante el Consejo de Seguridad en Nueva York que en Darfur continúan las violaciones y los ataques a civiles pese a la firma de un tratado de paz. "Toda la región de Darfur continúa siendo un área de crímenes", subrayó entonces Ocampo. "El proceso de exterminio de millones de desplazados en los campos de refugiados continúa. Y ¿cómo no iba a ser así si los criminales quedan impunes?".

El fiscal llamó en su informe al máximo órgano de la ONU a detener a todos los presuntos criminales de guerra, entre ellos, junto a Al Bashir, al ex ministro de Estado para Asuntos Humanitarios, Ahmad Harun y al líder de la milicia progubernamental Yanyauid, Ali Kushaib.

De acuerdo con datos de Naciones Unidas, hasta hoy unas 300.000 personas han sido víctimas del conflicto que desde hace años asola la región de Darfur. Los combates entre los rebeldes del África negro y el gobierno central musulmán obligaron a huir a unos tres millones de personas.