Gratuidad y FES: destruyendo recursos
El reciente informe de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) nos muestra que hay un porcentaje importante de Valores Presentes Netos (VPN) negativos en diferentes carreras de la educación superior, lo que ha dado lugar a variados comentarios. Me parece que muchos de ellos han equivocado la interpretación de lo que el estudio estima.
Partamos con algunas definiciones. Se puede estimar un VPN privado o un VPN social. Al estimar el VPN privado, lo que se trata de estimar es el resultado de la inversión en capital humano para la persona que la realiza, aquella que recibe la educación. Esta persona gasta recursos para obtener su educación superior, que espera resulte en un mayor salario del que hubiera recibido sin esa educación. Un VPN negativo privado nos diría que esa persona hubiera estado mejor sin realizar dichos estudios, saliendo a trabajar una vez que terminase media. El VPN social, por otro lado, trata de estimar, además, los costos y beneficios para la sociedad de dicha educación superior, y es un cálculo más complejo (toma en cuenta, por ejemplo, las externalidades positivas para la sociedad de que la persona reciba educación superior). En este caso, un VPN negativo querría decir que la sociedad como un todo estaría mejor sin que se destinaran esos recursos a dicha educación.
En el caso del informe de la FNE lo que se estima no es ni una cosa ni la otra, lo que de por sí ya es curioso. No es el VPN privado porque habiendo muchas becas y muchas personas con gratuidad, igual se considera como costo el valor completo de la matrícula. La metodología usada por la FNE hace que, si bien el VPN que estima puede ser negativo, el VPN privado puede ser positivo, e incluso fuertemente positivo. Sin embargo, se han interpretado los resultados como si lo estimado fueran los VPN privados, cuando no lo son.
Sin embargo, el hecho de que haya muchos VPN negativos, en una estimación que quizás se acerca más a la social (aunque falta la estimación de las externalidades) nos indica que se está invirtiendo en el lugar equivocado: en lugar de crear recursos, los estamos destruyendo. Entonces la pregunta relevante sería respecto de los méritos de la política de gratuidad. Sergio Urzúa, en un estudio de 2012, había predicho que la gratuidad financiaría a personas de bajos puntajes PAA estudiando en instituciones de educación superior de baja calidad. Y esa combinación resulta en estudios que, desde el punto de vista social, no tienen sentido.
Los VPN negativos más que indicarnos errores, desde el punto de vista de las personas, nos indicarían que ha habido una política pública errónea, ya que la gratuidad destruye recursos. Esto nos lleva al FES, que no es más que una ampliación de la gratuidad financiada con impuestos. ¿No estaremos agravando este problema? La respuesta es que sí.
Por Claudio Sapelli, Faro UDD
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