Por Vladyslav Bohorad,, Encargado de Negocios de Ucrania en Chile.

Llevamos 100 días luchando contra el agresor ruso, defendiendo no solo nuestro estado, sino también los valores y libertades democráticas, y el derecho de las naciones a elegir libremente su propio futuro. Tenemos todo el derecho a recibir armas que nos ayuden a lograr la liberación del país.

Rusia se prepara para una guerra a largo plazo, reabasteciendo constantemente sus fuerzas de ocupación, sigue lanzando misiles y destruyendo ciudades enteras. Sus objetivos actuales son ocupar todo el territorio de las regiones de Donetsk y Lugansk, asegurar el corredor terrestre a Crimea y completar la ocupación del sur de Ucrania. La costa de Ucrania del Mar Negro y el Mar de Azov permanece bloqueada.

Las declaraciones públicas de Rusia de que sus ataques están dirigidos únicamente a objetivos militares son falsas. Decenas de miles de civiles perdieron la vida, muchos más resultaron heridos. El gobierno ucraniano ha registrado 14,3 millones de personas internamente desplazadas y más de 6 millones de ucranianos refugiados en el extranjero. Sin exageración, es la mitad de nuestra población. Según los datos de los organismos internacionales, la guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado la migración más grande desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Este podría ser la mayor crisis humanitaria en Europa en la historia contemporánea.

La peor situación humanitaria se mantiene en las localidades de combate activo y ocupadas temporalmente por Rusia. La localidad más preocupante es la ciudad de Mariúpol destruida casi en su totalidad por los ataques rusos, con decenas de miles de bajas y deportaciones forzosas por parte de los ocupantes rusos.

Casi 220.000 personas perdieron sus hogares. Más de 13.000 instalaciones de infraestructura civil fueron destruidas y dañadas, incluidas carreteras y puentes, instituciones educativas y médicas, redes de agua y electricidad, sitios culturales y religiosos. Vastas áreas están minadas. Acá se suman los saqueos, las torturas, los asesinatos deliberados y los secuestros están muy extendidos en las zonas ocupadas.

Según las estimaciones del Banco Mundial, en 2022 la economía de Ucrania se reducirá en 45%. Por el momento, el monto pronosticado de las pérdidas es entre 564 y 600 mil millones de dólares EEUU.

En estos momentos difíciles la recepción de la ayuda humanitaria es de suma importancia para nuestro pueblo. El gobierno chileno envió 100 mil dólares como ayuda humanitaria para nuestro país a través de la Cruz Roja Internacional. De igual manera, la comunidad ucraniana en Chile logro juntar 103 cajas de ayuda humanitaria donada por los chilenos. Estamos agradecidos con el gobierno y el pueblo de Chile por su solidaridad y asistencia a Ucrania.

Sin embargo, la guerra no se detiene, multiplicando el daño y aumentando el sufrimiento, agravando la crisis humanitaria que vive Ucrania. Nuestros compatriotas, especialmente niños, necesitan más apoyo a nivel internacional.

Teniendo en cuenta todos los crímenes cometidos por el ejército ruso en Ucrania, no habrá negociaciones hasta que Rusia abandone los territorios ocupados desde el 24 de febrero de 2022. Ucrania, con el apoyo de nuestros socios, luchará mientras sea necesario para ganar ya que el 82% de los ucranianos no estaría de acuerdo en ceder territorios a cambio de la paz. Para nosotros la victoria significaría restaurar nuestra soberanía e integridad territorial dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas.

El desmantelamiento de la maquinaria militar rusa y desaparición de sus capacidades para lanzar invasiones contra otros países será también una victoria para toda Europa, que se volverá mucho más segura.

Tenemos que recordar lo más importante, Ucrania no empezó esta guerra. La comunidad internacional debe tomar medidas para obligar a Rusia a decidir su retirada.