Las consecuencias psicológicas tras la catástrofe de la Quinta Región




A raíz de los cientos de damnificados por los incendios en la región de Valparaíso a principios de este mes, varias organizaciones, incluyendo los órganos gubernamentales, se han desplegado para brindar ayuda a los afectados. Desde la entrega de alimentos, remoción de escombros hasta la ayuda psicológica, siendo esta última una iniciativa de la que poco se habla pero que se ha vuelto indispensable dada la magnitud de la catástrofe.

Conscientes de la importancia que tiene prestar asistencia psicológica post el trauma, Grupo CETEP en colaboración con la corporación Atrapasueños y Redgesam, lanzaron la campaña Juntos por tu Salud Mental el miércoles pasado, una iniciativa a través de la que los afectados pueden acceder a consultas psicológicas gratuitas y de manera remota.

De igual manera, el servicio se extiende a una plataforma virtual tipo chatbot que realiza un pre-diagnóstico y sugiere a profesionales específicos de acuerdo a la patología señalada. “La idea de este servicio remoto es poder dar respuesta a muchas personas de forma simultánea “, afirma la CEO del Grupo CETEP, Claudia Barrera.

La profesional recalca la importancia de las atenciones tempranas, especialmente en momentos de crisis como el de la Quinta Región. “Desgraciadamente, estos cuadros cuando se empiezan a hacer graves, muchas veces son crónicos. Son tratamientos largos, caros, que no siempre se resuelven completamente”, menciona Barrera.

De aquí que la iniciativa haya sido tomada no sólo por el Grupo CETEP sino que por la ACHS con su servicio vía WhatsApp, la Universidad del Alba y los equipos desplegados por Minsal, aún cuando la salud mental no sea una prioridad para los damnificados.

“Las necesidades de salud mental tampoco son inmediatas, porque en los primeros minutos las personas tienen necesidades más básicas como un techo, un lugar donde dormir, alimento, ropa. Así, generalmente las necesidades de salud mental empiezan al mes”, comenta la profesional.

Y es que las consecuencias de una catástrofe tan grande como la ocurrida en la región de Valparaíso en los damnificados pueden llegar a ser de por vida. El doctor Carlos Mellado, docente e investigador de la Universidad Santo Tomás, realizó un estudio en donde se analizaron casos de adolescentes afectados por los incendios de la zona del Maule en 2017 y afirma que en el caso de el desastre de la Quinta Región, lo evidenciado en el sondeo podría repetirse.

“Entre un 20% y un 30% de la población puede presentar indicadores de estrés postraumático, aunque algunos estudios han reportado que incluso más del 50% de las personas afectadas por un desastre pueden presentar esta sintomatología”, dice el doctor, refiriéndose a la primera etapa después de la catástrofe, o sea, a los 3 meses posteriores de ella.

Luego, se desencadena la “Triada del malestar psicológico” que consiste en ansiedad, depresión e, incluso, ideaciones suicidas. “Cerca del 40% de la población afectada puede experimentar sintomatología depresiva y ansiosa y hasta un 20% puede experimentar ideas relacionadas con acabar con su vida”, asegura el profesional basándose en lo estudiado sobre los incendios del Maule.

Asimismo, son las mujeres quienes se ven más afectadas por estos problemas, por lo que Mellado recalca que deben ser ellas el foco de cualquier intervención de salud mental.

Claudia Barrera reafirma esto, mencionando que desde la implementación de la campaña de atenciones remota, lo que más se ha visto han sido mujeres con sintomatología ansiosa.

En el mismo sentido, la profesional identifica otros dos sujetos de riesgo en situaciones catastróficas: los niños y quienes tienen tendencias adictivas. “Hay que tener harto ojo con los niños, porque no necesariamente tienen cuadros tan marcados, sino que pueden tener cuadros en que se mezclan varios síntomas o, sencillamente, cambios de conducta. Hay que prestarles atención porque los niños normalmente no verbalizan tanto sus emociones”, manifiesta Barrera. Además, se recomienda que los más pequeños vuelvan a sus rutinas lo antes posible para así evitar arrastrar los síntomas en el futuro.

En el caso de quienes sean proclives a adicciones, la profesional dice que se debe tener cuidado ya que el alcohol o las drogas podrían ser una respuesta para quienes se encuentren sufriendo por los incendios y sería un cuadro que sólo empeoraría con el tiempo si no se detiene. “En todas estas situaciones de mucho estrés, es muy fácil bajar la tensión con drogas o con alcohol, que puede que sean más accesibles que un tratamiento, incluso en estos minutos”, afirma.

En este sentido, ambos profesionales reconocen la importancia de las redes de apoyo en los damnificados y la relevancia de conocerse a sí mismo. “En general, existen dos grandes factores protectores de la salud mental frente a situaciones catastróficas: en primer lugar, las redes y el apoyo social; y en segundo lugar, los recursos personales como la capacidad de adaptación, afrontamiento y resiliencia”, menciona Mellado.

Desde el Grupo CETEP, el llamado es a que los afectados se sumen a la campaña y que se instale la conversación sobre salud mental a nivel país, entendiendo la resistencia social a hablar de estos temas. “Hacemos una invitación a que podamos hablar de salud mental, porque conversar sobre esto salva vidas, aún más en momentos de crisis como estos.”, concluye la profesional.

Quienes quieran acceder a estos servicios, pueden hacerlo aquí:

https://cetep.cl/juntos-por-tu-salud-mental/

https://wp.qa.mhaite.cl/atencion-mhaite/

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