Cómo los celulares están desafiando a las cámaras profesionales

Foto de Danist Soh en Unsplash.

Cada vez cuesta más distinguir si una foto viene de un celular o de una cámara profesional. Le ocurre incluso a los fotógrafos experimentados. La irrupción de la fotografía computacional —el procesamiento de imagen cada vez más sofisticado— explica en buena parte el salto en calidad y acá, algunos expertos cuentan cómo la tecnología está cambiando el escenario.


No fue hace tanto que sacar fotos con el celular era sinónimo de una imagen técnicamente muy precaria. Basta recordar los inicios de Instagram, donde abundan fotos con filtros, marcos y efectos que intentaban darle algo más de jerarquía a fotos muy limitadas, a años luz de las que entonces obtenían las cámaras tradicionales.

Luego, todo cambió. Tras la salida del iPhone 6 y sus rivales hacia el año 2014, los smartphones empezaron a tener cámaras mucho más capaces. Cualquiera con talento o empeño podía obtener una imagen atractiva o dar un primer paso en el mundo de la fotografía. La icónica campaña de Apple “World Gallery”, que puso fotos tomadas por el iPhone en grandes vallas publicitarias por el mundo, es vista por muchos como el hito que marcó el comienzo en una nueva era de los smartphones. Un nuevo período también en el ámbito del consumo: adiós cámara como una función más del celular, bienvenida como un aspecto crítico a la hora de elegir un móvil, lo que puso a competir fuertemente a las compañías en esta materia.

La era actual es hija de esa competencia. Y sus frutos no dejan de impresionar. “A veces la foto que tomo con mi teléfono es mejor que la que tomo con mi cámara mirrorless”, cuenta por e-mail la fotógrafa estadounidense Cielo de la Paz. Ella fue pionera en trabajar con el celular, publicando fotos en la célebre campaña de Apple y luego dictando cursos de fotografía y video con el móvil en Stanford, Google y la plataforma CreativeLive.

En sus primeros cursos destacaba algunas ventajas del teléfono frente a las cámaras profesionales, como ser de bajo perfil (nadie se te acercará en un lugar a preguntarte para qué estás filmando), su portabilidad o poder capturar, editar y publicar en un mismo aparato. La calidad aún no era un gran tema. Hoy es diferente.

“Miro las fotos que tomé con mi iPhone 6 y las comparo con las fotos de mi iPhone 12 y la diferencia de calidad es enorme”, dice. Consultada sobre si la razón detrás del impresionante avance se debe al surgimiento de la “fotografía computacional”, el concepto que aparece cada vez con mayor frecuencia al indagar en el tema, como en las comparaciones que se hacen entre los últimos celulares y cámaras que cuestan varios millones, responde afirmativamente. “Se debe en gran parte a la fotografía computacional”, apunta.

La fotógrafa Cielo de la Paz participó en la campaña "Shot on iPhone 6", con anuncios en 24 países, para ejemplificar las posibilidades de la cámara del celular. La imagen la hizo con su smartphone, después de una tormenta de lluvia, mientras sostiene un paraguas rojo. Foto: Cielo de la Paz / Apple.

El concepto se refiere a cualquier fotografía que use algoritmos y procesamiento para producir imágenes más allá de las capacidades del sensor y el lente de una cámara. Físicamente, no es tanto lo que se puede seguir avanzando en los móviles. Se han logrado avances en ese sentido poniendo más cámaras, por ejemplo. Pero los sensores y lentes deben limitarse al tamaño que les deja un móvil. Allí es donde el procesamiento toma la posta.

Un ejemplo: el efecto de fondo borroso que ofrece el modo retrato en muchos celulares contemporáneos antes era casi exclusivo de cámaras profesionales. Hoy, los celulares lo logran gracias a que han sofisticado sus algoritmos. Consiguen imitar convincentemente un efecto que originalmente es físico, que en cámaras tradicionales se conoce como baja profundidad de campo y se obtiene usando lentes que dejan pasar más luz, generalmente los más caros.

Las imágenes de noche o la modalidad HDR son otros ámbitos donde la fotografía computacional está logrando amplificar el potencial de los celulares. Hasta hace poco las imágenes HDR (de alto rango dinámico, donde se pueden ver detalles tanto en las luces como en las sombras) eran sinónimo de fotos muy saturadas y de mal gusto, producto de un procesamiento torpe. Ya no más. En algunos celulares es el modo por defecto. Es lo que permite, por ejemplo, que por fin en una foto tomada desde dentro de una habitación muestre claramente tanto su interior como lo que se ve detrás de una ventana.

Ocurre que mientras uno cree que toma una simple foto, el celular está tomando muchas usando diferentes exposiciones (exposición es la cantidad de luz que le llega al sensor). Luego las combina para dar con una mejor imagen, más cercana a cómo mira el ojo humano, que no tiene problemas en ajustarse simultáneamente a diferentes niveles de luz.

La fotógrafa chilena Sofía Musa, fundadora de la comunidad Camaradictos, celebra estos avances. “Los efectos son cada vez más realistas, antes se veían un poco plásticos”, dice, destacando también cómo se entrelazan con el hecho de que los celulares actuales cuentan con múltiples cámaras. “Es un salto súper positivo. Nos da una herramienta muy poderosa en el bolsillo para registrar momentos que importan, desde el retrato de tu hijo hasta una foto de paisaje”, agrega.

Aliados o rivales

Más que rivalizar con las profesionales, el salto cualitativo de los smartphones ha permitido que los fotógrafos puedan integrarlos a su flujo de trabajo. El fotógrafo chileno Jaime Kuntsmann, dedicado a géneros de naturaleza y vida outdoor, valora poder tener ambas herramientas, su cámara profesional y su celular, que en su caso es un iPhone 12 Pro Max, el que destaca que toma fotos en en RAW, un formato que da mayor libertad en la edición.

“La idea es poder tener fotos mucho más rápidas con el teléfono y otras que tomen más tiempo con la cámara fotográfica, con trípode, filtros, lentes intercambiables. El iPhone es la inmediatez”, dice. Valora tener al final del día un espectro más amplio de resultados y ver cuál le sirve más. “Quizá un video muy en alta calidad para Instagram no te sirve y ahí el celular viene a ocupar un espacio que es clave”. Y más allá del uso que personalmente le da, celebra que los celulares le están permitiendo a mucha gente crear contenido de calidad: “No es necesario invertir 6.000 dólares para poder tener una buena fidelidad en cuanto a imagen”.

Aunque Sofía Musa, usuaria de un móvil Samsung, dice que nada rivaliza con una cámara profesional en cuestiones como agilidad y comodidad, sí cree que la fotografía móvil tiene un rol en el mundo profesional. En Camaradictos venden un curso dedicado a emprendedores exclusivamente sobre fotografía móvil. “Lo pensamos para sacarles esa idea de que tenían que comprarse una buena cámara para hacer buenas fotos. De que no puedo generar marketing o buena imagen si no tengo una cámara costosa”, explica.

Las cámaras fotográficas de Canon, Nikon, Sony y otras marcas siguen compitiendo fuertemente por quién tiene el modelo más avanzado cada temporada. Foto: Canon Chile.

Las profesionales no se quedan atrás

Pese a todo lo que avanzan los celulares, la actual también es una era donde las cámaras profesionales siguen avanzando y el estancamiento no es una opción. Así, como en el rubro móvil están Samsung, iPhone, Xiaomi, Google y otros peleando codo a codo, en las cámaras fotográficas están Canon, Nikon, Sony y otros actores compitiendo fuertemente por quién tiene el modelo más avanzado cada temporada.

Las nuevas cámaras de alta gama pueden disparar una cantidad ridícula de fotos por segundo (hasta 30), están superando los 50 megapixeles de resolución, grabando en video en 8K, o aprovechando como nunca sus grandes sensores para capturar imágenes de noche.

“No dejan de impresionar”, dice Sofía Musa sobre las cámaras profesionales. Confiesa que antes de probarlas para las reseñas que hacen en Camaradictos le pasa que no cree que las mejoras vayan a ser tan sustanciales y la realidad la desmiente. Personalmente, destaca lo mucho que han avanzado las mirrorless, categoría de cámaras que se ha tomado el rubro profesional el último tiempo, ya que son más ligeras que las tradicionales reflex.

Volviendo al móvil, Cielo de La Paz cree que pese a que los celulares están atrás en cuestiones de resolución o hay efectos que aún no se logran imitar perfectamente, el futuro está en nuestro bolsillo. Mejorando esos aspectos, “será casi imposible notar la diferencia”, sentencia.

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