Por qué es tan importante digitalizar a las personas mayores

Las personas mayores son las que más sufren por la brecha digital.

El uso de nuevas tecnologías facilita muchos procesos en el mundo laboral, pero también conlleva el desafío de que las y los colaboradores, sobre todo los mayores, sean capaces de estar al día con estas herramientas. La productividad y la ciberseguridad pueden estar en juego, por lo que expertos recomiendan darles prioridad a las capacitaciones.


La adaptación forzosa al teletrabajo que implicó la llegada de la pandemia trajo consigo una de las mayores revoluciones recientes para el mundo laboral, cuyas consecuencias persisten hoy en día más allá de la normalización de la situación sanitaria.

Un estudio realizado recientemente por WeWork, empresa que ofrece espacios flexibles de trabajo, junto a Michael Page, firma de recursos humanos, entrega estadísticas interesantes de lo que ha significado la irrupción del trabajo híbrido desde la llegada de la pandemia.

Según el informe, más del 50% de los trabajadores indica que el modelo híbrido trajo beneficios en su salud mental, productividad y procesos creativos. Además, el 87% de los sondeados manifestó sentirse más feliz y saludable, compartiendo su jornada de trabajo entre la oficina y su casa, y un 84% señaló que la reducción del tiempo de desplazamiento es la principal ventaja de esta modalidad.

“Actualmente, los colaboradores buscan equilibrio entre su vida personal y profesional y agradecen tener beneficios como la flexibilidad”, opina Víctor Parra, country manager de WeWork Chile.

A pesar de esas cifras alentadoras, lo cierto en que la modalidad de trabajo híbrida también ha puesto en manifiesto y potenciado una necesidad cada vez más indispensable: la de la alfabetización digital de los trabajadores. Si bien este problema existía desde antes, el teletrabajo dejó a muchas personas solas en sus casas enfrentando el desafío de aprender a usar y dominar ciertas tecnologías.

El teletrabajo puso a prueba a muchos colaboradores con respecto a sus competencias digitales.

“Sin duda, subirse a este barco de la digitalización para muchos ha sido un trabajo sumamente difícil, sobre todo para aquellos que no estaban acostumbrados a hacer uso de herramientas digitales en su trabajo, y probablemente pudo ser aún más compleja su aplicación en esta nueva era donde el teletrabajo comenzó a aplicarse de un día para otro”, comenta Cristóbal della Maggiora, cofundador de Betterfly y miembro de G100, organización que promueve el emprendimiento.

Víctor Parra lo complementa: “Durante el inicio de la pandemia, que nos tomó a todos por sorpresa, fue complicado enfrentarse ante este nuevo escenario donde nos vimos obligados a trabajar desde la casa y algunos colaboradores no estaban preparados para hacer los procesos de manera digital”.

Las consecuencias de este analfabetismo digital pueden ser diversas en una empresa, dificultando la productividad o incluso amenazando la ciberseguridad de la compañía en temas como protección de datos.

Víctor Parra, Country Manager de WeWork Chile, destaca la flexibilidad que da el régimen híbrido.

“En caso de que un colaborador no sepa usar las herramientas digitales será más difícil cumplir con sus labores y, por ende, se demorará más en realizar sus tareas diarias, con el riesgo además de cometer errores más frecuentemente que las personas que sí están familiarizadas con estos procesos digitales. Por otro lado, es más propenso a caer en problemas de ciberseguridad, por no saber reconocer qué tipo de correo electrónico es seguro, o si un enlace es de un sitio web auténtico y no falso”, opina Parra.

Capacitando a los mayores

Bajo el contexto de esta problemática, es lógico pensar que uno de los grupos más expuestos a este tipo de dificultades es el de los colaboradores de más edad. El estudio “Empleabilidad en personas mayores”, realizado por Pacto Global, la OIT y Sura, indicó que el 98% de las personas mayores tuvieron que aumentar el uso de internet a partir del confinamiento por el Covid-19. Además, el informe identificó que algunos de los principales obstáculos para la participación de las personas mayores de 50 años en el empleo asalariado formal son las brechas en la digitalización y el alcance limitado de los procesos de capacitación.

Aunque este tipo de datos pueden ser desalentadores en cuanto a las capacidades laborales de personas mayores, los expertos coinciden en que no es razón para dejarlos fuera del mundo del trabajo, sino que una razón para invertir en su capacitación.

“Las personas mayores aportan conocimiento y experiencia, conocen en profundidad su lugar de trabajo durante años y sabemos que guardan lealtad hacia este. Trabajar en su capacitación digital resulta ser un aporte para la empresa porque continúan entregando sus conocimientos, experiencia y trabajo”, dice Víctor Parra.

"(A la hora de hablar de capacitación digital) más que pensar en la edad, debemos tomar en cuenta el valor de los trabajadores, destacar sus puntos fuertes y potenciar los más débiles", cree Cristóbal della Maggiora, cofundador de Betterfly.

Cristóbal della Maggiora agrega al respecto: “Hay herramientas que manejan de mejor manera las personas mayores, y otras los más jóvenes. Es por ello que más que pensar en la edad, debemos tomar en cuenta el valor de los trabajadores, destacar sus puntos fuertes y potenciar los más débiles. En este sentido, es importante también tomar en cuenta que se debe potenciar la alfabetización digital sin ningún tipo de discriminación, promoviendo la inclusión al interior de las organizaciones, dando oportunidades a todos quienes quieran aprender, y sin dejar a ningún grupo fuera de los nuevos lineamientos y procesos que vive la empresa”.

Ambos coinciden en la importancia de cursos e instancias de capacitación para ir desarrollando este tipo de habilidades. Parra propone que primero las empresas hagan un diagnóstico del estado de conocimiento de sus colaboradores con respecto a las herramientas digitales que tienen que usar. “Una vez obtenida esta información, se debe analizar quiénes son las personas que necesitan mayor capacitación y quiénes menos. Y ya con esas conclusiones se puede entrar a pensar y organizar cursos personalizados”, dice.

“Es fundamental tomar en cuenta que estas habilidades digitales no se aprenden de un día para otro. Este proceso de aprendizaje y de alfabetización digital debe ser gradual, por lo general se va aprendiendo con la práctica y en la medida en que uno hace uso de las diversas herramientas digitales”, acota della Maggiora.

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