“Chile vive un momento político complejo”: el duro análisis del gerente general de Empresas Copec
El gerente general de Empresas Copec, controlado por el grupo Angelini, Eduardo Navarro, realizó una cruda lectura sobre la situación política y económica del país. A través de una columna publicada en una revista interna, el ejecutivo abordó la urgencia de enfrentar la mentalidad cortoplacista imperante, priorizando decisiones de largo plazo, que apunten al bienestar de las futuras generaciones.
El gerente general de Empresas Copec -controlado por el grupo Angelini-, Eduardo Navarro, hizo un crudo análisis sobre la situación política, económica y social que atraviesa el país.
A través de una columna en la revista corporativa interna, el ejecutivo sostuvo que “hoy en día, además, está resultando cada vez más difícil aunar voluntades y alcanzar acuerdos mayoritarios que, reconociendo genuinas diferencias, sean capaces de concebir un horizonte común, un futuro mejor para todos”.
“Chile vive un momento político complejo. El deterioro de la convivencia cívica es evidente. Una actividad política que busca la recompensa inmediata ha sido estéril en articular respuestas a los dolores sociales de la población. Lo anterior nos ha mantenido en un estancamiento económico que está hipotecando las oportunidades de crecimiento y, por consecuencia, retrasando proyectos de vida y postergando las posibilidades de bienestar para nuestra sociedad”, acotó.
Hoy la multinacional Empresas Copec posee activos productivos en 16 países y que “moviliza, a nivel global, una economía cercana a los US$30 mil millones, comparable al PIB de un país como Islandia”, destacó Navarro.
A su parecer, este escenario tan desesperanzador no es sólo un fenómeno local. “La falta de voluntades para promover consensos ha permitido la irrupción de personalismos que han erosionado la convivencia democrática. De hecho, según un sondeo realizado en 2023 en Latinoamérica y recogido por la revista The Economist, una parte importante de las nuevas generaciones no conoce un sistema distinto al democrático y, por tanto, no valoran a este último. En este contexto, de no haber un cambio en la percepción de los jóvenes, el apoyo a la democracia seguirá disminuyendo en la medida de que nuestros adultos mayores ya no estén”, añadió Navarro.
Según él, uno de los factores determinantes es “el cortoplacismo, un enemigo silencioso que ha permeado en todos los aspectos de nuestra sociedad moderna y que se alza como uno de los grandes males de nuestro tiempo”. “Una mentalidad que prioriza los beneficios inmediatos sobre las repercusiones a largo plazo”, complementó.
“En el ámbito político, el cortoplacismo se manifiesta en la búsqueda de victorias electorales, en lugar de la elaboración de políticas que aborden desafíos estructurales y fomenten un bienestar duradero para la sociedad. Asimismo, este representa una amenaza para el medioambiente, ya que impulsa la explotación desenfrenada de recursos naturales y la degradación del ecosistema. Así, la falta de consideración por las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones está acelerando el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”, advirtió.
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