Los inversionistas se irán volcando hacia los océanos en búsqueda de oportunidades hacia la próxima década

Los inversionistas estiman que los océanos serán una de las inversiones más relevantes de aquí a 2030. Foto: © Justin Hofman / Greenpeace
Los inversionistas estiman que los océanos serán una de las inversiones más relevantes de aquí a 2030. Foto: © Justin Hofman / Greenpeace

Según un estudio de Credit Suisse, el valor de los activos oceánicos globales supera los US$24 billones (millones de millones), donde los sectores que podrían ofrecer las mejores oportunidades son los relacionados al cambio climático, la lucha contra la contaminación marina y el fomento de la pesca y de la acuicultura sostenibles.




Los océanos del mundo irán convirtiéndose en una de las áreas de inversiones financieras más importantes de aquí a 2030.

Así lo revela el estudio "Inversionistas y la Economía Azul", elaborado en conjunto por el banco de inversión suizo Credit Suisse y el medio especializado en la temática de medioambiente, sociedad y gobernanza (ESG), Responsible Investor.

Para ello, encuestaron a 328 personas de 34 países, de las cuales la mitad proviene de Europa, donde el 59% son administradores de activos y el resto propietarios de activos. En total, acumulan activos bajo administración (AuM, por sus siglas en inglés) por más de 50.000 millones de euros.

Este es el primer estudio que analiza el interés y la concienciación de los inversores hacia la denominada economía azul sostenible. Según el Banco Mundial, ella consiste en "el uso sostenible de los recursos oceánicos para el crecimiento económico, la mejora de los medios de vida y el empleo, y la salud del ecosistema oceánico".

En ese contexto, el documento de 24 páginas consiga que entre los inversores consultados el interés en las inversiones sostenibles de la economía azul es alto, pero la experiencia en la industria es baja.

Además, cita que "la economía azul sostenible está preparada para un aumento de importancia en la próxima década, con más de un tercio de los inversionistas encuestados que la ven como uno de los temas más importantes en 2030".

El análisis también arroja que tres de cada cuatro inversionistas encuestados no han evaluado sus carteras por su impacto en el océano y el 21% desconoce por completo la exposición y el riesgo del océano en un contexto de inversión. Por ello, recomiendo el estudio, "evaluar su cartera y comprometerse con las compañías participadas en temas oceánicos son pasos impactantes que los inversores ya pueden tomar, reduciendo el riesgo para las carteras y el medio marino".

En tanto, casi un tercio de los propietarios de activos no abordan en absoluto la economía azul sostenible en sus inversiones actuales, lo que destaca la necesidad de informar mejor a los inversores sobre la importancia de garantizar un océano sano y resistente y los riesgos asociados con los negocios.

El valor y las oportunidades

Para Marisa Drew, CEO del departamento Impact Advisory and Finance de Credit Suisse, "además de ser el mayor depósito natural de carbono del planeta, nuestros océanos son una fuente importantísima para el sustento económico de millones de personas. El valor de los océanos como activo a escala global se estima en más de US$24 billones (millones de millones), lo que los convierte en la 7a economía del mundo en términos de PIB".

Añade que "resulta paradójico que, a pesar del creciente interés que los inversores han expresado en relación con las oportunidades en este ámbito, los océanos sigan siendo a día de hoy uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas con menos inversión, en especial, desde el punto de vista del capital privado. Creemos que la importancia que tiene este tema de inversión emergente para los inversores aumentará considerablemente en los próximos años".

Por su parte, Dennis Fritsch, investigador en Responsible Investor, indica que "la transición del enfoque actual, destructivo y cortoplacista con respecto a los activos de los océanos hacia una economía azul sostenible que cuide el medioambiente presenta una magnífica oportunidad de inversión".

El investigador agrega que "la sociedad y los gobiernos están reaccionando ante el alarmante estado en el que se encuentran los océanos; sin embargo, no se sabe mucho sobre la concienciación de los inversores respecto al impacto de sus inversiones en el mar y cómo esto podría llegar a afectar al rendimiento y al valor de sus carteras. Por ello, hemos querido saber si se dan las condiciones para que el capital privado fluya hacia la utilización sostenible de los océanos. Y, en caso negativo, qué habría que cambiar".

La importancia de la economía azul seguirá creciendo, ya que se espera que se expanda al doble de la tasa de la economía tradicional para 2030, mientras que actualmente ya aporta US$2,5 billones al año en producción económica.

Si bien la pesca comercial, que durante mucho tiempo fue un motor de ingresos e inversiones relacionados con el océano, está en gran parte explotada o sobreexplotada, el estudio señala que existen muchas otras oportunidades de inversión y/o que están surgiendo en otros sectores de la economía azul.

En ese escenario, los sectores que albergarían las mejores oportunidades de inversión son: la mitigación y adaptación al cambio climático (principalmente a través de energías renovables marinas), abordar la contaminación del plástico marino (y otros), junto con el apoyo a la pesca y la acuicultura sostenibles.

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