El abogado,  socio principal y fundador de Grasty Quintana Majlis & Cía., Michael Grasty, acaba de incursionar en un nuevo negocio junto con su hija Andrea: el de las joyas de lujo. Hace algunos meses decidieron traer a Chile directamente desde España la marca Aristocrazy, enfocada en un público joven pero que a la vez busca el lujo en los accesorios.

Grasty confiesa que este nuevo emprendimiento es parte de lo que están viviendo las nuevas generaciones. "Como abogado tengo un perfil distinto a esto, sin embargo me he ido aproximando al mundo del retail desde hace unos cinco o seis años en mi calidad de director del Grupo Corso (ligado a Teresa Solari) por lo que no es un mundo ajeno, sin embargo sí estoy ajeno a este mundo que es el de los jóvenes".

APUESTA POR LA GENERACIÓN MILLENNIAL

"Los jóvenes están mirando al mundo de una perspectiva distinta y me parece muy sano y positivo que así sea. Desde mi punto de vista, lo que me corresponde es apoyar a que esto ocurra", agrega Grasty, quien se refiere a esta generación como los millennials.

Andrea, por su parte, estaba trabajando en Walmart cuando decidió buscar un proyecto propio. "Estudié ingeniería comercial para tener las herramientas para el minuto en el que llegara la hora de tener algo mío. Llegó la oportunidad y se lo propuse a mi familia, pero al principio busqué otros inversionistas y no me funcionó, y la última opción fue presentárselo a ellos, quienes me apoyaron", cuenta.

"La marca llegó a Chile a través de la familia Zozaya, ya que Beatriz Zozaya trabajaba en mi oficina. El día que se iba yendo le pregunté qué iba a hacer, y me comentó que lo que realmente le fascinaba era el mundo de la moda y que iba a traer unas marcas españolas a Chile y la puse en contacto con Andy, ellas se juntan y nació esto", cuenta Grasty quien es principal inversionista en el proyecto.

"Se nos dio la oportunidad y cuando se te presenta una oportunidad de emprendimiento hay que tomarla", cuenta Andrea.

Junto con su padre coinciden en que hay una oportunidad en el mercado de Chile en los accesorios. "Está la bijouterie y la alta joyería, y hay un nicho importante entremedio que no está cubierto, que es una marca de joyas, de un precio accesible y que lleva las joyas a la moda; como quien se compra un par de botas se puede comprar un collar entretenido, unos aros bonitos y que siguen siendo una joya, no una bijouterie, una lata o algo que se va a desteñir", afirma Andrea.

LOS SUÁREZ Y LOS GRASTY: HISTORIAS FAMILIARES EN NEGOCIOS

Entre las razones del abogado para apostar por este nicho se encuentran que tanto en su familia como en la familia Suárez - dueños de la marca Aristocrazy - los hijos han buscado sus propios rumbos.

En el caso de los Suárez, la primera joyería que lleva este nombre se instaló en Bilbao en la década del 40.  Los hijos del matrimonio, Benito y Emilio se hicieron cargo de la tienda que años más tarde se convirtió en la principal joyería del país y la oficial de la corona española.

En 2010, el negocio familiar buscó un nuevo mercado con esta marca llamada Aristocrazy -a cargo de Juan Suárez de 28 años- y hoy ya abrió tienda en México, Portugal y Chile, y próximamente lo harán en Cancún y Rusia.

Grasty estuvo en España con los hermanos Suárez, historia que para él tiene un símil con lo que está pasando en su familia ya que su otro hijo, abogado, también decidió emprender un negocio propio.

 "Para ser honesto, me pareció un producto extraordinariamente novedoso. De hecho, la historia de la familia Suárez está relacionada con lo que está pasando en mi familia porque como dice Andy,  la familia Suárez es la familia joyera de España. La tradición de ellos es la antigua joyería con diamantes importantes, mientras que Aristocrazy nace como un emprendimiento de los jóvenes de la misma familia que dicen 'papá,  no queremos seguir esta línea tradicional', y los papás afortunadamente aceptaron esto sin entender mucho los códigos de lo que está pasando", cuenta.

Respecto a la proyección, el abogado adelanta que si los timings de los ibéricos calzan, buscarán más mercados para abrir tiendas.

"Lo que hay acá es un contrato entre Aristocrazy España y una sociedad nuestra que está en Chile, y en principio el territorio es nuestro país, pero estamos viendo la posibilidad de ir a otros lugares de América Latina dependiendo de los timings. Siento que nosotros somos socios de los Suárez, por lo tanto, los lugares donde vamos a ir será una decisión conjunta con ellos", agrega.