Agustín Edwards Eastman murió este lunes a los 89 años debido a una enfermedad que lo tuvo en un complicado estado de salud en el último tiempo.

"Doonie", como era conocido por sus más cercanos, era nieto de Agustín Edwards Mac-Clure, fundador de El Mercurio, y heredó de su padre la propiedad del conglomerado que incluye El Mercurio de Valparaíso, La Segunda, Las Ultimas Noticias y Emol, entre otros medios.

Edwards cursó estudios de Derecho en la Universidad de Chile y luego se tituló como bachiller en asuntos públicos e internacionales en la Universidad de Princeton.

Su llegada al mundo de la prensa se dio en el International Herlad Tribune de París y en The Times de Londres. Después volvió a Chile para trabajar  como periodista de la sección internacional de El Mercurio, y más tarde pasó a ejercer como editor asistente de La Segunda y LUN. En la década de los '80 llegó a ser el director de El Mercurio, cargo que ocupó hasta 2008.

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El empresario

Edwards, el heredero de uno de los grupos económicos más importantes del país, adquirió participación o control de una serie de empresas en el país a través vehículos de inversión como el Banco Edwards, lo que lo convirtió en 1965 en el sexto hombre con más puestos en directorios en el país.

Ese poder empresarial se amplió a través de la sociedad El Mercurio SPA. Al momento de su muerte, sin embargo, los principales activos del holding serían propiedades agrícolas y el emblemático diario del mismo nombre.

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A comienzos de los años '50, el empresario fundó la Compañía Nacional de Turismo Aéreo (Cinta), que apuntaba a transportar carga de mineras estadunidenses. Aunque la compañía quebró, Edwards y sus socios crearon en 1958 una nueva aerolínea: Línea Aérea del Cobre (Ladeco).

A raíz de su herencia familiar, el propietario del holding entró al directorio de la Compañía Cervecerías Unidas, CCU, lo que culminó con la comercialización de los productos de Pepsi en el país. Un asiento en el directorio de la Universidad Federico Santa María también fue parte de la herencia, aunque terminó saliendo del mismo bajo presión del estudiantado de la casa de estudios, luego de realizar una serie de inversiones que despertaron sus críticas, según una investigación de Víctor Herrera, condensada en el libro "Una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio".

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Luego de que su familia se autoexiliara en 1970, el empresario ejerció como vicepresidente de Pepsico y presidente de Foods International.

En 1979, el grupo Edwards compró el Banco de Constitución, que cambió de nombre el año siguiente a Banco A. Edwards. Para financiar esta operación, el empresario liquidó sus posiciones en CCU, Ladeco, Compañía Industrial y un 20% que poseía del Banco del Trabajo.

Este banco fue comprado en el año 1986 por Jacob e Isaac Ergas –aunque la familia del dueño de El Mercurio mantuvo una participación significativa– y finalmente en 2001 se fusionó con el Banco de Chile, a dos años de que el grupo Luksic ingresara a la firma con una participación mayoritaria.

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La década de los '90 trajo un giro en la estrategia empresarial de Edwards hacia la compra de propiedades agrícolas al sur del país, al punto que para el año 2000 la empresa Agrícola Santa Isabel –la sociedad que creó para administrar estos activos– contaba con la propiedad de más de 5.000 hectáreas. Más adelante compró 500 hectáreas en la zona centro de Chile.