El mero indicio de que la Reserva Federal pueda hacer una pausa en las alzas de tasas el próximo año ha llevado a algunos gestores de capital a volver a mirar hacia los mercados emergentes, empezando por los activos más golpeados.
Aberdeen Standard Investments, Schroders y BlackRock están mirando los activos con renovado interés después de que el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, dijese la semana pasada que hay "algunas manifestaciones" de que la economía mundial se está enfriando.
Un ritmo más lento de los aumentos de tasas debilitaría el dólar y ayudaría a los mercados emergentes, que atraen a los inversores al pagar rendimientos más altos para compensar un mayor riesgo.
"Una Reserva Federal en pausa es una marea creciente que puede levantar todos los barcos en los mercados emergentes", dijo Edwin Gutiérrez, gestor en Aberdeen en Londres. Gutiérrez dijo que quería aumentar la exposición a los activos más golpeados, como los bonos de alto rendimiento, la deuda de mercado fronterizo y las monedas de países en desarrollo.
Clarida dijo la semana pasada que la Fed se está acercando a un nivel neutral y citó la posibilidad de un crecimiento global más lento. Por su parte, el presidente, Jerome Powell, citó la perspectiva de una desaceleración de la demanda global.
Posteriormente, una crisis de los valores tecnológicos arrastró al índice S&P500 a los niveles más bajos en cinco meses y los economistas comenzaron a especular que la economía podría verse sometida a una mayor presión de lo que se pensaba.
Entretanto, las acciones y monedas de los países en desarrollo ampliaron las ganancias de la semana pasada el miércoles debido a la caída del dólar y los menores rendimientos de Estados Unidos.
Si bien el consenso del Comité del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) aún no se ha alejado de nuevas alzas en las tasas -y se espera una nueva subida el próximo mes- una pausa es totalmente plausible el próximo año, según Jan Dehn, director de análisis en Londres de Ashmore Group, que gestiona activos por US$76.000 millones. Dehn favorece los bonos brasileños, las acciones chinas y la corona checa en medio de un escenario más favorable para los mercados emergentes.
Chris Diaz, gestor de cartera de Janus Capital Management en Denver, dice que dado que el crecimiento de EEUU se desacelerará y la inflación se controlará, una pausa de la Reserva Federal es razonable y favorecería monedas beta altas como el rand sudafricano, el real brasileño y posiblemente la lira turca.
"Las monedas de los mercados emergentes están respondiendo", dijo Jim Barrineau, jefe de deuda de mercados emergentes de Schroders en Nueva York. "A medida que obtengamos más confirmación de la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, los inversores se sentirán más cómodos con exposición no estadounidense, y las monedas de mercados emergentes así como la deuda en dólares de los emergentes definitivamente se beneficiarán".