El rápido deterioro de la situación económica del país, producto de la crisis del coronavirus tiene a los consumidores en los niveles más pesimistas desde que hay registro y solo comparable con las secuelas que dejó la crisis social de octubre pasado.

De acuerdo con el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) ) desarrollado por el Centro de Estudios de la Universidad del Desarrollo (UDD), en abril la confianza de los consumidores retrocedió 18,6 puntos, manteniéndose en el nivel “extraordinariamente pesimista”, al llegar a 49,6 puntos, su segundo peor registro desde los 48 puntos que marcó en diciembre último.

La mayor diferencia, eso sí, entre lo que se vivía en los últimos meses del año pasado y lo que se registra ahora, es que en abril se ve también un fuerte deterioro de la situación presente, sumado al impacto en la evaluación sobre el futuro, que se evidenció tras el 18-O.

Así, la confianza en la actualidad (índice coyuntural) disminuyó de forma aguda (74,5 puntos), llegando a 32,8 puntos, pasando del nivel moderadamente pesimista al extraordinariamente pesimista. Por su parte, la confianza en el futuro (índice de expectativas) aumentó marginalmente (1,7 puntos), aunque se mantuvo también en el nivel extraordinariamente pesimista.

En el detalle del índice coyuntural, se ve que la percepción de la situación económica actual disminuyó en 82,8 puntos, hasta 29,7 puntos, pasando del nivel levemente pesimista al extraordinariamente pesimista, debido a un aumento de las visiones pesimistas y una disminución de las visiones neutrales y optimistas. Este nivel es, por lejos, el menor para esta variable, desde que comenzó a hacerse este estudio, en diciembre de 2001.

Por otra parte, la percepción del desempleo actual disminuyó en 59,3 puntos, hasta 40,1, pasando del nivel pesimista al muy pesimista. Este es el menor nivel de esa variable desde febrero de 2016, y se enmarca en un escenario laboral que ha ido aumentando los despidos, reducido las nuevas ofertas laborales y suspedido miles de puestos de trabajo debido a la pandemia. La percepción sobre el empleo también está en línea con el aumento de personas que están saliendo de la fuerza de trabajo, pero que volverían inmediatamente de saber que tendrán un empleo. Estos “desalentados” subieron 63% en el último año, de acuerdo con las cifras de la encuesta de Empleo del INE.

Futuro. La percepción de la situación económica futura avanzó 13,2 puntos, aunque manteniéndose en el nivel extraordinariamente pesimista. Este leve avance puede relacionarse a las expectativas del mercado, que ven que el próximo año habría un fuerte repunte de la economía, tras la caída que se espera para el presente año.

Sin embargo, según los encuestados, estas expectativas no se traducirían automáticamente en una mejora de igual magnitud del escenario laboral. De hecho, la percepción del desempleo futuro retrocedió 19,9 puntos, pasando del nivel muy pesimista al extraordinariamente pesimista.