“Desde su fundación, la UC Temuco ha procurado generar una agenda de vinculación territorial intensiva, que le ha permitido cualificar el desarrollo de sus actividades académicas en apego a las características y necesidades de la región de La Araucanía, cobrando especial relevancia los desafíos educacionales del territorio; el desarrollo y afirmación del pueblo y cultura Mapuche; los recursos naturales presentes en la región; el patrimonio artístico y cultural; entre otros ámbitos”, afirma el Dr. Aliro Bórquez Ramírez, Rector de la Universidad.

En una Región nutrida en cautivantes paisajes, multicolor flora, particular fauna y una destacada producción de alimentos, la UCT se inspira en este ecosistema para preparar a sus futuros profesionales en la investigación y tecnología aplicada relacionada al medioambiente, logrando con sus estudiantes y docentes interesantes proyectos de análisis y mejoras en agricultura, calidad del aire, limnología, comercialización sustentable, planificación territorial, sólo por mencionar algunos.

Mención especial tiene su vasta experiencia en formación de profesores y profesoras que hoy dicta cátedra en todo Chile, así como también aquellos profesionales de las ciencias sociales y humanidades que destacan por su formación y alto nivel de sus investigaciones.

La UCT otorga becas y créditos, externos y propios; está adscrita a la gratuidad universitaria; reconoce el esfuerzo a través de cupos de admisión especial, incluyendo el programa Ingenieras UCT.

Más de 10 mil estudiantes durante todo el 2020 han vivido la experiencia de pertenecer a esta comunidad académica, la que no sólo está respaldada por más de 300 académicos de planta con perfeccionamiento y formación en Posgrado, sino que además se preocupa del crecimiento personal y espiritual, procurando proteger el Sello Institucional que marca valóricamente a cada miembro de esta casa de estudios.

Los cinco campus que componen esta casa de estudios son símbolo de tradición y diversidad en la ciudad de Temuco: el vínculo humano con la naturaleza y la fauna en el campus San Juan Pablo II; el patrimonio urbano de la Casona Malmus en el campus Monseñor Alejandro Menchaca Lira; la variedad de espacios para el estudio y la cultura que brota en el Aula Magna del campus San Francisco; entre algunos lugares comunes de la universidad.

Con el afán de dar oportunidades de estudiar a quienes más lo añoran, la UCT otorga becas y créditos, externos y propios; está adscrita a la gratuidad universitaria; reconoce el esfuerzo a través de cupos de admisión especial, incluyendo el programa Ingenieras UCT, creado para fomentar el ingreso de mujeres en carreras profesionales o técnicas de las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.

En resumen, la UCT abre sus puertas a todas y todos, con miras a la formación de profesionales con perspectiva transformadora para el bienestar y progreso educacional, productivo y medioambiental, pero por sobretodo, el desarrollo personal de sus estudiantes actuales y futuros.