Con el rápido crecimiento de la población mundial, no son pocos los que plantean el impacto en la depredación de los recursos naturales y el avance de la pobreza. Pero no necesariamente es así. Según un informe presentado por varios expertos -entre ellos, Jeffrey Sachs- hace unas semanas a la ONU, la erradicación de la pobreza en 2030 es una meta cada vez más alcanzable, gracias a una herramienta clave: la tecnología.

"Gracias a las poderosas fuerzas de avances tecnológicos y el rápido crecimiento en economías emergentes en muchos países de bajos ingresos, ahora es posible - aunque lejos de ser seguro - imaginar… terminar con la pobreza extrema", asegura el informe realizado por más de 70 expertos.

Para el año 2030, podría existir un mundo donde todos los hogares satisfagan sus necesidades básicas de ingreso, comida, salud e infraestructura básica. Para el año 2030, podría existir un mundo sin pobreza extrema, según los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas.

Esta meta ha sido respaldada también por el Banco Mundial, que estima que hoy todavía hay 1.200 millones de personas en el mundo en extrema pobreza - 21% de la población en desarrollo en 2010.

Uno de los rostros que hizo esta meta conocida a principios de año fue el cantante Bono, del grupo U2, quien ha dedicado su carrera musical a luchar contra de la pobreza. En una conferencia TED, en Long Beach, California, Bono indicó hace un par de meses que si continúa la tendencia actual de disminución de pobreza, se lograría el objetivo para alrededor de 2028 a 2030.

El cantante indicó que el número de personas que viven con menos de US$1,25 por día ha disminuido del 43% en 1990, a 33% en 2000 y a 21% en 2010.

ALGUNOS CASOS
La comunidad de Lerida, en Honduras, no tenía acceso a una fuente estable de agua limpia. Las mujeres y niños debían caminar kilómetros para recolectar agua para sus familias. En 2006 esto cambió, luego de que se le entregara dos aparatos al pueblo, conocidos como Slingshot, que podían transformar cualquier tipo de líquido - sin importar lo sucio o contaminado que estuviera - en agua potable.

Con más de 783 millones de personas sin acceso a agua alrededor del mundo, tecnología como esta esperan eliminar millones de muertes cada año relacionadas con enfermedades transmitidas por el agua.

Este es sólo un solo ejemplo. Cada vez hay mejores tecnologías que están solucionando los problemas cotidianos de personas en pobreza extrema.

El progreso tecnológico ha hecho incluso menos necesarios algunos recursos naturales que antes eran cruciales. "Los automóviles modernos consumen menos gasolina… El reciclaje permite utilizar de nuevo algunos recursos no renovables. El desarrollo de combustibles alternativos, como el etanol, en lugar de la gasolina, nos permite sustituir recursos no renovables por recursos renovables", dice el conocido libro de estudio del economista Gregory Mankiw.

INVENTOS PARA LA HUMANIDAD
Pero lo importante no es sólo tener tecnología, si no la posibilidad de que esta sea accesible. "Los rápidos cambios tecnológicos, particularmente en información y tecnologías de la comunicación, están intensificando la integración de la economía mundial… ofreciendo oportunidades sin precedentes para que países de bajos ingresos se sumen a un sistema de producción internacional", asegura el informe de Naciones Unidas.

Uno de los ejemplos más globales de un artefacto tecnológico que ha cambiado la vida de las personas es el sistema de micro financiamiento llamado M-Pesa. Este servicio permite depositar, transferir o retirar dinero fácilmente a través de teléfonos celulares.

Uno de los sistemas de pago móvil más desarrollados del mundo, M-Pesa tiene más de 17 millones de clientes en África sub-sahariana, especialmente en Kenia y Tanzania. Así, trabajadores que quieren traspasar parte de su sueldo a familiares, pero no viven con ellos ni tienen cuentas bancarias, puede hacerlo fácilmente a través de sus teléfono.

La lista es interminable. Carne sintética que reemplaza al ganado, dispositivos que ayudan a al auto-diagnóstico y reemplazan a doctores, cultivo vertical auto-sustentable en áreas urbanas, robots semi-automáticos que realizan los trabajos difíciles y peligrosos de la agricultura, la utilización de genes de animales y cultivos para acelerar el proceso de extracción o reproducción, etc.

SURGIR CON LA CONEXIÓN
Pero no se trata sólo de inventos sino de la tecnología en general. La digitalización es la adopción en masa de la tecnología digital conectada y aplicada por consumidores, empresas y gobiernos. La digitalización es algo que está ayudando a los países emergentes a surgir económicamente.

Según un informe de Booz & Company, "la digitalización de países emergentes podría entregar hasta US$6,3 billones (millones de millones) en PIB nominal adicional y 77 millones de empleos nuevos durante los próximos 10 años". Esto requerirá un enorme esfuerzo público y privado para llevar la digitalización a los más pobres del mundo; a aquellos en la base piramidal.

Conclusiones de la consultora indican que duplicar la cantidad de digitalización en los lugares más pobres dentro de los próximos 10 años se traduciría en un aumento del PIB nominal de US$4,4 billones (ver gráfico), y 64 millones de empleos nuevos para los grupos marginales. "Esto permitiría a 580 millones de personas salir de la línea de la pobreza", recalca el informe.

UN FUTURO OPTIMISTA
Gracias a los avances tecnológicos en los últimos años, hemos podido dejar atrás la imagen de un futuro oscuro, describen algunos. "Estamos ganando velocidad, no desacelerándonos. Estamos floreciendo, no marchitándonos, a medida que utilizamos el mejor recurso natural en el planeta: el ser humano", dice el escritor Byron Reese en su libro "Progreso Infinito", publicado en marzo de este año. Para él, internet y la innovación tecnológica terminarán no sólo con la pobreza sino con el hambre, las enfermedades, la ignorancia y la guerra.

Similar es la postura del científico Peter Diamandis y el escritor y periodista Steven Kotler. En su ya famoso libro "Abundancia: El futuro es mejor de lo que piensas" (publicado el año pasado), explican que la caída en el costo de la tecnología nos está llevando a un mundo de abundancia.

"Tecnologías en crecimiento exponencial van a permitirnos lograr mayores beneficios en las próximos dos décadas que en los últimos 200 años", explica el libro. El mayor desafío es lograr que esta abundancia logre llegar a todos los rincones del mundo.