Voluntariado corporativo se instala entre las empresas chilenas

Empoderamiento, es una palabra muy de moda en las áreas de Recursos Humanos de las grandes compañías al referirse a una forma ideal en que los trabajadores se relacionan con su empleador.
Pero ésta no sólo se refiere al negocio. Puede llegar también a las áreas de sustentabilidad, especialmente a los programas de RSE (responsabilidad social empresarial) que tengan las mismas organizaciones. Es aquí donde nace lo que se denomina como “voluntariado corporativo”.
De acuerdo a la Encuesta Nacional de Voluntariado, realizada por la Fundación Trascender y GFK Adimark en 2015, sólo un 12% de la población del país realiza acciones de voluntariado. Lo preocupante es que esta cifra se ha mantenido estable a lo largo de los años, teniendo mínimas variaciones desde 2009 a la fecha.
Debido a esto, la compañía puede ser un buen motor para que la cifra de voluntariado suba. Bajo este concepto, son los mismos trabajadores los que se empoderan y entusiasman con alguna iniciativa de ayuda hacia la sociedad o específicamente a las comunidades a las que afecta. “Nos dimos cuenta que después del terremoto del 2010, la mayoría de las empresas que se involucraron en la ayuda terminaron muy cohesionadas y orgullosas de lo que habían hecho, al igual que sus trabajadores”, comenta Cristián Goldberg, presidente del directorio de la Fundación Desafío Levantemos Chile.
Dos semanas después del terremoto, Felipe Cubillos comenzó a formar un grupo de ayuda, principalmente en el sector privado, basado en sus contactos y en las ganas de colaborar con las comunidades afectadas. El primer resultado fueron 31 escuelas construidas (20.000 niños volvieron a clases), 615 botes nuevos y reparados, 55 pequeños comercios reparados y 60 casas reconstruidas. El paso siguiente fue crear la fundación, para convertirse en una gran cadena de solidaridad.
Aprovechando la experiencia ganada, crearon un proyecto con Antofagasta Minerals, donde los mismos trabajadores ayudaron a arreglar y pintar a una escuela. “Los empleados quedaron tan contentos al darse cuenta que no todo es dinero, sino que es clave ayudar a la comunidad, que nos dimos cuenta que existe una gran capacidad de voluntariado en las empresas”, señala Goldberg, quien además es presidente ejecutivo de Tecnofast.
El nexo
Con 11 años en Chile, la ONG United Way Chile (UWC Chile) posee un modelo en el cual se configuran como nexo entre las empresas y sus empleados con los beneficiarios de comunidades vulnerables, con un marcado foco en el desarrollo de la familia y los niños en riesgo social. En Chile, actualmente tienen como socios a empresas como P&G, 3M, Xerox, IBM, PwC, GM Chile, Deloitte, Cencosud, Kimberly Clark, Walmart Chile y Brother. “Los jardines infantiles son la plataforma de la intervención, el lugar donde están los niños, las profesoras y además, llegan sus padres. La idea es enseñarles ciertas competencias blandas, como liderazgo y comunicación, que son muy del sector corporativo”, comenta Alejandra Fuenzalida, gerente general de United Way Chile.
La mecánica de esta entidad tiene dos líneas. Por un lado, los empleados de una empresa pueden ir a ayudar a actividades puntales o ser parte de programas de largo plazo. “UW cuenta con diferentes opciones de acuerdo a lo que mejor acomode a cada voluntario, pero en general, la mayoría es gente joven que viene con hambre de hacer cosas y con experiencias desde la educación superior. Ellos consideran a la empresa más que un lugar donde ganar dinero, necesitan llenarse de otras instancias y qué mejor que la misma empresa genere dichas actividades en horario de trabajo”, agrega Fuenzalida.
Incluso, muchas veces las mismas instituciones de ayuda hacen de nexo. Por ejemplo, entre sus tipos de voluntarios, Coanil tiene la categoría de “Corporativo”, que consiste en empresas que tienen dentro de sus políticas el desarrollo de actividades de RSE, y que forman alianzas estratégicas con esta entidad para llevarlas a cabo.
“Para las personas que dedican parte de su tiempo y esfuerzo para trabajar por otros, esta experiencia es enriquecedora en todo sentido. El ser voluntario tiene diversos aspectos positivos, tales como, desarrollar una mayor sensibilidad social, empatizar con realidades distintas a la propia y mejora la autoestima, entre otros”, destaca Luis Villar, Coordinador Nacional de Voluntariado de Coanil.
Por dentro
Pero independiente de terceros que sirvan como bisagra entre los empleados, sus compañías y la gente que necesita de ayuda, muchas empresas han desarrollado fuertes programas de voluntariado que cada vez se institucionalizan más.
Por ejemplo, en el caso de Entel, el Programa de Voluntariado Corporativo abarca diferentes proyectos, donde en muchos, son los propios colaboradores que generan las iniciativas, contribuyendo con ello al bienestar de las comunidades con las que se relacionan. Bajo la modalidad “tengo una idea”, detectan una necesidad o problema en su comunidad y postulan a un fondo de la empresa -el cual puede llegar a $2.000.000- para poder llevarlo a cabo. Hasta la fecha, se han beneficiado 345.556 personas y se han realizado 109 proyectos como parte de este programa: Este 2016 se concretarán otras 37 ideas más a lo largo de todo Chile.
“En Entel existe un compromiso hacia las comunidades y las personas. Gracias al voluntariado, logramos generar liderazgos, compañerismo y camaradería dentro de los colaboradores de la compañía. Además, las personas trabajan más felices y comprometidas con Entel y sus valores”, comenta Manuel Araya, gerente de Regulación y Asuntos Corporativos de Entel.
Por su lado, con el objetivo de prolongar y masificar el modelo Cero Residuos al Relleno Sanitario, este año Unilever comenzó el programa “Escuelas Cero Residuos”. El programa está enfocado en la educación en sustentabilidad y en línea con el Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educativos del Ministerio del Medio Ambiente, y se realiza a través de un proceso de acompañamiento a los establecimientos educacionales por un período de dos años, a través de voluntariado corporativo de los propios trabajadores de la compañía.
La primera fase se está desarrollando en cuatro escuelas de la comuna de Quinta Normal, llegando a 2.500 estudiantes, 200 profesores y 1.800 familias, donde los colaboradores de Unilever asisten periódicamente para transmitir buenas prácticas en sustentabilidad, que luego los miembros de la comunidad educativa replican en sus hogares. “Son los propios trabajadores de Unilever los que asumieron el compromiso de transmitir lo que ellos día a día aplican en su trabajo, ser conscientes de los residuos que generamos y tratar de que cada día sean menos”, comenta Hans Eben, director gerente general de Unilever en Chile.
En el caso de Chilexpress, sus mismos trabajadores crearon en 2015 un Comité de Voluntariado para apoyar a Coaniquem, entidad que ayuda a más de 8.000 pacientes al año. El voluntariado se inició con una etapa de sensibilización sobre la labor de Coaniquem, y luego se conformó un comité con 10 colaboradores estables provenientes de distintas áreas de la compañía, quienes se comprometieron a participar en las iniciativas que se realizan en el centro de atención que la fundación tiene en Santiago, en la comuna de Pudahuel.
Desde el inicio del programa, el equipo ha realizado numerosas acciones enfocadas en los niños que se atienden en la fundación. Como ejemplo, durante las vacaciones de invierno 2015, un grupo de niños de Coaniquem participó en una exclusiva función de cine preparada para los hijos de los colaboradores. Asimismo, en la víspera de Navidad se realizó una intervención cultural al interior del Centro de Coaniquem, donde los voluntarios recibieron a los niños que llegaron a atenderse con una presentación artística, cuentacuentos, música en vivo y regalos hechos por ellos mismos durante los días previos. “El interés de las personas siempre está presente. Aunque a veces es difícil poder coordinar los tiempos de cada uno de los participantes, han encontrado la manera de mantener el contacto y dividir las tareas de acuerdo a sus intereses y habilidades”, comentó Catalina Ibaceta, subgerente de Compensaciones y Beneficios de Chilexpress.
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