Cámaras trampa en Parque Nacional Puyehue detectan una sorprendente y desconocida fauna

A través de 30 de estas cámaras, Conaf confirmó la aparición de una amplia fauna nativa, aunque también la presencia de especies introducidas.


La detección de puma, zorro, pudú, carancho y güiña, entre las especies nativas, e introducidas como el jabalí, registraron las 30 cámaras trampa instaladas en el Parque Nacional Puyehue por el equipo de guardaparques, técnicos y profesionales de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) Los Lagos.

El sistema de monitoreo permite, junto a la comprobación de estas especies en el área protegida, el poder conocer las amenazas existentes, como en este caso lo constituye el jabalí.

Uno de los aspectos más relevantes de esta tecnología que Conaf aplica a nivel nacional, es que pone en valor la gran labor en conservación que se realiza en estas unidades, donde es fundamental el rol de las y los guardaparques.

Puma. Crédito: Conaf

Así lo destacó el director regional de Conaf Los Lagos, Miguel Leiva, quien señala que “este es el primer monitoreo por cámaras trampas que se realiza en el Parque Nacional Puyehue y donde la instalación de 30 de ellas dio como resultado el constatar la rica fauna existente, como puma, zorro, pudú, dos tipos de güiña. También se pudo ver la presencia de jabalí, animal introducido”.

“Además, los registros confirman la gran frecuencia de la presencia del puma en distintos sectores del Parque. Esto es un gran logro del trabajo de conservación y protección que realizan nuestros guardaparques”, añade Leiva.

Pudú. Crédito: Conaf

El Parque Nacional Puyehue fue creado en 1941 y tiene una superficie de 107.000 hectáreas. Su mayor extensión está en la Provincia de Osorno, en la comuna de Puyehue, Región de Los Lagos. Sin embargo, se prolonga por la zona norte a la comuna de Río Bueno, Región de Los Ríos.

Entre los mamíferos se encuentra el puma, el zorro gris, el quique o hurón, el coipo, la guiña o gato montes, la vizcacha, el monito del monte y el chingue, mientras que por las aves destacan el pato correntino, el carpintero negro, la torcaza, el huet huet el aguilucho, el cóndor, el choroy, la huala, el chercán, y la bandurria.

Detectan especie luego de 90 años

A lo sucedido en Puyehue, se suma un hallazgo revelado en febrero. Dos turistas que recorrían la Reserva Nacional Magallanes captaron las primeras imágenes de un huemul transitando por uno de los senderos de esta área silvestre protegida administrada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF) en Magallanes.

Se trata de un avistamiento de gran importancia para CONAF, debido a que en los 91 años de la Reserva Nacional Magallanes, no se tenía registro visual de su presencia. Solo en 2021, el administrador de la Reserva Nacional Magallanes, Marcelo Martínez, halló unas huellas y fecas de la especie que denotaban su presencia en el sector del río de Las Minas.

Los turistas españoles que avistaron el ejemplar, Víctor Hernández y Roser Aragonés, pudieron captar fotos y un video de más de un minuto de duración, donde se aprecia al ejemplar juvenil detenido ante la presencia humana por el sendero conocido como “Las Lengas”.

Cabe señalar que el año 2021, tras fuertes vientos que se registraron en Punta Arenas y con una diferencia de apenas una semana, se hallaron dos ejemplares de huemul que posteriormente fueron trasladados hasta el interior de la Reserva Nacional Laguna Parrillar.

Huemules 2.JPG
Imagen referencial.

Para el director regional subrogante de CONAF, Mauricio Ruiz, “este primer registro audiovisual del huemul en la reserva permite plantear la existencia de un corredor biológico entre la Reserva Nacional Laguna Parrillar y la Reserva Nacional Magallanes, considerando que la presencia de esta especie en el país abarca desde la región de Ñuble hasta la Península de Brunswick en el extremo austral”.

El director regional (s) señaló que este hallazgo obliga a fortalecer las políticas y medidas de conservación en la Reserva Nacional Magallanes, ya que el impacto de ingreso ilegal de animales domésticos como caballos, vacunos y perros, así como también de personas que ingresan en vehículos motorizados, afectan la integridad del ecosistema que requieren para su supervivencia.

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