“No veo a Dios aquí arriba” y las teorías conspirativas tras la muerte de Yuri Gagarin que incluyen a la KGB: se cumplen 60 años del primer vuelo al espacio

Yuri Gagarin justo antes del despegue.

El 12 de abril de 1961, el cosmonauta ruso se convirtió en el primer ser humano en salir de la Tierra, un hito ensombrecido por su trágica muerte en un accidente, que nunca se pudo aclarar.


“¡Vamos! Adiós, hasta pronto, queridos amigos”.

Con esa frase comenzaba la primera expedición exitosa que llevaba a un ser humano al espacio. El 12 de abril de 1961, poco más de ocho años antes de la llegada a la Luna, el ruso Yuri Alekséyevich Gagarin, un astronauta de origen ruso, se transformó en el primer hombre en viajar al exterior de la Tierra. Lo hizo a bordo de la nave Vostok 1, iniciando lo que se conocería como la carrera espacial, entre Rusia y EE. UU.

Gagarin no fue un astronauta tradicional, provenía de una familia de campesinos. Nacido el 9 de marzo de 1934, en Klúshino, Rusia, nunca imaginó lo que finalmente conseguiría. Trabajó como obrero en su juventud, hasta que a los 20 años se inscribió en un aeroclub. Era el comienzo del camino que lo llevaría a la gloria.

Klaus von Storch, ingeniero aeroespacial y candidato a astronauta chileno, señala que fue un hito tremendamente relevante, “el ser humano siempre ha sido dado a investigar y buscar nuevos territorios, siempre buscar más allá. El hecho de que el sueño de salir de nuestra atmósfera terrestre haya sido logrado, fue tremendo. Y justamente eso está encapsulado entre la competencia que se generó entre la Unión Soviética y Estados Unidos, lo que fue generando muchos hitos”.

José Maza, astrónomo del Centro de Astrofísica Cata y Premio Nacional de Ciencias Exactas, establece que el viaje de Gagarin abrió una puerta grande, enorme, a la exploración del sistema solar, “el hombre pudo viajar a la Luna, desde el espacio pudo hacer observaciones astronómicas que son imposibles desde la Tierra”.

Gagarin tras el viaje se convirtió en una verdadera eminencia. En la imagen, el 11 de julio en Londres, recibido por una multitud. (AP Photo/File)

Un año después, entró en la Escuela Militar de Pilotos de Oremburgo. El Gobierno soviético, en ese entonces, ya realizaba pruebas espaciales con el Sputnik 1 y 2 (este último con la famosa perra Laika). En 1960, Gagarin se presenta para formar parte del programa espacial. De un total de 3.500 inscritos, resultó el primero en la lista, aprobando una serie de exigente pruebas sicológicas y físicas.

Todo fue fue rápido. Luego de un año, ya era el hombre elegido para realizar el vuelo espacial. Este duró en total 108 minutos, de los cuales nueve fueron para entrar en órbita. Mientras se realizaba el viaje, Gagarin tuvo que llevar a cabo una serie de pruebas, como hablar por radio, comer y comportarse de manera normal.

Con el viaje de Gagarin, “se empezaron a lanzar satélites, que eran pequeños robots que observaban automáticamente. El efecto en la astronomía fue enorme. Cambió radicalmente”, añade Maza.

Justamente con motivo de los 60 años del viaje de Gagarin, el Centro de Astrofísica Cata reunió a Maza con el astrónomo de la Universidad de Chile, Diego Mardones, quienes vía YouTube, analizaron y pusieron sobre la mesa, interesantes anécdotas del ruso y la primera expedición del hombre al espacio.

En un inicio todo fue ganando por la Unión Soviética, “con el primer hombre, el primer satélite, el primer animal. Y también la primera mujer, hasta la llegada del hombre a la Luna en 1969. Los americanos le estaban pisando la cola”, añade Von Storch.

Como hito, ¿supera a la llegada del hombre a la Luna?

Esto fue un hito que marcó un antes y un después, afirma el candidato a astronauta nacional. “Demostrar que el ser humano puede cruzar las fronteras del espacio, fue el incentivo de generar nuevos sueños. En el inicio de los 60, el presidente Kennedy dijo que el hombre llegaría a la Luna durante esa década. Eso fue el impulso de generar nuevas competencias y buscar hitos que sean más sorprendentes aún”, añade.

El viaje de Gagarin al espacio, se trata de un hito crucial, “además, al terminar el viaje, se abrió la posibilidad de mandar naves a distintos planetas. El sistema solar cambió totalmente, hay un antes y un después del ruso”, analiza Maza.

El vuelo de Gagarin fue un triunfo para el programa espacial soviético y lo convirtió en héroe nacional. Fue recibido con honores por una multitud en Moscú, también en Polonia, Inglaterra, Brasil, Cuba, Finlandia y Canadá, entre otros. Situación diferente a lo ocurrido en Estados Unidos, donde el presidente estadounidense John F. Kennedy le prohibió el ingreso.

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Neil Armstrong fue el primer hombre en llegar a la Luna. Según Von Storch es difícil comparar ambos hitos “porque uno no hubiera existido sin el otro".

Von Storch añade que es difícil comparar este hito con la llegada del hombre a la Luna, “porque uno no hubiera existido sin el otro. Aunque como hito, me atrevo a decir que es mucho más importante el primer viaje del hombre al espacio, porque es el que permitió llegar después a la Luna, y es el que va a permitir llegar algún día a Marte”.

Algunas fuentes sostienen que el cosmonauta habría dicho durante su vuelo que “No veo a Dios aquí arriba”, aunque en una entrevista en 2006, el coronel Valentín Petrov, amigo de Gagarin, aclaró que él nunca dijo esas palabras y que la cita se originó en un discurso de Nikita Jrushchov en un pleno del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética sobre la campaña antirreligiosa del estado.

De hecho, Gagarin era un católico ortodoxo prácticante, y bautizó a su hija mayor Yelena poco antes de su vuelo espacial. Además, su familia solía celebrar la Navidad y las Pascuas y tenían iconos religiosos en casa.

Interior del departamento de la familia de Gagarin en Orenburg, hoy convertida en museo. Foto: Reuters

Luego dedicó su vida a la política, convirtiéndose en diputado en varias oportunidades. También fue ascendido a coronel. Gagarin falleció a los 34 años, el 27 de marzo de 1968 en un accidente aéreo, mientras realizaban un vuelo rutinario de entrenamiento, junto a un instructor de vuelo, un episodio que nunca quedó lo suficientemente claro.

En 2011, y coincidiendo con el 50 aniversario del vuelo, el gobierno ruso desveló los resultados de una investigación que concluyó que “la razón más probable de la catástrofe fue una maniobra brusca para evitar chocar contra un globo meteorológico. Eso llevaría al avión a un régimen de vuelo crítico y a caer en una espiral descendente”.

Pero hay algunos que dudan de esta versión, y existen otra serie de finales alternativos. Una de ellas apunta a que el instructor de Gagarin sufrió un ataque al corazón, otra a que la cabina se despresurizó, que hubo una falla técnico o incluso que otro avión impactó con el suyo.

Se llegó a afirmar que, al no ser capaz de asimilar el declive de su carrera, Gagarin fue recluido en un sanatorio mental o que fue asesinado por el KGB por haber efectuado un vuelo no autorizado y a una altura inadecuada para un vuelo supersónico. Todo esto no ha podido ser demostrado y tan solo son especulaciones. Al no existir caja negra, las verdaderas causas del accidente nunca se sabrán. 

Lo más probable es que Gagarin y su compañero murieran debido una serie de trágicas circunstancias entre las que se encuentran las dificultades técnicas, el mal tiempo y, posiblemente, algunos errores humanos.

En honor al aniversario de la muerte de Gagarin, hace unos días despegó el cohete Soyuz hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).

“Es el inicio de la carrera espacial del ser humano”, finaliza Von Storch.

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