Soy veterinaria y estas son tres cosas con las que nunca alimentaría a mi perro

Soy veterinaria y estas son tres cosas con las que nunca alimentaría a mi perro. En la imagen, Tiffany Ruiz-Dasilva

Aunque hay alimentos pueden parecer buenos para su mascota, la veterinaria experta en nutrición dijo que algunos pueden acarrear serios riesgos para la salud tanto de las mascotas como de sus dueños.


De seguro que a tu perro le encanta estar cerca cuando cocinas o cuando comienzas a comer. Te mira hipnotizado, te mueve la cola y te sigue a todos lados para que le des de eso tan delicioso que estás comiendo. Pero aunque quisiéramos compartir todo con nuestra mascota, hay alimentos que es mejor no dar.

La veterinaria experta en nutrición Tiffany Ruiz-Dasilva de EE.UU ha sido médica de animales durante 7 años y su misión es “educar tanto a los dueños de mascotas como a los veterinarios sobre la importancia de la nutrición”, señala en su Linkedin.

La nutricionista de animales se ha dedicado a informar a las personas por redes sociales, y en su Instagram cuenta con más de 25.800 seguidores. En un reciente video, Tiffany advirtió de tres cosas con las que nunca alimentaría a su perro explicando que ciertas dietas para mascotas ponen en riesgo a los dueños.

Soy veterinaria y estas son tres cosas con las que nunca alimentaría a mi perro

El bienestar de nuestras mascotas es una prioridad para cualquier dueño responsable, y una parte crucial de este cuidado radica en su alimentación. La tendencia hacia las dietas crudas para perros ha ganado popularidad en los últimos años, impulsada por la creencia de que una alimentación más natural y sin procesar es beneficiosa para la salud de las mascotas. Sin embargo, esta práctica no está exenta de controversias y riesgos, no solo para los perros, sino también para sus dueños.

Uno de los principales riesgos asociados con las dietas crudas es la posibilidad de contaminación bacteriana. La mujer de 35 años explicó que deshacerse de los ingredientes crudos y tener en cuenta las bacterias, sobretodo si hay niños o personas vulnerables en casa, y contar calorías son algunos de sus útiles consejos.

Tiffany Ruiz-Dasilva

1. Huevos crudos

Alimentar a los perros con huevos crudos es una práctica que, aunque bien intencionada, puede acarrear serios riesgos para la salud tanto de las mascotas como de sus dueños. Tiffany explicó que los huevos crudos pueden estar contaminados con bacterias como Salmonella y E. coli, patógenos que pueden causar intoxicaciones alimentarias tanto en perros como en humanos.

Los perros que consumen huevos crudos pueden convertirse en portadores asintomáticos de estas bacterias. Aunque ellos mismos no muestren síntomas, pueden excretar los patógenos en sus heces, lo que aumenta el riesgo de exposición para los dueños y otros animales domésticos. Los niños pequeños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son particularmente vulnerables a estas infecciones.

Además, la veterinaria informó que “los estudios demuestran que la proteína de los huevos crudos es menos digerible que la de los huevos cocidos, por lo que no aporta ningún beneficio”. Y añadió que “la alimentación prolongada con claras de huevo crudas también puede provocar una deficiencia de biotina, lo que provoca problemas en la piel y el pelaje, letargo y otros problemas de salud”.

2. Carne cruda

Alimentar a los perros con carne cruda se ha vuelto una práctica popular entre algunos dueños que buscan ofrecer una dieta más natural y sin procesar a sus mascotas. Sin embargo, la carne cruda puede contener patógenos peligrosos como Salmonella, E. coli, Listeria y Campylobacter. Estos patógenos pueden causar infecciones graves en humanos, manifestándose en síntomas como diarrea, fiebre, calambres abdominales, y en casos severos, enfermedades más serias como la bacteriemia y la meningitis.

“Las dietas basadas en carne cruda también son ricas en grasas. Si bien pueden mejorar potencialmente el pelaje, las dietas ricas en grasas pueden causar problemas gastrointestinales y aumentar el riesgo de obesidad”, dijo la nutricionista de animales.

Los perros que consumen carne cruda pueden convertirse en portadores asintomáticos de estas bacterias. Aunque ellos mismos no muestren signos de enfermedad, pueden excretar los patógenos en sus heces, saliva y entorno. Esto representa un riesgo significativo para los dueños y otras personas en el hogar, especialmente para aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos, como niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

Además de las bacterias, la carne cruda puede contener parásitos como el Toxoplasma gondii, que también puede infectar a los humanos. Estos parásitos pueden causar toxoplasmosis, una enfermedad que puede ser particularmente peligrosa para mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.

“No recomiendo alimentar a los perros con carne cruda porque, según la evidencia actual hasta la fecha, no existe un beneficio claro y existen muchos riesgos”, dijo.

3. Palitos de buey (snack)

Los palitos de buey son una golosina para mascotas de larga duración y rica en proteínas hecha con penes secos de toros o novillos, también conocidos como palitos de novillo, pizca de ternera o palitos de ternera.

“Los palitos de buey son ricos en calorías y contienen unas 90 calorías por cada 15 cm. También se ha descubierto que aproximadamente un tercio de los palitos están contaminados con bacterias como E. coli, Clostridium y Staph (MRSA). También suponen un peligro de obstrucción”, escribió en su Instagram.

Estas bacterias pueden transferirse a los humanos cuando manipulan los palitos, ya sea durante la preparación, el almacenamiento o al dárselos a sus perros. Los dueños pueden contraer infecciones al tocar los palitos y luego llevarse las manos a la boca o a otras superficies de la casa.

Los perros que mastican bully sticks pueden excretar bacterias en su saliva, lo que puede transferirse a sus juguetes, camas y otros lugares donde suelen estar. Si los dueños tocan estos objetos contaminados y luego no se lavan las manos adecuadamente, pueden infectarse con las bacterias presentes.

Además, las golosinas solo deberían representar el 10% de las calorías diarias de un perro, y estos palitos contienen 90 calorías por cada 15 cm.

Esto es lo que hay que hacer

La alimentación cruda es propensa a la contaminación bacteriana y “congelar no mata las bacterias como muchos creen”, dijo la veterinaria. “Estos patógenos seguirán eliminándose en las heces incluso si el perro que consume una dieta basada en carne cruda no muestra signos de enfermedad”.

Alimentos seguros para perros. Foto: Getty Images.

En cambio, Tiffany recomienda que las personas alimenten a sus perros con una dieta comercial de alimentos frescos, ya que ella “cree firmemente que los alimentos frescos son la opción ideal”.

Una dieta comercial de alimentos frescos para perros es un tipo de alimentación que consiste en ofrecer a las mascotas alimentos frescos y mínimamente procesados, formulados y preparados específicamente para satisfacer sus necesidades nutricionales. Estas dietas son elaboradas y comercializadas por empresas especializadas y suelen estar disponibles en formas congeladas, refrigeradas o listas para servir.

Las dietas comerciales de alimentos frescos utilizan ingredientes de alta calidad, como carnes magras, frutas, verduras y granos enteros. Estos ingredientes son frescos y a menudo se obtienen de proveedores confiables y, en algunos casos, de fuentes orgánicas o sostenibles.

A diferencia de los alimentos secos (croquetas) o enlatados tradicionales, los alimentos frescos se procesan mínimamente para preservar la calidad y el valor nutricional de los ingredientes. Esto puede incluir métodos como la cocción a baja temperatura o el uso de ingredientes crudos que luego se congelan para su conservación.

De todas formas, “si opta por la alimentación cruda, recomiendo una dieta elaborada comercialmente, que esté formulada ya sea por un doctorado o veterinario nutricionista garantizando que sea completa y equilibrada”, dijo la Dra. de animales.

Otros alimentos prohibidos para perros

Algunos alimentos comunes en la dieta humana pueden ser peligrosos e incluso mortales para los perros. A continuación, hay algunos de los alimentos humanos más tóxicos para los perros y las razones por las que deben evitarse:

  • Chocolate: Contiene teobromina y cafeína, sustancias tóxicas para los perros que pueden causar vómitos, diarrea, ritmo cardíaco anormal, temblores, convulsiones y, en casos graves, la muerte.
  • Cebolla y ajo: Pueden dañar los glóbulos rojos de los perros, causando anemia. Los síntomas incluyen debilidad, vómitos y problemas respiratorios.
  • Uvas y pasas: Pueden causar insuficiencia renal aguda en los perros. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea, letargo y, eventualmente, fallo renal.
  • Palta: Contiene persina, que puede causar vómitos y diarrea en los perros. Además, el hueso de la palta puede ser un peligro de asfixia.
  • Alcohol: Incluso en pequeñas cantidades, el alcohol puede causar vómitos, diarrea, falta de coordinación, dificultad para respirar, coma y muerte.
  • Edulcorantes artificiales (Xilitol): Se encuentra en productos como chicles, dulces y algunos productos horneados. Puede causar una liberación rápida de insulina, provocando hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre), insuficiencia hepática y muerte.
  • Huesos cocidos: Pueden astillarse y causar obstrucciones o laceraciones en el tracto digestivo del perro.
  • Cafeína: Encontrada en café, té y bebidas energéticas, puede causar hiperactividad, ritmo cardíaco anormal, temblores y convulsiones.
  • Nueces de macadamia: Pueden causar debilidad, depresión, vómitos, temblores y hipertermia.
  • Masa de pan con levadura: La masa puede expandirse en el estómago del perro, causando dolor y potencialmente una ruptura intestinal. Además, la fermentación de la levadura puede producir alcohol, lo que puede llevar a una intoxicación por alcohol.
  • Alimentos salados: El exceso de sal puede llevar a la intoxicación por sal, cuyos síntomas incluyen vómitos, diarrea, depresión, temblores, fiebre alta y convulsiones.
  • Leche y productos lácteos: Muchos perros son intolerantes a la lactosa, lo que puede causar diarrea y problemas digestivos.
  • Nueces (especialmente nueces de macadamia): Pueden causar debilidad, vómitos, temblores y aumento de la temperatura corporal.
  • Carne cruda y huevos crudos: Pueden contener bacterias como Salmonella y E. coli, que pueden ser perjudiciales tanto para los perros como para los humanos que entran en contacto con ellos.
  • Frutas con semillas y huesos: Las semillas y huesos de frutas como manzanas, cerezas, duraznos y ciruelas contienen cianuro, que es tóxico para los perros.

Para asegurar la salud y el bienestar de tu perro, es esencial mantener estos alimentos fuera de su alcance y ser consciente de cualquier otro alimento humano que pueda ser peligroso para ellos. En caso de sospecha de que tu perro haya ingerido alguno de estos alimentos, busca atención veterinaria de inmediato.

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