Casandra Ventura, expareja del rapero Sean “Diddy” Combs, contó el miércoles que tomaba drogas para soportar los abusos a los que la sometía el magnate de la música, y que la llevaron a pensar en el suicidio.

Con el nombre artístico de Cassie, la cantante y modelo —testigo clave del juicio al rapero en Nueva York— ofreció ayer miércoles, por segundo día consecutivo, detalles escabrosos de su relación con Combs, también conocido como Puffy Daddy y P Diddy, antes de someterse al interrogatorio de la defensa este jueves.

Qué dijo Cassie Ventura en el juicio contra Sean “Diddy” Combs

Según su testimonio, sufrió sometimiento, abusos, violencia y participó en “centenares” de orgías salvajes (freak-offs) durante el tiempo que estuvo con Combs.

Tomó drogas como éxtasis, ketamina y cocaína para cumplir con las exigencias del rapero, con el que rompió en 2018, relató.

Asimismo confesó que consumía opiáceos, que tenían un efecto “disociativo y adormecedor”, dijo.

“No quería sentir lo que estaba pasando realmente en mi mente, en mi vida, en tiempo real. Era solo una vía de escape para mí”, agregó.

Quiénes participaban de las freak-offs de Sean “Diddy” Combs

Por las pantallas de la sala del tribunal mostraron los rostros de una docena de hombres, que fueron supuestamente reclutados y pagados para participar en esas “locuras”.

Cassie los reconoció y recordaba los nombres o apodos de casi todos.

“Son prostitutos que hemos utilizado en freak-offs, en Nueva York, Los Ángeles, Miami y en una ocasión en Ibiza, España”, dijo.

Confirmó que había mantenido relaciones sexuales con cada uno de ellos, en presencia de Combs.

“Ese era mi trabajo (...). Eso es lo que Sean esperaba de mí”, dijo.

Qué penas enfrenta Sean “Diddy” Combs

El testimonio de Cassie Ventura es la columna vertebral de este caso que ha sentado en el banquillo al ídolo del hip-hop, de 55 años, acusado de cinco cargos entre ellos asociación ilícita y tráfico sexual.

Si es declarado culpable, Diddy Combs podría pasar el resto de sus días en la cárcel.

Fue una demanda presentada por Ventura en 2023 por agresiones sexuales y una violación en 2018 la que abrió las compuertas contra el rapero, que desde la década de 1990 había sido objeto de acusaciones de agresiones físicas.

Pese a que la retiró poco después tras alcanzar una acuerdo extrajudicial —que ascendió a 20 millones de dólares, según dijo en el juicio— a la demanda de Ventura le sucedieron denuncias de otras víctimas, que lo condujeron al banquillo.

“Vergüenza y culpa”

Controlador y violento, Ventura contó que Combs la “empujaba al suelo, me golpeaba en la cabeza, me daba patadas” durante las orgías conocidas como freak-offs.

Cuando la fiscal Emily Jonhson le preguntó por qué está testificando respondió: “No puedo cargar con esto más. No puedo cargar con la vergüenza, la culpa”, dijo.

Ventura aseguró que participó en las orgías porque estaba “simplemente enamorada y quería hacer feliz (a Combs)”, hasta el punto en que no sentía “que tuviera muchas opciones”.

Los duros episodios de violencia

En un video de 2016 grabado por las cámaras de seguridad de un hotel de Los Ángeles, exhibido en el tribunal, se ve a Combs golpeando brutalmente a Ventura y arrastrándola del cabello por el pasillo.

El miércoles, la fiscal mostró fotos de Cassie en un Uber de camino a casa tras el episodio del hotel. Su labio está hinchado y lleva grandes gafas oscuras.

“Esa soy yo en esta selfie (...), llevaba gafas oscuras porque tenía un ojo morado y trataba de ocultarlo”, declaró.

Uno de sus amigos llamó a la policía, pero Cassie dijo que no quería identificar a su agresor en ese momento: “No estaba preparada”.

Asimismo, recordó que en 2011, tras revisar su teléfono y descubrir que ella estaba viendo al rapero Kid Cudi, Combs arremetió contra ella con un sacacorchos.

“Conocía sus capacidades, su acceso a las armas”, dijo Ventura, que conoció a Combs en 2005 cuando tenía 19 años.

El rey del hip-hop también la amenazó con publicar videos de ella grabados durante las orgías como represalia.

En 2023, Cassie Ventura inició una terapia y una cura de desintoxicación.

“Me estaba volviendo loca”, dijo con la voz quebrada. “No quería seguir viviendo”, confesó.