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Satélite chileno Suchai ha dado más de 5 mil vueltas a la Tierra en su primer año de operación

Con un tamaño de solo 10 cm2, el nanosatélite ha llevado a cabo experimentos claves para el desarrollo de los nuevos satélites del Programa Espacial de la Casa de Bello.


Con alrededor de 15 vueltas diarias a la Tierra, Suchai en su primer año en órbita ha sumado 5.560 rotaciones. Una hazaña para un nanosatélite de 10 cm2.

Este sábado es el primer aniversario del nanosatélite de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile en el espacio, un récord que sólo 25 -de más de 900 nanosatélites lanzados- han logrado superar.

Carlos González, investigador del Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (LEEP) de la FCFM, cuenta que en este periodo se han descargado más de 80 Mb de datos, los que han permitido realizar todos los experimentos que tenían contemplados hacer en órbita, entre ellos un modelo de la degradación de las baterías, experimentos de electrónica fuera del equilibrio, variaciones de la ionósfera y pruebas con el software de vuelo, que permitirán mejorar los próximos satélites del Programa Espacial de la Universidad de Chile.

"Se está trabajando en varias publicaciones y ya hay resultados de la mayoría de los experimentos. Se están validando modelos para estimar la degradación de las baterías a medida que pasa el tiempo; se ha logrado realizar mediciones de las variaciones de la ionósfera en Sudamérica, donde hay una anomalía en la atmósfera, que se suman a los obtenidos por laboratorios de EE.UU., Perú y Alaska, por ejemplo. Y en electrónica fuera del equilibrio, se ha obtenido mucha información sobre cómo se deberían diseñar y fabricar experimentos que van a ir a órbita y cómo mejorar los próximos nanosatélites", indica González.

En cuanto al desarrollo de los sistemas que controlan al satélite, como el software de vuelo –el cerebro del Suchai-, si bien han comprobado que funciona bastante bien, han descubierto muchas mejoras y ya trabajan con alumnos y académicos del Departamento de Ciencias de la Computación de la FCFM para desarrollar una versión actualizada, "más robusta y que se pueda recuperar de fallas que genera el espacio", dice.

Superando dificultades

Tras un año de operación, Suchai ha vivido más que la mayoría de los cubesat enviados al espacio, un hito para un dispositivo desarrollado completamente en Chile y que ha debido sortear complejas situaciones.

"Se vio enfrentado a una de las tormentas solares más extremas, en septiembre del año pasado, que afectó a muchos satélites, por lo cual estuvo tres días sin funcionamiento. En marzo de este año también perdimos contacto porque, producto de factores externos fallaron las baterías y, por ende, el procesador, no permitiendo resetear el satélite. Perdimos contacto por cinco días, pero como estaba programado, el software se dio cuenta de que tenía un problema y se reseteó solo", cuenta.

Hasta ahora los investigadores se sorprenden de lo que han desarrollado con un presupuesto tan bajo y con las mínimas condiciones en comparación con lo que se realiza en el mundo. "Ha durado bastante, hemos visto proyectos de millones de dólares que no duran dos meses", explica González.

El LEEP de la FCFM ya trabaja en la preparación de dos nuevos nanosatélites –Suchai II y III- cuyas piezas base ya están listas. "Lo último que llegó fueron los paneles solares con las baterías y las antenas, así que están listos para armarse. Actualmente estamos trabajando en terminar el software de vuelo de Suchai II y III e integrando los sistemas principales. A su vez, la gente que está desarrollando los experimentos científicos también va avanzando en paralelo a lo que nosotros armamos", concluye.

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