Culto

Cómo se contó en los diarios el atentado de Sarajevo: el preludio de la Primera Guerra Mundial

El 28 de junio de 1914, el archiduque Francisco Fernando, heredero del trono Austro-Húngaro, y su esposa, la archiduquesa Sofía, fueron asesinados a balazos por un nacionalista. Los medios de la época contaron los hechos rescatando los detalles. Acá la mirada de una revista chilena y un tradicional medio del mundo.

Cómo se contó en los diarios el atentado de Sarajevo: el preludio de la Primera Guerra Mundial

Un estruendo sacudió las calles de Sarajevo. En la cálida tarde del 28 de junio de 1914, un joven serbobosnio llamado Gavrilo Princip disparó dos tiros con una pistola semiautomática FN Modelo 1910 al archiduque Francisco Fernando, heredero del trono Austro-Húngaro, y a su esposa, la archiduquesa Sofía Chotek von Chotkowa.

Princip era parte de una organización nacionalista llamada Joven Bosnia, que pujaba por la liberación de Bosnia y Herzegovina del dominio austro-húngaro, y un futura integración al vecino Reino de Serbia. En rigor, el suyo fue el segundo intento por acabar con la vida del noble, pues solo unos instantes previos había fracasado un ataque con una bomba.

La archiduquesa Sofía y el archiduque Francisco Fernando.

La revista chilena Sucesos, en su número 621, del 20 de agosto de 1914, dedicó unas páginas al hecho: “Una vez más los enemigos del orden social, los cobardes inductores al crimen, han logrado hacer eficaces sus propagandas y que dos fanáticos armaron su brazo contra el heredero de un trono y contra su esposa”.

La publicación también hizo referencia a las tensiones políticas que ocasionó al atentado en el viejo continente, y que desembocaron en la Primera Guerra Mundial. “La causa invocada para la iniciación del actual conflicto europeo fue el asesinato del archiduque Fernando de Austria y su esposa. El archiduque de Austria Francisco Fernando ha perecido víctima de un cobarde complot, después de haber salido ileso del primer atentado”.

“Con el archiduque ha perecido su esposa, la duquesa de Hohenberg, y si el asesino no produjo mayor número de víctimas de la familia imperial, es porque sólo iban en el carruaje las dos personas mencionadas”.

Foto de la revista Sucesos.

El New York Times informó de los hechos el 29 de junio de 1914, con una nota cortesía del Viena Neue Freie Presse. “El heredero al trono de Austria es asesinado junto con su esposa por un joven bosnio para vengar la confiscación de su país”, tituló el matutino. En la bajada agregó un dato relevante: “Se advirtió al heredero que no fuera a Bosnia, donde la población lo recibió con banderas serbias”.

El tradicional periódico estadounidense detalló los hechos ocurridos ese día, comenzando con el frustrado primer atentado al príncipe. “Esta mañana, mientras el archiduque Francisco Fernando y la duquesa se dirigían a una recepción en el Ayuntamiento, una bomba fue arrojada a su automóvil. El archiduque la empujó con el brazo.

La bomba no explotó hasta después de que el coche del Archiduque hubiera pasado, y los ocupantes del siguiente coche, el Conde von Boos-Waldeck y el Coronel Morizzi, ayudante de campo del Archiduque, resultaron levemente heridos. Entre los espectadores, seis personas resultaron heridas de gravedad. El autor del intento de asesinato fue un cajista llamado Gabrinovics, procedente de Trebinje”.

“Tras el atentado contra su vida, el Archiduque ordenó detener su coche y, tras enterarse de lo sucedido, se dirigió al Ayuntamiento, donde lo esperaban los concejales, con el alcalde a la cabeza. El alcalde estaba a punto de comenzar su discurso de bienvenida, cuando el Archiduque lo interrumpió airadamente, diciendo: ‘¡Señor Bürgermeister, es absolutamente indignante! Hemos venido a Sarajevo de visita y nos han lanzado una bomba’“.

“El Archiduque hizo una pausa y luego dijo: “Ahora pueden continuar”. Acto seguido, el Alcalde pronunció su discurso y el Archiduque dio una respuesta adecuada. Para entonces, el público ya se había enterado del intento de bomba e irrumpió en la sala con fuertes gritos de ‘¡Zivio!’, la palabra eslava para ‘¡hurra!’”.

“Después de dar una vuelta por el Ayuntamiento, lo que le llevó media hora, el Archiduque se dirigió al Hospital de la Guarnición para visitar al Coronel Morizzi, que había sido trasladado allí después del atentado”.

Gavrilo Princip, preso en la cárcel de Terezin (1914).

Luego, el matutino entró de lleno a la narración del atentado: “Cuando el Archiduque llegó a la esquina de la calle Rudolf, un individuo que se hacía llamar Gavrio Princip disparó dos tiros de pistola en rápida sucesión. El primer disparo alcanzó a la Duquesa en el abdomen, mientras que el segundo impactó al Archiduque en el cuello y le atravesó la vena yugular. La Duquesa quedó inconsciente inmediatamente y cayó sobre las rodillas de su esposo. El Archiduque también perdió el conocimiento en unos segundos”.

“El automóvil en el que estaban sentados se dirigió directamente al Konak, donde un cirujano del ejército les dio los primeros auxilios, pero en vano. Ni el Archiduque ni la Duquesa dieron señales de vida y el director del hospital solo pudo certificar que ambos estaban muertos”.

Foto: revista Sucesos

Y el párrafo final de la nota se explayaba sobre los perpetradores: “Los autores de ambos ataques contra el archiduque son bosnios de nacimiento. Gabrinovics es cajista y trabajó durante unas semanas en la imprenta del gobierno en Belgrado. Regresó a Sarajevo como un chovinista serbio y no ocultó sus simpatías por el rey de Serbia. Tanto él como el asesino real del archiduque y la duquesa se expresaron a la policía de la manera más cínica sobre sus crímenes”.

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