El nuevo vuelo de Superman: cómo se gestó el renacer del hijo de Krypton en el cine
El superhéroe vuelve a la pantalla grande de la mano del director James Gunn y el actor David Corenswet. La película –que llega a los cines chilenos este jueves 10– es el inicio de una nueva era para el personaje y para el universo de DC. Sus artífices detallan los pormenores en una conferencia a la que asiste Culto.
Ante la inminente destrucción de Krypton, los padres de Kal-El envían a su pequeño hijo a la Tierra. Tras ser rescatado de entre los restos de su nave, recibe cobijo por parte de un matrimonio de Kansas, que se preocupa de cuidarlo, educarlo y criarlo. Luego, cuando alcanza su adultez, el joven se da a conocer ante el mundo como Superman, un hombre que puede volar, cargar con toneladas de peso y lanzar rayos X con su visión, al tiempo que debe reconciliar su lado humano con su herencia sobrenatural.
Esa historia la vimos en 1978 (en la primera película de Richard Donner y Christopher Reeve), en los 2000 (en la serie Smallville) y en 2013 (en la primera cinta de Zack Snyder y Henry Cavill). Y la conocen al dedillo todos quienes han leído las historietas de DC Comics durante las últimas nueve décadas.
“Cuando leí cómics por primera vez, a los cuatro o cinco años, no pensé: aquí está la historia de origen de Superman”, apunta James Gunn. “Era un mundo de superhéroes, de Superman y todos sus amigos. Un mundo de ciencia tan increíblemente complejo que parecía magia, (con) robots, kaijus, perros voladores y robots”, dice el director en una conferencia a la que asiste Culto.
Ese mismo espíritu lo movilizó en la escritura de su versión de Superman, que se estrena el próximo jueves 10 en las salas nacionales. La historia comienza un par de años desde que le expuso al planeta su identidad como superhéroe. Elegir ese momento de su vida implica verlo descubriendo su lugar en el mundo y confrontar sus debilidades y fortalezas, evitando –de paso– incluir la historia de origen.
Si bien rápidamente concluyó que esta nueva era de la saga de DC debía comenzar con el Hombre de Acero, el director de Guardianes de la Galaxia (2014) admite que no fue un proceso de escritura sencillo. “Me llevó mucho tiempo probar diferentes ideas hasta que concluí cómo podría ser este Superman, que podría ser interesante, que no sería sólo una repetición, pero que también sería muy fiel al personaje y a su historia. Creo que ese fue realmente el equilibrio: encontrar la novedad, encontrar lo que me entusiasmaba a mí –y, si todo sale bien, al público–, y también ser fiel a Superman, a sus valores y a su bondad innata”.
Gunn confió en el actor estadounidense David Corenswet para el rol principal. Parte de Pearl (2022), Tornados (2024) y de las series de Netflix The politician y Hollywood, se unió al proyecto al mismo tiempo que Rachel Brosnahan. El motivo detrás de esa simultaneidad es que el director quería asegurarse de que la pareja Superman-Lois Lane exudara química en pantalla.
“Ellos llegaron y empezaron a interactuar, y simplemente estaba ahí… Era como electricidad. Ambos eran geniales por separado, pero al estar juntos había una química en que se generaban energías totalmente diferentes”, afirma.
La primera escena que Corenswet y Brosnahan filmaron fue la misma con la que fueron puestos a prueba durante la etapa de casting: una entrevista entre Lois Lane y Superman en que la primera lo cuestiona sobre su papel en un episodio que ha atraído los ojos del mundo. Un momento en que la esencia de ambos queda expuesta.
“Me encantó esa escena, porque se podían ver tantas facetas diferentes no solo de estos dos personajes, sino también de su relación. En tan solo diez minutos se ve esa ternura, la pasión que sienten el uno por el otro y por sus visiones del mundo”, señala la actriz. Según su perspectiva, “ambos creen en la verdad y la justicia, y en la búsqueda incansable de ellas, pero a menudo tienen ideas diferentes sobre cómo alcanzarlas”.
“A Superman le encanta lo que hace. Le encanta ser el tipo que puede volar y salvar el día, incluso cuando el mundo no lo ve con buenos ojos. Creo que su deseo es simplemente seguir haciendo lo que hace. Y lo disfruta muchísimo. Y en cierto modo Lois es la única en este filme que puede contrarrestar su alegría, porque como periodista hace las preguntas difíciles”, señala Corenswet.
El actor expresa su sorpresa y agradecimiento por la apertura del director a hablar de los diálogos o a responder “preguntas de las que creo que muchos directores, especialmente de grandes espectáculos épicos, pueden estar un poco hartos o pensar: bueno, ese es tu trabajo, averígualo”.
“(En esta historia) no ves el origen de Superman. No ves el origen de nuestra relación. Poder hablar de cómo imaginamos que sucedió y cómo afecta la forma en que interpretamos la escena y cómo se desarrolla el arco de los personajes… Para mí esa es la diferencia entre sentir que sé lo que hago y no sentirlo (...) Yo sabía lo que estaba diciendo y por qué lo estaba diciendo. Fue la mejor experiencia que he tenido en un set”, agrega.
Aunque el Superman que encarna es joven, ya se ha ganado enemigos. El principal no es otro que Lex Luthor, aquí interpretado por Nicholas Hoult. Dueño de LuthorCorp, es un genio de la ciencia y tecnología que está empeñado en destruir al hijo de Krypton. Un hombre, según el propio actor ha comentado, que es “obsesivo, resuelto e implacable”.
Ese personaje, al igual que otros que pueblan la historia, adquirió forma a partir de una pregunta que James Gunn se suele hacer mientras crea producciones de superhéroes. “Esta es una película de Superman. ¿Y si él fuera real? ¿Cuáles serían sus sentimientos? Si tuviera una relación con Lois, ¿cómo sería? ¿Cómo podría alguien tan parecido a un ser casi divino interesarse en esta mujer que es una mujer común y corriente, pero no lo es en absoluto, porque es una superheroína en su búsqueda de la verdad? Así que a cada momento me pregunto: ¿y si fuera real?”, explica.
Esa sustento real también aplica en el trabajo de elementos más ligeros, como Krypto, el perro con superpoderes, que fue modelado a semejanza de Ozu, un rebelde can que Gunn adoptó mientras escribía la cinta. “Mi perro me aterrorizaba y me hacía la vida imposible. Sentí un momento de gratitud al pensar: gracias a Dios que no tiene superpoderes, porque mi casa parecería un hormiguero humano”, cuenta.
Como probó con las tres películas de Guardianes de la Galaxia, James Gunn puede brindar diversión, pero sin perder de vista las honduras de sus personajes, con sus fortalezas e inseguridades. Siempre está pensando en conectar con el espectador, incluso si, como en el caso de Superman, transcurre en un universo en que la humanidad conoce a los metahumanos hace 300 años y hay otros superhéroes intentando hacer el bien.
“Hay algo casi triste en Superman como concepto, porque todos desearíamos que existiera. Vivimos en un mundo increíblemente caótico, con todo tipo de problemas por todas partes, y qué no daríamos por tener a alguien tan confiable, tan hermoso y tan honesto como Superman para que viniera y nos salvara y fuera bueno con nosotros”.
Y concluye: “Espero que la gente extraiga de esto (la película) que encuentren esa pequeña parte de sí mismos, que todos somos Superman. Cada uno de nosotros tiene esa pequeña parte dentro que es Superman, y que la expresemos al mundo”.
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