A los 100 años, María Luisa Bombal sale de la niebla

<P>Una nueva edición de sus <I>Obras completas</I>, un encuentro académico y una película para TV rescatan a la creadora de<I> La amortajad</I>a.</P>




¿Adónde iban ahora? A un lugar desde donde se vea la Estatua de la Libertad, dijo María Luisa Bombal. A su llegada a Nueva York, no la había visto. Una espesa neblina cubría el puerto. "Girl lib", dijo Sherwood Anderson y echó a andar el auto. La escritora chilena había conocido al gran cuentista americano el día anterior. Era afable, inteligente y de una seriedad alegre, observó ella. La entrevista resultó muy bien y Anderson (un clásico americano vivo entonces) la invitó a un tour por la ciudad. Recorrieron Chinatown, Harlem y Manhattan. Fueron a Wall Street y a la iglesia de la Trinidad. Y ahora miraban la Estatua de la Libertad en medio de la bahía. "Allí estaba, en efecto, frente a nosotros; pero tan lejana, tan remota, tan ligera en el atardecer gris", anotó ella.

La autora de La última niebla había sido invitada a un encuentro del PEN Club Internacional. Apenas llegó, pidió conocer a Sherwood Anderson. "Es inalcanzable", le dijeron. Pero un editor la ayudó. Anderson mismo llamó a su habitación del hotel. Encantado de recibirla. Ese fue el inicio de su amistad, que continuaría luego por correspondencia.

El 8 de octubre de 1939, el diario La Nación de Buenos Aires publica la entrevista de María Luisa Bombal: En nueva York con Sherwood Anderson. El relato de su encuentro es uno de los materiales que integran sus Obras completas, compiladas por Lucía Guerra y relanzadas por su centenario.

La nueva edición reúne su obra (dos novelas, siete cuentos y otros escritos, así como cartas y entrevistas), en un solo volumen (la económica consta de dos). Es una edición conmemorativa, de tapas duras y una elegante sobrecubierta. "María Luisa se merecía una edición mejor", dice José Manuel Zañartu, editor del sello Zig-Zag. La edición será presentada hoy en la Feria del Libro de Santiago por el propio Zañartu y la compiladora, Lucía Guerra.

Académica de la Universidad de California, Guerra será la encargada de inaugurar, además, un simposio homenaje a la escritora el lunes, en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica. Organizado por la Facultad de Letras UC y la Escuela de Literatura de la Universidad Finis Terrae, reunirá durante dos días a académicos, críticos y escritores chilenos y extranjeros.

"Ella tuvo la valentía para exponer los sentimientos femeninos en un momento en que no se exponían, o se hacía de manera muy exterior. Ella lo hace desde el interior", destaca Zañartu.

"María Luisa Bombal es un personaje extraordinario, pero del que se ha escrito muy poco. Ha sido poco mirado. Es de esos típicos temas pendientes en Chile", dice el director Marcelo Ferrari (Subterra), quien prepara una película para televisión basada en su vida.

Neruda y Borges

La entrevista con Anderson es el testimonio del mejor período de María Luisa Bombal. Un año antes había publicado La amortajada en Buenos Aires. Era su segunda novela. La primera, La última niebla, apareció en 1935 en Argentina y logró muy buenos comentarios.

La escritora viñamarina viajó a Buenos Aires en 1933. Se fue para olvidar a Eulogio Sánchez, su gran amor, un piloto casado con el que tuvo una relación atormentada. En la capital trasandina compartió con el cónsul Pablo Neruda y su mujer, la holandesa María Antonieta Hagenaar. Tuvo un breve matrimonio con el pintor Jorge Larco. Y se hizo amiga de Jorge Luis Borges.

Terminó La última niebla cuando Neruda se había trasladado a España. "He hecho una fiesta y ha venido Federico, Aleixandre y todos los amigos y hemos celebrado tu libro", le escribió el poeta. Con Borges solían ir de paseo por las tardes. "Después nos íbamos al cine, porque éramos locos por el cine y, cuando terminaba la película, nos íbamos a un restaurante donde tocaban tangos", recordaba ella. Siempre hablaban de lo que escribían. Una tarde, María Luisa le contó la historia de una mujer que recuerda su vida desde el lecho de muerte. En su relato se cruzan el presente y el pasado, la vida y la muerte. Es una novela imposible de escribir, le dijo Borges, porque "mezcla lo realista con lo sobrenatural": o los hechos humanos pierden con la dimensión de ultratumba, de por sí extraordinaria, o viceversa. Pero ella siguió adelante y en 1938 publicó La amortajada, su obra más aplaudida.

Borges quedó impresionado. "Libro de triste magia", escribió, "libro que no olvidará nuestra América". Hasta Juan Rulfo, el gran narrador del mundo de los muertos, declaró su admiración por ella.

"Muy lejos de la casa me detuve, al fin; saqué el arma de la manga de mi abrigo, la palpé, recelosa, como a una pequeña bestia aturdida que puede retorcerse y morder", escribe en ella. "Con infinitas precauciones me la apoyé contra la sien, contra el corazón. Luego, bruscamente, disparé contra un árbol".

Dos años después, en Santiago, María Luisa Bombal toma su revólver. Pero no dispara contra un árbol: balea en la calle a Eulogio Sánchez, su antiguo enamorado.

Fuego en la niebla

Fue en el verano de 1941. María Luisa Bombal corre por calle Agustinas. Lo ha visto pasar. "¡Eulogio!", grita. Y aprieta el gatillo tres veces. Sánchez cae herido. Ella se desmaya.

El intento de asesinato fue un momento clave en su vida y será el eje deFuego en la niebla, la película que Marcelo Ferrari filmará para la televisión. Director de una producción sobre Vicente Huidobro y de una miniserie sobre la infancia y juventud de Pablo Neruda (De Neftalí a Pablo), Ferrari recibió fondos del Consejo Nacional de TV para recrear la vida de Bombal. Una gran escritora, dice Ferrari, pionera en revelar el mundo íntimo femenino. Y "una mujer súper contradictoria, muy extrema. Audaz y progresista, pero también conservadora en otros aspectos".

Protagonizado por Blanca Lewin como María Luisa y Marcelo Alonso como Eulogio Sánchez, el filme comenzará a rodarse en enero. Y tendrá la estética del cine negro americano. "Me interesa entrar en el alma de una mujer tomada por las pasiones, a veces enceguecida por ellas. Una mujer que toma un arma y dispara contra el hombre que ama, a plena luz del día, y grita 'yo lo maté, yo lo maté', está nublada por la pasión. Era una mujer que vivía al límite de los sentimientos", dice.

Detenida, la escritora queda libre a los tres meses. Sánchez no levanta cargos. Ella parte a EEUU. Su amigo Anderson acaba de morir. Allá se casa, tiene una hija y vende un guión a Hollywood. Regresa en 1973. Postula al Premio Nacional. Nunca lo gana. Muere en 1980.

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