A los 76 años muere el emblemático mago Fernando Larraín
<P>Constructor civil de profesión, falleció a causa del cáncer a la próstata que sufría hace 12 años. </P>
Fue figura infaltable de los estelares de los 80, con su personaje "Helmut", que mezclaba la magia y el humor; uno de los principales promotores locales de esa actividad, y el padre del conductor Nicolás Larraín y del actor Fernando Larraín. Su dedicación a la magia fue tal, que incluso estuvo dando clases a niños en su escuela, hasta justo antes de internarse en la clínica Indisa, hace dos semanas. Ayer, pasadas las 13 horas, Fernando Larraín (76) falleció del cáncer de próstata que sufría hace 12 años y que, desde 2007, había agregado metástasis a los huesos. Hoy, a las 13 horas, se realizará su funeral en la parroquia San Francisco de Sales de Vitacura.
"Es una pérdida para el país. Aparte de ser una excelente persona, logró muchas cosas en el mundo de la magia", dice Nicolás Luisetti, miembro del dúo de ilusionistas Magic Twins y que nombra a Larraín como su maestro. Mientras que Senen Garaña, director de la escuela de magia de su propiedad, agrega que "quiso pasar inadvertido con su tratamiento hasta que no pudo esconderlo más. Para mucha gente fue sorpresivo, porque pensaban que estaba alejado de la magia, casi jubilado, pero peleaba casi día a día". Y lo describe como una persona "generosa, muy cariñosa y respetuosa".
Su formalidad y respeto son cualidades que se repiten a la hora de describirlo. José Miguel Viñuela, que compartió con él en una de sus últimas participaciones estables en televisión, como parte de Mucho gusto, destaca que siempre llegaba puntual y no tenía problemas para adaptarse a la siempre cambiante pauta de los matinales. Mientras que Carlos Humeres, director de Casi en serio, programa donde Larraín participó entre 2000 y 2001, recuerda: "Era muy disciplinado en cuanto al libreto, a los tiempos. Tenía una gran capacidad de improvisación, era muy puntual y siempre venía preparado con anticipación".
Kukulina Show
Sus inicios televisivos datan de la década de los 70. César Antonio Santis, quien, además de trabajar con él en distintos programas, entabló una amistad, recuerda que el primer estelar en que apareció fue Kukulina show. "El siempre decía que la televisión era muy intrusa, lo que le daba una mayor dificultad a los magos", cuenta, añadiendo que "casi como cábala siempre dejaba claramente expresadas sus aprensiones, antes de entrar al escenario. Siempre se mostraba inseguro, pero cuando ponía un pie en el set era el personaje que todos recuerdan". Después vinieron participaciones en espacios como Vamos a ver, junto a Raúl Matas; Aplauso, Esta noche es fiesta, Martes 13, el mismo Casi en serio y Mucho gusto, entre otros.
Pero la magia a secas siempre fue su mayor dedicación. Garaña recuerda que, a mediados de los 90, Larraín estaba haciendo clases en las oficinas de un amigo y ahí surgió la idea de establecer una escuela de magia. Ambos se unieron y la instalaron en la casa de la madre de Larraín -que estaba vacía-, en Vitacura, donde funciona hasta hoy. Santis agrega que en su casa tenía instalada una sala de magia, donde no admitía que nadie entrara y que era su refugio. "Fue un referente de la magia en los 80. Sin duda, al verlo muchos magos se inspiraron y decidieron dedicarse a este arte", dice Luisetti.
Pero aunque el ilusionismo era su principal ocupación, su profesión era constructor civil, carrera que estudió en la Universidad Católica. Entre sus amigos estuvo Jorge Rencoret, el fallecido animador, con quien era compañero de escuela. Ambos, según recuerda Humeres, además estuvieron trabajando y viviendo juntos en Concepción durante un tiempo, antes de comenzar a dedicarse a la TV. Entre los trabajos como constructor de Larraín estuvo el monumento al general Schneider, ubicado en avenida Kennedy, frente al hotel Hyatt.
Aunque ayer no contestó los llamados de La Tercera, su hijo Nicolás publicó en Twitter: "Y se nos fue el mago. Gracias por todo el cariño". Mañana, los Magic Twins le dedicarán su show en el Teatro Municipal de Las Condes.
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