Accidente de Germanwings




Señor director:

La información que responsabiliza al copiloto del Airbus A320 de Germanwings de haber estrellado intencionalmente el avión en contra de los Alpes franceses, matando a 149 personas, lleva a preguntarnos por qué lo hizo.

A nivel mundial se están dando diversas explicaciones, en su mayoría atribuyendo el acto a diferentes trastornos mentales, brotes psicóticos, síndrome confusional o depresión. Si bien es cierto que muchos de estos podrían explicar en parte lo sucedido, no es verdad, por ejemplo, que la depresión esté relacionada con el asesinato premeditado de cientos de personas. Por ello, aunque dicho trastorno no hubiera sido bien valorado por la compañía aérea, su eventual presencia no sería la causa.

Sólo un psicópata mata fría y premeditadamente a 149 personas. Los síntomas de la psicopatía, a diferencia de lo que muestran las películas sobre asesinos seriales, no son identificables desde la psiquiatría o la psicología clínica, especialmente porque la psicopatía no es una enfermedad mental, y por lo tanto, no sirven los procedimientos clínicos tradicionales. La maldad tiene oscilaciones periódicas, lo que permite a estos sujetos coexistir en la sociedad y pasar inadvertidos, incluso llegar a ser considerados como buenas personas. No todos los psicópatas son criminales depredadores ni todos los delincuentes son psicópatas; hay algunos que se mantienen durante toda su vida parasitando y abusando de los demás, sin llegar a cometer delitos.

La psicopatía no es algo que se evalúe a nivel laboral, ya que incluso en el medio criminal es excepcional desde la perspectiva estadística. No estamos rodeados de psicópatas, pero esta experiencia debería imponer la necesidad de evaluarla, al menos en ciertos trabajos de alta responsabilidad.

Mauricio Valdivia Devia
Doctor en Psicología

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