Actor de Glee apuesta por el drama y se suma a elenco de Boss

<P>Jonathan Groff, quien interpreta a Jesse St. James en la serie juvenil, habla de su llegada a la ficción protagonizada por Kelsey Grammer. </P>




Pasó de interpretar a un cantante escolar a hacer el papel de un ambicioso asistente de alcalde, y de andar con jeans y una mochila colgando del hombro a usar un traje para cada una de sus escenas. "Me gusta, me siento como un adulto", dice Jonathan Groff, mientras se instala en una sala de reuniones de un edificio en Chicago, un piso más arriba del set que es su nuevo hogar televisivo: el de la serie Boss.

Hoy, a las 22 horas, Groff estará de vuelta en la pantalla local con el rol que le dio popularidad global: el de Jesse St. James, el líder del coro rival de New Directions en Glee, que emite el canal Fox (señal 57 en VTR y 37 en Claro). Será en el episodio de la gran competencia nacional de coros que, además, es el penúltimo de la tercera temporada y en el que también participará Lindsay Lohan, como parte del jurado de la competencia.

Pero mientras esa serie está en pantalla, en la realidad el actor de 27 años está preparando su nuevo desafío: Boss, uno de los dramas más intensos que ofrece la televisión actual, que en América Latina es emitido por TNT, y que sigue lo que ocurre en la corrupta oficina del alcalde de Chicago, Tom Kane (Kelsey Grammer, Frasier). Groff se sumará en la segunda temporada con el rol de Ian Todd, el nuevo asistente del alcalde. "Glee y Boss son series completamente opuestas, lo que es parte de la razón de por qué estaba tan entusiasmado con unirme a esta serie, porque como actor siempre quieres probar cosas nuevas, no quedar encasillado y no hacer siempre el mismo personaje o el mismo tipo de show", comenta el actor a La Tercera.

Groff explica que su personaje es nuevo en el mundo de la política, pero muy ambicioso y que guarda un secreto, que será revelado con el correr de la temporada. Además, cuenta que el trabajar con Kelsey Grammer fue lo que lo entusiasmó para audicionar. "Cuando me dijeron de la audición, había visto a Kelsey Grammer ganar el Globo de Oro, así que sabía de la serie, pero no la había visto nunca. Vi los ocho capítulos de la primera temporada y quedé impresionado", recuerda, y continúa: "Realmente quería trabajar con él, porque lo he admirado por años y porque en este papel está increíble. Entonces, como el personaje era su nuevo asistente, sabía que iba a tener que pasar mucho tiempo con él, entonces pensé que podía aprender simplemente mirándolo, aunque no tuviera ninguna línea".

Aunque Boss es el proyecto en que Groff está concentrado, no es el único que tiene: también está haciendo una obra de teatro en Los Angeles. Se trata de una versión de Red, sobre el pintor ruso-americano Mark Rothko. Ahí comparte créditos con Alfred Molina.

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