Actriz de Su nombre es Joaquín habla de su primer rol protagónico

<P>Con sólo 20 años, Luciana Echeverría es la nueva apuesta de TVN para las teleseries nocturnas. </P>




Luciana Echeverría llega con más de una hora de retraso a la sesión de fotos en el Castillo Hidalgo. Se disculpa porque estaba grabando Su nombre es Joaquín, la nueva teleserie nocturna de TVN, y no pudo salir antes. Camina rápido hacia el baño para ver qué ponerse. Elige un vestido café, pero le queda grande. Está más delgada, pero asegura que no por su primer papel protagónico. "Yo soy así, de repente subo de peso y de repente bajo", dice seriamente mientras la maquillan. Elige un vestido gris y se apura para las fotos, porque queda poca luz.

Son las 7 pm de un viernes y en el Castillo Hidalgo se prepara un matrimonio. Mientras corren mesas y sillas de un lado a otro, Echeverría pregunta si en las fotos tiene que salir como ella o como su personaje. "Es que no nos parecemos mucho", aclara sobre el papel de una joven que es secuestrada y encerrada por el líder (Alvaro Rudolphy) de una secta que está enamorado de ella.

Luego se sienta en las escaleras y posa para el fotógrafo. Sonríe, entrecierra los ojos verdes, juega con su pelo. Si no fuera por la cicatriz de vacuna infantil que tiene en el brazo, cualquiera diría que Echeverría es físicamente perfecta. Pero ella parece no darse cuenta. "Nunca he posado muy bien", le dice al fotógrago a manera de disculpa.

Cuando la sesión termina, vuelve a ponerse su polerón negro con la cara de Don Ramón y los jeans con los que llegó. Le pide encendedor a uno de los mozos del matrimonio y, mientras fuma, habla de su experiencia grabando en el Valle del Elqui: "Me gusta más grabar allá que en Santiago, porque existe otro ambiente. Al principio es como que uno llega a invadirlos y después te vas poniendo más zen, te contagian la energía".

También dice que ha intentado no sentir mucha presión por tener el papel femenino protagónico. "Confío en el guión, estudio mucho y escucho siempre al director, pero trato de no urgirme porque no quiero bloquearme", cuenta la actriz, que hoy parte de nuevo a grabar a la Cuarta Región.

Sobre las complicaciones de grabar una teleserie nocturna, tiene las cosas claras: "Esta teleserie tiene harto de sensualidad, pero a mí no me tocan muchas escenas de desnudos. Siempre he dicho que si está bien cuidado y dirigido, no hay problema". Y agrega sobre el tema: "No tengo tanto rollo con eso, porque no me ha tocado hacerlo mucho. Pero si más adelante me tocara, creo que lo haría como un desafío".

Lado B

Echeverría tuvo una infancia movida. Nació y creció en el sur, vivió un año en Ecuador y también un tiempo en el Cajón del Maipo. "Tuve una infancia bien campestre, con harto viento, lluvia, animales, etc. Siento que desde ahí que estoy bien ligada a la naturaleza". Fue en ese período en el que un episodio marcó una decisión que tomó hace un año: en el campo jugaba con un chancho, que terminó como almuerzo. Cuando le explicaron que se había comido al mismo chancho con el que jugaba, empezó a pensar que algo estaba mal.

Ser vegetariana, dice, no ha sido fácil; no sólo porque le gustaba la carne, sino que además no sabía cocinar muy bien y en los restoranes no hay muchas opciones vegetarianas. "Comer sólo ensaladas es súper fome", comenta riendo, a la vez que asegura que ya ha aprendido a cocinar.

"Siempre he tenido una conciencia con el karma y con los animales. Encuentro que estamos en una cultura en la que se come mucha carne, mientras en India está casi prohibido y las vacas son sagradas", comenta sobre uno de los países que le gustaría visitar.

Sólo 16 años tenía Luciana cuando se fue a vivir sola. Su hermana venía llegando de Europa y decidieron compartir una casa bien cerca de la de su madre. Hoy vive con su novio Koko Stambuk (Glup!), quien es vegetariano desde hace 15 años.

Son las 8 pm, y aunque está despierta desde las 7 am grabando para Su nombre es Joaquín, no se ve cansada. El ritmo de vida de este último año en TVN ha sido agotador, pero hay recompensa: el contrato contemplaba una teleserie por año, y como ya hizo dos durante 2011 -antes estuvo en Témpano-, el próximo año podrá hacer lo que quiera.

"Primero pretendo tomarme unas vacaciones y viajar por Sudamérica. Conocer Colombia, Venezuela, Perú, Brasil. Quiero saber bien dónde estamos parados antes de irme a otro lado", dice entusiasmada. Después, en junio, quiere irse a España, a hacer un curso de actuación para cine. "Ojalá pueda hacer cine allá, o en cualquier otro lugar de Europa. Me encanta el cine independiente, prefiero Bollywood a Hollywood", cuenta. "Todo el mundo piensa que Hollywood es lo máximo, pero yo no lo veo así. No soy muy buena para hablar inglés y me gusta más el cine independiente, porque tiene otro ritmo y apunta a otro público", agrega.

Además, cree que ya lleva demasiado tiempo en la televisión y quiere probar otros lenguajes. "Estoy convenciendo a mi novio para que me acompañe. Pero si no, me voy a ir sola. Siento que es algo que tengo que hacer", dice, convencida, mientras el sol se esconde y el matrimonio en el Castillo Hidalgo está a punto de empezar.

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