Acumuladores Sobre Ruedas llega con nuevos casos

<P>Hoy parte el segundo ciclo del espacio de Discovery donde se transforman autos convertidos en chatarra en flamantes modelos. </P>




Son pura chatarra, pero sus dueños no pueden dejarlos ir. Esta noche llega la segunda temporada de Acumuladores sobre ruedas, el programa que ayuda a personas que, debido a que sufren del mal de Diógenes, no logran deshacerse de autos que muchas veces no pueden usar por el mal estado en que se encuentran. Ahí entran en acción los restauradores y presentadores del programa Rick Dore y Chuck Palumbo: los ayudan a arreglar sus tesoros y convertirlos en los autos con los que siempre soñaron.

Al teléfono ambos especialistas en autos hablaron con la prensa latinoamericana sobre el ciclo que debuta hoy a partir de las 21.00 horas a través de Discovery (canal 61 VTR y 732 DirecTV), que para Dore, llega con "una sobrecarga de emociones". Según explica Palumbo, como cada acumulador tiene distintos problemas sicológicos, deben encontrar una diferente manera de aproximarse a cada caso. "Creo que este año tuvimos que recurrir mucho más a la psicología para relacionarnos con ellos". Al respecto, Dore admite: "Cuando llego a casa o vuelvo al hotel, me quedo mirando el techo mientras trato de dormir y pienso en ese día y en todas las emociones que salieron de ese acumulador y en la gente involucrada".

Porque el trabajo de Dore y Palumbo no parte a la hora de empezar a trabajar en un automóvil, sino que al enterarse de que alguien colecciona autos de manera compulsiva y deben convencerlos de que les permitan arreglarlos.

Más allá del desafío como mecánico y restaurador, Palumbo cuenta que quiere saber cómo ayudarlos. "Lo más interesante es la historia en términos de por qué están en esta crisis, qué tipo de evento trágico sucedió en sus vidas". Obviamente, no es la única motivación: "Nuestros autos tienen otro nivel", asegura.

El más impresionante

Ambos presentadores eligen a una camioneta Dodge de 1937 como su favorita de la temporada. Dore explica que el dueño era un hombre muy agradable que tenía una historia muy intensa relacionada con esta camioneta: "Tuvo esa carga de emoción adicional, porque trabajó con su papá y con su hijo -y los perdió a ambos en los últimos cuatro o cinco años- así que fue triste, pero al mismo tiempo fue el proyecto con el que más me sentí identificado". Palumbo agrega: "Enfrentaba el desafío de dejar atrás estos recuerdos y deshacerse de muchas cosas adicionales que guardaba en memoria de su hijo y su papá. Fue muy gratificante para nosotros".

En cuanto a las dificultades de encontrar las piezas de los autos antiguos, Palumbo comenta: "Siempre miramos las cosas de este modo: si se pudo construir una vez, sea en 1937 o en 2015, entonces puede volver a hacerse si resulta necesario". Eso sí, aclara que tampoco es algo que les guste hacer demasiado, pues cada parte que no consigan debe hacerse a mano y eso aumenta mucho el costo final del arreglo.

Por eso, intentan, al menos, conseguir repuestos o partes del mismo modelo pero años diferentes, para poder modificarlos y no partir de cero.

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