Acusan a padre de raptar a asesino de su hija para que cumpla condena en Francia

<P>André Bamberski habría contratado a rusos para secuestrar en Alemania y trasladar a Francia al médico germano Dieter Krombach, quien en 1995 fue sentenciado a prisión en el país galo por la muerte de Kalinka Bamberski ocurrida en 1982.</P>




El médico alemán Dieter Krombach había pasado los últimos 27 años viviendo tranquilo en la región germana de Baviera, pese a que desde 1995 pesa en su contra en Francia una condena por haber matado a la ciudadana de ese país Kalinka Bamberski, de 14 años e hija de su pareja de entonces. La niña apareció muerta en 1982, cerca del lago Constanza, al sur de Alemania, mientras pasaba un verano junto a su madre y padrastro, con rastros de haber sido abusada sexualmente y marcas de inyecciones con sustancias no identificadas.

Al amanecer del pasado domingo, sin embargo, una llamada telefónica anónima alertó a la policía de la ciudad francesa de Mulhouse, cerca de la frontera con Alemania, que Krombach -prófugo de la justicia gala desde 1995- estaba desnudo, atado y con evidentes signos de golpes frente al tribunal de la ciudad. El médico podría pagar ahora la condena de 15 años de prisión que pesaba en su contra en Francia por la muerte de Kalinka.

La policía francesa, sorprendida por las connotaciones del caso, comenzó a investigar cómo Krombach, de 74 años, había aparecido repentinamente en territorio galo. Las sospechas apuntaron inmediatamente al padre de la menor, André Bamberski, quien desde la muerte de su hija acusó del asesinato al cardiólogo alemán.

De acuerdo con la policía, Krombach declaró que había sido secuestrado por hombres con acento ruso, quienes lo habían trasladado desde Baviera hasta Mulhouse. Coincidentemente, el padre de la menor también estaba en la ciudad la noche de la llamada anónima, pese a que su residencia está fijada en el sudeste de Francia. Bamberski ahora está acusado por haber organizado el rapto del asesino de su hija y está bajo la custodia de la policía gala. El hombre enfrenta una pena de hasta 10 años de prisión por el hecho.

"Bamberski no reconoce los hechos, aunque sí reconoce haber seguido a Krombach y haber contratado a detectives para tal efecto. También ha dicho que nunca dejaría que el asesino de su hija no pagara por lo que hizo", declaró el fiscal de Mulhouse, Jean Pierre Allachi, quien agregó que hay "indicios no despreciables" de la participación del padre de la joven en el secuestro.

La batalla legal

Cuando Kalinka fue hallada muerta, su padrastro aseguró que la muerte había sido accidental y que él sólo le había inyectado una mezcla para que le acelerara el bronceado. Según la versión del cardiólogo, la niña murió de un ataque al corazón fulminante por practicar windsurfing. Tras años de batalla legal, tribunales alemanes lo declararon inocente. Entre otras cosas, porque según consta en expedientes posteriores, el médico forense que realizó la primera autopsia de la menor no detalló los rastros de abuso sexual que se hallaron en la niña.

Sin embargo, en 1995, el caso fue revisado por cortes francesas, quienes lo declararon culpable en ausencia y lo sentenciaron a 15 años de cárcel. A partir de ese momento, André Bamberski protagonizó una dura lucha legal para lograr la extradición e incluso fundó la organización Justicia para Kalinka. "Es la batalla de su vida. Ha dedicado todo su tiempo, su energía y su dinero a ello", dijo Robert Pince, director de Justicia para Kalinka, citado por el diario español El Mundo.

En 1997, Krombach fue hallado culpable de anestesiar y abusar sexualmente de una paciente de 16 años. Durante el juicio, el cardiólogo reconoció los hechos y fue condenado a dos años de cárcel y a perder de por vida su licencia de médico. Al menos otras cinco personas también lo han denunciado por abusos.

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