Afrenta a Neptuno y Anfitrite
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Señor director:
Los habitantes del casco histórico de Santiago, en el sector de Santa Lucía cercano a los arreglos del Parque Forestal, nos hallamos sorprendidos al descubrir que la estatua que adorna los pies del cerro Santa Lucía, la hermosa obra Neptuno y Anfitrite donada por Luis Cousiño a fines del siglo XIX, fuese tapada por una publicidad de bebida alcohólica.
Según los argumentos que han trascendido desde el municipio, el financiamiento de dicha publicidad se utilizará para los gastos de los arreglos en el barrio. No obstante, más allá de la necesidad de obtener estos recursos económicos, nos encontramos ante una afrenta ante estos dos dioses, matrimonio de las profundidades del mar, a los cuales les han puesto un biombo para que la ciudad no pueda admirarlos.
¿Que dirían si en la cumbre del San Cristóbal pusieran un anuncio publicitario que tapara la estatua de la Virgen, para que sus fieles tengan que admirar la publicidad de un producto en vez de ir a adorarla sólo por posicionar el nuevo dios de nuestros tiempos, los productos de consumo?
Los antiguos pueblos no se atrevían a realizar este tipo de afrentas a sus dioses. De lo contrario, desatarían inmediatamente su ira sobre ellos. Los dioses no merecen este tipo de trato, menos de simples mortales que nunca estarán a su altura.
Hans Fiebig M.
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