Alan Knight: "Dudo mucho que podamos sacar lecciones de la historia"
<P> Invitado por la U. Adolfo Ibáñez, el académico de Oxford vino a hablar del México de 1914. Aquí da su mirada al mismo país, 100 años después.</P>
"Quizá sea su larga trayectoria como civilización", dice el historiador Alan Knight (68), la razón que lo llevó a entrar a la historia de América Latina a través de México. Profesor emérito de la U. de Oxford, el autor de Revolución, democracia y populismo en América Latina estuvo en Santiago, invitado por el Centro de Estudios de Historia Política de la U. Adolfo Ibáñez, del cual es consejero. El miércoles habló de México y la I Guerra Mundial, y al día siguiente abordó, para La Tercera, hechos más recientes en ese país.
El conocimiento de la historia mexicana del siglo XX, ¿lo ilumina respecto de lo que ha ocurrido este año?
No tanto. Muchas veces los historiadores dicen que hay que sacar lecciones de la historia para el futuro. Tengo muchas dudas al respecto: hay que estudiar la historia, como la literatura y como muchas disciplinas, por su interés, pero ninguna de las ciencias sociales tiene la capacidad de explicar el futuro. México ha cambiado mucho desde la revolución; desde una sociedad campesina analfabeta de 15 millones de personas, a una sociedad industrial, urbanizada, alfabetizada, con 120 millones de personas. Si uno piensa en la violencia, hay el estereotipo de los mexicanos como muy machos y violentos. Pero en la historia de México hay etapas de violencia y largas etapas de calma. Y las cifras sugieren que hoy es menos violento que Venezuela, Brasil u Honduras, que en términos per cápita es el país más violento de Latinoamérica. Pero en México hay dos problemas relacionados: la narco violencia, que ha crecido, y la complicidad entre políticos y narcos, que se ve en el caso de Ayotzinapa. Esto es muy peligroso y preocupante, porque refleja tanto una falta del gobierno y cierta complicidad entre gobiernos locales y narcos.
¿Coincide con Kurt Weyland en que el populismo se ha vuelto una "mala palabra" en América Latina y que, "al igual que muchas malas palabras se usa demasiado a menudo"?
Es cierto que casi siempre es un vocablo de desprecio. Hubo un presidente mexicano, Luis Echeverría, que dijo sí, soy populista. Pero es un caso muy raro. Yo creo que en este caso, como en el de otros "ismos", cabe distinguir el uso cotidiano, que sigue siendo importante en la retórica del discurso político, del discurso más académico-intelectual, donde tenemos que definir nuestros conceptos. Para mí, la idea del populismo tiene algo de valor, pero tampoco es un término de gran utilidad para entender la trayectoria de América Latina. Algunos dicen que el populismo es el rasgo fundamental de la política latinoamericana, o llaman el período de mediados del siglo XX como el "período populista" de América Latina. Eso es erróneo. Para mí, el término refleja un estilo de política, donde el líder dice yo soy del pueblo, el pueblo está conmigo. Hay populismos de derecha, de izquierda y de centro. Y aunque nos dice algo que un líder tenga un estilo populista, hay muchas otras cosas importantes.
Respecto de Salvador Allende, Paul Drake dice que no fue populista, porque él mismo dijo que no era presidente de todos los chilenos, mientras Joaquín Fermandois dice que la fuerte alza de los salarios a inicios de su gobierno evidenció su carácter populista…
Sin conocer el caso muy bien, estoy del lado de Drake. Creo que poner demasiado énfasis en lo económico probablemente no es correcto. Esto se ha puesto muy de moda, precisamente para criticar a gobiernos como el de Alan García por una política de expansión irresponsable que produce inflación o hiperinflación. Hay populismos que han hecho eso. Pero hay otros, como el de Cárdenas en el México de los años 30, que fue populista conforme a muchos criterios políticos, pero no económicos. En cuanto a Allende, puso más énfasis en la división de clases, que no es la norma populista. Y no lo veo como un líder tan personalista. Fidel Castro sí lo es. O lo fue.
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