Alemania sigue siendo el gran motor de la industria global

<P>Aunque la crisis europea lleva más de un lustro, el Salón de Frankfurt vuelve a lucirse con más de 70 novedades mundiales, muchas de ellas esfuerzo de las firmas alemanas por crear modelos más limpios, pero también más competitivos.</P>




La industria automotora global de la actualidad se divide en dos grandes fracciones: los países con crecimiento estable o en vías de desarrollo, y aquellos que todavía ven relativamente lejana la esperada recuperación de la crisis.

Con cerca de 12 millones de automóviles vendidos en 2012 y un panorama muy similar proyectado para este año, la Unión Europea se sigue manteniendo muy por debajo de su tasa potencial de crecimiento, con un escenario que se asemeja a lo que ocurría en el mercado en 1995.

Así y todo, los números tienen algo de esperanzador, ya que las alicaídas ventas del Viejo Continente se ven, de algún modo, respaldadas por el leve, pero constante crecimiento de Alemania, país que se mantiene como el pilar fundamental para el crecimiento de la industria europea.

Con este panorama de fondo es que se abrieron las puertas de la edición número 65 del Salón de Frankfurt, el más importante del mundo por lejos, que con sus 230 mil metros cuadrados de exhibición y más de 70 lanzamientos mundiales, sigue demostrando por qué es el principal motor de la industria automotora.

Y es que en esta edición, nuevamente fueron las firmas alemanas las que dictaron la pauta en cuanto a presentaciones de tecnologías y nuevos modelos, privilegiando la conectividad y la alta eficiencia, sin dejar de lado la ya conocida electrificación.

Atiborrados con más de 10 mil periodistas de 97 países, los stands de los fabricantes locales brillaron por sus ambiciosas propuestas que buscan, entre otras cosas, darle más protagonismo a los vehículos a baterías. Por eso, no sorprende que, a pesar del enorme desfile de autos eficientes y con tecnología Euro 6, volvieran a destacar los modelos eléctricos, 16 de ellos presentados por las casas alemanas, demostrando que la automoción enchufable comienza ahora.

Una realidad tangible

Sin duda alguna, la vedette de Frankfurt este año fue el BMW i8, el segundo modelo de la gama específica "i" tras el arribo del i3. Y es que el esperado deportivo no sólo ratifica la llegada a las calles de los autos eléctricos, sino que pavimenta el camino a otros modelos de baterías de altas prestaciones, con un impresionante motor tricilíndrico de 1.5 litros, que con su doble turbo y un generador eléctrico adicional entrega unos limpios y emocionantes 362 caballos de fuerza.

En Mercedes Benz no se quedaron atrás, y junto con revelar la nuevas formas de la Clase S, aprovecharon de mostrar su variante híbrida enchufable. El S500 Plug-In no sólo mezcla la potencia de un bloque bencinero de 328 caballos de fuerza con los 107 Hp adicionales del motor eléctrico, sino que sobresale por la posibilidad de elegir entre cuatro modos de manejo eficiente, incluyendo uno totalmente eléctrico. La marca homologa 33 km/litro y sólo 69 g/km de CO2.

Mientras tanto, en el enorme pabellón del Grupo Volkswagen fue otro el modelo que atrajo los flashes de las cámaras, y es que era imposible no notar el esperado debut del 918 Spyder, el aclamado superdeportivo híbrido de Porsche, que no sólo sobresale por sus radicales y atractivas líneas de diseño, sino que también lo hace gracias a su avanzado sistema de propulsión, que combina 608 caballos de fuerza de un motor V8 de 4.5 litros, con dos bloques eléctricos de 156 y 129 Hp, totalizando unos alucinantes 887 caballos de fuerza, con lo que puede acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos. ¿Lo mejor de todo? La marca anuncia un consumo homologado de 33 km/litro.

Ahora, si se trata de vehículos para uso diario, Volkswagen aterrizó la propuesta eléctrica alemana con sus versiones comerciales del e-Up! y e-Golf. Mientras que el segundo promete llegar pronto a las calles con 116 Hp y 190 km de autonomía, el citycar deberá esperar hasta el próximo año para debutar en el tráfico urbano con una autonomía de 160 kilómetros y un bloque eléctrico que entrega unos suficientes 82 caballos.

Como era de esperarse, los alemanes no fueron los únicos que decidieron repensar los modelos a baterías. Toyota, por ejemplo, creó una especial variante del Yaris, denominada Hybrid R concept, que entrega hasta 420 hp gracias a un motor 1.6 turbo con 300 hp, combinado con dos generadores de 60 hp cada uno.

Por su parte, Peugeot, en su pequeño y económico 208 HYbrid FE, decidió gastar realmente poco en desarrollos especiales y tecnologías complicadas, demostrando que sí se puede hacer un vehículo eficiente y comercialmente exitoso. La firma francesa mezcla materiales ligeros, elementos con baja resistencia al rodaje y un motor de un litro, modificado que entrega 68 caballos de fuerza, asociado a uno eléctrico de 40 caballos que también hace las veces de generador, para lograr que el modelo emita sólo 48 gramos de CO2 por kilómetro.

Esperados destapes

Aunque los analistas de la industria indican que este fue un año "tranquilo" en cuanto a lanzamientos, también hubo espacio para deleitarse con modelos convencionales en los pabellones del Messe de Frankfurt.

Sin duda, uno de los más llamativos fue el muy anunciado Ferrari 458 Speciale, edición limitada que no sólo impacta por su arriesgado diseño, sino también con sus cifras: tarda tres segundos en alcanzar los 100 km/h gracias a la combinación de una carrocería aligerada de 1.290 kilos y un bloque V8 de 4.5 litros que entrega 596 caballos de fuerza.

Cerca del deportivo italiano estaban también las renovaciones de dos modelos que darán fiera lucha en un segmento más popular: los nuevos Mazda 3 y Peugeot 308.

El renovado mediano japonés, tanto en carrocería hatchback como sedán, se aprecia mucho más deportivo e incorpora la fluida filosofía de diseño Kodo, vista en otros modelos de la firma, así como la tecnología ecológica SkyActiv. Su símil francés, por su parte, luce mucho más premium en los detalles y en su interior, incluye motores de alta eficiencia y mucho equipamiento de base.

Si embargo, en esta materia nuevamente las marcas alemanas dieron una lección de efectividad, con la presencia de modelos relevantes de mercado, pero con especial énfasis en la deportividad.

Ahí destacan el Volkswagen Golf R y el Porsche Panamera diésel, ambos con motores de 300 caballos de fuerza, además del Audi A3 Cabrio, el Opel Insignia OPC (325 Hp) y el Mercedes Benz S63 AMG (577 Hp).

Y para no decir que los alemanes solamente hacen autos rápidos, ahí estaban los muy germanos Volkswagen Golf Sportsvan, Opel Insignia Country Tourer, Audi A8, Mercedes Benz GLA y BMW X5, entre otros.

Así, con casi 70 novedades mundiales, la mitad de ellas regalo de la pujante industria alemana, el Salón de Frankfurt no sólo sigue marcando la pauta global en cuanto a diseño y estilo, también lo hace con autos cada vez más conectados, eficientes y, sin duda, emocionantes.

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