Alfredo Moreno y Penta: "No tenemos ningún otro proceso abierto para vender otra empresa"
<P>El ex canciller cumple un año como el directivo principal del grupo. Hace una semana, cerró la venta de una aseguradora y los negocios del banco. Aquí explica por qué vendieron, habla sobre las otras empresas del grupo, el incómodo nombre de Penta y el futuro de Carlos Délano y Carlos Lavín.</P>
Alfredo Moreno conoció a Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín hace más de dos décadas, en el Banco de Chile. Moreno era director desde 1987, Délano entró en 1993 y Lavín, en 1996. Ya para entonces, los dos socios del grupo Penta eran accionistas relevantes del Chile. "Trabajábamos muy bien y desarrollamos un aprecio mutuo, profesional y personal", cuenta hoy Moreno. Los dueños de Penta vendieron en 2001, junto a otros socios, el control del Banco de Chile al grupo Luksic, y se abocaron a crear su propio banco. Al naciente Banco Penta volvieron a invitar a Moreno, un ingeniero comercial industrial que también era hombre clave del grupo Del Río y que, por esa vía, había llegado a Falabella. También fue presidente de la Fundación Teletón e Icare y había creado sus propias empresas: Editorial Santiago, que aún mantiene, y Telemercados Europa y Chuck E Cheese, que vendió.
Moreno dejó todos sus cargos en marzo de 2010 para asumir el Ministerio de Relaciones Exteriores del ex Presidente Sebastián Piñera. Al hacerlo, encargó a IM Trust un patrimonio líquido de $ 30.400 millones. Estuvo los cuatro años en el gobierno y, tras salir, recuperó algunos de los antiguos afectos. Regresó con la familia Del Río a la automotriz Derco, llegó a la constructora Brotec, y Délano y Lavín lo invitaron a presidir Empresas Penta. Lo hizo hace un año: el 1 de julio de 2014.
Días después, un ejecutivo clave del holding, Hugo Bravo, abrió las compuertas de un escándalo que terminó con los dueños de Penta detenidos por delitos tributarios e investigados por aportes irregulares a la actividad política. El plan inicial era que Moreno llegara como presidente de un holding de inversiones con cinco negocios principales: el Banco Penta, las aseguradoras Penta Security y Penta Vida, el 28% de Banmédica y la gestora Penta Las Américas. La administradora ha vendido algunos activos (autopistas y cementerios) y el grupo acordó la venta de dos grandes activos. El banco transferirá todos sus negocios al Banco de Chile y al Security, y Penta Security, donde Penta tenía 70%, se venderá a Liberty. Moreno no es presidente del holding, porque la coyuntura lo obligó a asumir la presidencia de las empresas operativas y entregar a Penta más de lo que pretendía. "Hoy le dedico la mayor parte de mi tiempo, por las dificultades y las urgencias que tienen varias de estas cosas, pero lo planificado era otra cosa", dice el ex canciller, quien prefiere concentrarse en los negocios de Penta más que en el análisis del caso judicial que afecta a Délano y Lavín, del que, justifica, deben encargarse sus abogados.
¿El grupo Penta está en liquidación?
Solamente se han vendido dos empresas, pero el grupo tiene muchas otras actividades, muchas otras empresas que siguen adelante y, además, tendrá, luego de estas ventas, bastante liquidez, que ya verán los propietarios en el futuro qué harán con ella.
¿Cuánto representan los activos que se venden de Penta?
El banco es como el 25% de los activos del holding, y Penta Security es entre 5% y 10%. En términos de resultados, las dos empresas suman como el 25% del grupo.
¿Este sigue siendo un grupo económico?
Sin duda, es un grupo económico que tiene otras empresas que siguen funcionando en muy buena forma y que, además, con su liquidez, verá qué es lo que hace, si la reparte o la invierte. Eso lo verán los propietarios en su momento.
En 2012 vendieron Cuprum y quedaron con más de US$ 900 millones. ¿Dónde está ese dinero?
Hay liquidez y eso ayudó en algunos de los casos a este período: se hicieron aumentos de capital en el banco, se hicieron aumentos de capital en la compañía de vida -algunos previos a este problema- y el resto en recursos líquidos.
Tras la venta de Cuprum tampoco abordaron nuevos negocios…
Cuando yo llegué, el 1 de julio de 2014, su interés era, precisamente, darle un reimpulso al grupo.
¿Cuál será el foco estratégico del grupo ahora?
La actividad empresarial es crear y administrar proyectos y empresas hacia adelante, pero frente a escenarios cambiantes. Lo que ha tocado en el último tiempo es un escenario difícil, en el cual las empresas y los propietarios han estado enfrentados a un verdadero huracán mediático y judicial. Frente a eso, la tarea ha sido lograr que las empresas sigan funcionando de la mejor forma, como ha sucedido, mantengan sus negocios, sus resultados y el trabajo de las más de 30 mil personas que trabajan en estas compañías.
¿Por qué venden Penta Security y los negocios del banco?
En primer lugar, son dos empresas que ellos aprecian mucho. Una de ellas es la más antigua que tienen; otra, el banco, es la más nueva. Las dos las crearon desde cero, no son empresas que compraron. De tal manera que es una venta no deseada, debido a las circunstancias y, más allá de los valores, son empresas que tienen calidad, buenos proyectos, buena gente y no están involucradas para nada en lo que se ha denominado el caso Penta, que está centrado en el holding.
Si estas fueron ventas no deseadas, ¿eran inviables a futuro en manos de los actuales dueños?
Yo no diría inviable, pero creo que no tenían las mejores posibilidades hacia adelante si se mantenían dentro del grupo.
¿Por qué esas dos empresas tenían menores posibilidades que las que todavía conservan?
En general, las empresas operativas no han sido dañadas, no han perdido clientes, no han perdido gente clave y sus negocios siguen avanzando bien. Hay una excepción, que es el banco, que no tuvo problemas con sus clientes, pero en su financiamiento, los depósitos, vienen todos de fondos mutuos de corto plazo, que son entidades muy reguladas y que tienen que valorizar a precios de mercado cualquier cambio en las tasas de interés, y se les producía un problema muy serio al invertir en un banco en el que el mercado movió sus tasas de interés enormemente. Pese a todo el tiempo transcurrido desde que se inició eso, a principios de enero, las tasas seguían altas. Los propietarios hicieron un aumento de capital, tomaron una parte de los depósitos, pero las tasas seguían siendo sumamente altas. Ya no era posible seguir prestándoles a las empresas, haciendo un negocio razonable.
En el caso de Penta Security, es un poco distinto. No ha sido afectada ni en sus activos, ni en sus negocios, ni en sus pasivos, pero también es una empresa financiera, altamente regulada, también con el mismo nombre. Aquí ha habido un problema bien especial por el nombre: los problemas son en una sociedad de inversión que se llama Penta, pero desde el punto de vista de la gente y los reguladores, pareciera que todo esto fuera Penta. En ese caso, además, había una posibilidad de venderla a un precio muy conveniente.
Esos factores coinciden con Penta Vida. Es una empresa financiera, está regulada y tiene el mismo nombre. ¿No debería seguir el mismo destino?
Pero son diferentes en su forma de operar y, además, no hemos tomado la decisión de deshacernos de esa compañía, por el contrario. Las únicas empresas en que hemos hecho un proceso para vender son las que ya se han vendido. No tenemos ningún otro proceso abierto para vender otra empresa.
¿No hay ningún mandato a un banco de inversiones?
Ninguno. Hoy día no estamos vendiendo ninguna otra empresa adicional. No digo que no lo hagamos; esta es una cosa dinámica.
¿Se les han acercado inversionistas interesados en Penta Vida?
La verdad es que en todos los activos que tiene Penta hay interesados. Sobre todo han llegado personas y entidades interesadas.
En la venta de estas dos compañías ¿tuvieron ganancias?
Si uno lo compara con lo que se invirtió, en el caso del banco creo que se va a recuperar lo invertido o tendremos alguna pérdida marginal: uno vende los negocios, paga los pasivos y lo que queda es cercano al valor libro. En Penta Security es totalmente distinto. Se vendió a 2,5 veces el valor libro y, por lo tanto, ahí hay una utilidad. Ahora, esa es una manera de medirlo. Otra manera de medirlo es lo que habrían valido...
La pérdida de oportunidad…
Claro. Lo que habrían valido si esta situación no se hubiera producido. Este es un proyecto de gente que ha sido empresario toda su vida. Su mayor preocupación ha sido la gente. Han querido, cada vez que han vendido, enviar una comunicación a cada persona y han tenido gran preocupación por quienes hemos tenido que desvincular. En el caso del banco, se han dado condiciones que son excepcionales a las personas que han tenido que retirarse: indemnizaciones sin tope, sistemas de salud, seguros de vida, mecanismos para reinsertarse. Si hubiesen sido otras las circunstancias, no se habrían desecho de estas empresas.
¿No afecta todo esto a Banmédica? Es una empresa expuesta a un sector con riesgo regulatorio...
Banmédica no ha sido para nada afectada. Además, tiene una ventaja: no se llama Penta. Banmédica sigue avanzando muy rápido, tiene proyectos muy importantes de crecimiento, en particular con las clínicas, y, sobre todo, en el extranjero. De hecho, en el medio de este período hicimos la fusión con el grupo Romero, en Perú. Sigue con todos sus proyectos y en eso ha sido también muy importante la participación del grupo Fernández León, con el cual tenemos un pacto para controlar la compañía...
¿No han conversado con el grupo Fernández León la opción de venderle su participación?
Para nada, al contrario, lo que ellos quieren es que por ningún motivo Penta se retire de Banmédica. Ellos tienen una amistad y un trabajo conjunto de una vida entera.
Ha mencionado la confusión que genera la denominación Penta. ¿Vale algo hoy el nombre Penta?
Increíblemente, a pesar de todo lo que ha pasado y de estar en los canales, radios y diarios, con noticias de primera página, negativas, donde el nombre estaba involucrado, los negocios de las compañías no han sido afectados. De alguna manera, se ha mostrado una resiliencia increíble en el aspecto comercial. El nombre también es para mucho más adelante.
Pero si hay un contagio de reputación, ¿no tiene lógica cambiar el nombre de Penta Vida y Penta Las Américas?
Si uno llegase a esa conclusión, que es dudoso, tampoco puede ser sólo que uno cambie el nombre. Si uno dice 'esta empresa no tiene ningún problema, sólo que se llama Penta', es preferible explicar que no tiene ningún problema. Una vez que uno puede explicar que tal cosa estaba mala y está corregida, a lo mejor una manera de representar eso es cambiar el nombre. No estamos pensando en un cambio de nombre, pero no lo descarto. Ya se verá en el futuro.
¿Qué lineamientos recibe habitualmente de Délano y Lavín?
Ellos han estado dedicados a sus defensas. Han estado, además, con una limitación física grande: estuvieron 46 días en la cárcel, después varios meses en su casa sin poder salir ni de día ni de noche; hoy están con la restricción nocturna. Por lo tanto, en lo que es propiamente tal de los negocios, la administración de las empresas operativas está en manos de los directorios.
¿Quiénes toman hoy las decisiones en Penta?
Los directorios de cada una de las empresas operativas. Hemos traído a esos directorios, como ellos y algunos ejecutivos que fueron formalizados salieron, a algunos otros profesionales externos: Fabio Valdés, José Ramón Valente, Max Errázuriz, Eduardo Chadwick, personas que tienen una buena experiencia y también capacidad empresarial y ejecutiva, además de conocimiento en algunos de los rubros.
Pero a nivel de holding, ¿cómo se establece la unidad de mando?
Es que este es un holding que tiene poca participación con las empresas. La administración de las empresas la hacían directamente ellos. Ellos eran el presidente y vicepresidente de todas las empresas operativas; todas. Esa tarea que hacían ellos la hago yo. También algunos de los hijos están en los directorios...
¿Cómo ve la sucesión?
La idea, cuando llegué, era ir viendo también un poco eso. Los hijos tienen ya una edad para trabajar en las empresas. De hecho, algunos lo hacen, no todos. Algunos tienen más interés, otros menos. Con el tiempo se irá viendo cuáles tienen las aptitudes y las ganas de estar en una u otra actividad.
¿No han pensado Délano y Lavín en dividir sus negocios?
No por el momento. Ellos sí tienen actividades empresariales, desde antes, que son completamente ajenas a Penta, con las cuales no tengo relación y que son completamente separadas unas de otras.
¿Pero los ve con ánimo de seguir creando empresas? ¿No pensarán ya en el retiro, dado lo que han vivido y la edad de ambos?
Hoy, ellos están dedicados a la defensa de su caso judicial y no es el momento para preguntarse eso. Lo importante es que habrá recursos y, por otro lado, ellos han sido empresarios toda la vida. Entonces, una vez que todo esto termine, veremos qué prima: si ese espíritu empresarial, si la edad, si lo que ha pasado, si hay algún hijo que tiene más interés...
Usted, ¿qué les sugeriría?
Hoy tienen que concentrarse en lo que están. Hay un proceso judicial importante que tienen que enfrentar. También creo que esta ha sido una cosa en términos personales y familiares muy fuerte. Ellos han ido sacando sus propias conclusiones de lo sucedido y creo que todo eso, al final, no ahora, pero al final, va a ser positivo.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.