Alumnos de privados también se cambian por ranking

<P>Estudiantes del colegio Pedro de Valdivia, de Santiago, se han matriculado en liceos municipales.</P>




Hace una semana, Sebastián Díaz (18), estudiante de cuarto medio del colegio Pedro de Valdivia, de calle Agustinas, en Santiago Centro, decidió cambiarse al liceo Betsabé Hormázabal de Alarcón, de San Miguel.

La razón: en este nuevo establecimiento podría conseguir una mayor bonificación por ranking de notas para la admisión a la educación superior. "En el Pedro de Valdivia, el promedio del curso es de 6,1 y yo justo tengo esa nota, por lo que quedarme no me beneficiaba ", cuenta.

En cambio, en el Betsabé Hormázabal el promedio es de 5,3, por lo que incluso, según afirma, "podría alcanzar los 850 puntos". Y aunque ya estaban pagadas todas las mensualidades de su arancel, igualmente tomó la decisión.

"Fue difícil pero tenía que hacerlo, y mi familia creyó en que era lo mejor para mí y me apoyó", señala.

"Quiero estudiar Biotecnología en una buena universidad, por lo que si me quedaba podía perder esa oportunidad", agrega.

Pero Sebastián, que es de Maipú, no se cambió solo. A San Miguel se fue junto a un grupo de ocho compañeros.

La primera fue Gabriela (17), quien hizo el trámite con un amigo, también del Pedro de Valdivia. "Le expliqué a mi mamá, ella entendió y se puso de acuerdo con la mamá de mi compañero para que nos cambiáramos juntos. Después me enteré que más compañeros se querían venir y al final terminamos siendo hartos", detalla.

De los nueve que se cambiaron, seis quedaron en una misma sala y tres en otra. "El recibimiento fue bueno, porque el curso es mitad antiguo y mitad nuevo, porque hay chicos que vienen de emblemáticos también", explica Sebastián.

En tanto, Gustavo Moya (18), alumno de cuarto medio que se quedó en el Pedro de Valdivia, cuenta que hace dos semanas en su curso reinó la sensación de que había que cambiarse. "Se dio como una psicosis generalizada. De nuestros compañeros, de los tres cuartos, se han ido 15 alumnos y yo también, que tengo promedio 5,8, me quise ir, pero mi mamá no me dejó", relata.

Desde el colegio reconocen la fuga de alumnos, aunque entregan cifras menores. "Doce alumnos dejaron el establecimiento, pero de ellos seis ya volvieron", afirma el secretario de Estudios, Nelson Troncoso.

"Nosotros preparamos a los alumnos para que den una buena PSU, por lo que el ranking no nos afecta mayormente", agrega.

Este mismo argumento le habrían dado a sus estudiantes en charlas que han hecho para evitar la deserción. "Los profesores nos han dado confianza, porque este colegio destaca por preparar a sus estudiantes en la PSU", explica Gustavo.

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