Amazon patenta sistema para vender libros digitales usados

<p>Usuarios podrán revender e-book a otros clientes de Amazon, recibiendo una recompensa por ello.</p>




Una de las ventajas que tienen los libros físicos por sobre los digitales es que no están amarrados a un dispositivo. Un libro de papel puede leerse y luego venderse, prestarse, regalarse o donarse, según su dueño lo estime conveniente.

Amazon, a través de su sistema Kindle, ya permite realizar préstamos de libros entre usuarios. Sus clientes pueden enviar una copia virtual de su libro por 14 días a otra persona, plazo en el cual la edición original que compró desaparece de su lector. Pero quiere ir más allá.

Así lo revela una patente a la que la compañía postuló en 2009, pero que recién ahora fue otorgada por las autoridades de Estados Unidos y cuyo fin es que poder vender libros digitales “usados” o ya leídos.

Ventas y recompensas

La nueva patente de Amazon funcionará muy similar al sistema de “Lending” o préstamos del Kindle.

El usuario podrá poner en venta algunos de los libros que compró a través de la misma página de Amazon. Una vez que otro usuario compre uno de estos libros “usados” (a menor precio, por cierto), éste será eliminado de la biblioteca digital original y se descargará en el dispositivo de quien lo compró automáticamente.

El negocio, en todo caso, busca beneficiar más a Amazon que al usuario, quien sólo recibiría una parte de la transacción. Si bien los detalles del modelo comercial de esta patente están aún en desarrollo, se especula que el pago podría hacerse mediante las “Amazon Coins”, una moneda que debutará en mayo dentro del sitio y que permitirá canjear estas fichas digitales por bienes de la página. Es decir, en este caso, el usuario que venda un libro “usado” recibiría a cambio una cantidad de Amazon Coins a cambio.

Límites

Amazon incorporará una serie de protecciones que impedirán que los usuarios terminen abusando del sistema y dará mayores garantías a las editoriales para proteger los derechos de autor para estas transacciones.

Tal como ocurre con el sistema de préstamo, las editoriales podrán decidir si quiere que sus libros estén disponibles dentro del programa o no, por lo tanto la reventa no pasaría a llevar ningún contrato establecido.

Si los editores aceptan la posibilidad de que el libro de segunda mano sea vendido, también pueden limitar el número de veces en que un mismo archivo puede cambiar de manos para que no sea comprado a precio reducido por todos.

Aunque existe la especulación de que Amazon patentó el sistema para evitar que otros lo utilicen, la cantidad de detalles que usa al describirlo -incluyendo los mecanismos para asegurar a las compañías que su contenido no se replicará- hace evidente que pretenden sumar esta alternativa para masificar la lectura digital.

Amazon no es la única compañía que piensa que los bienes digitales también pueden revenderse. Hace más de un año fue lanzado el sitio www.redigi.com, enfocado hacia el mercado musical. En él, la página pide a la persona que suba todas sus canciones compradas en tiendas como iTunes a un disco duro en la nube y desde allí, el usuario puede poner en venta lo que no quiere. Así, canciones que cuestan 1,29 dólares se encuentran a 69 centavos, por ejemplo. Quien ofrece las canciones recibe créditos que luego puede usar para comprar otras melodías ofrecidas en el sitio.

Pero el modelo no le gustó a EMI, compañía que demandó el año pasado a ReDigi por considerar que realiza copias ilegales de las canciones que vende. Hasta ahora el juicio sigue en curso, pero, a favor del sitio, la corte rechazó la petición de EMI de suspenderlo, de tal manera que sigue operando. De ahí que el éxito de Amazon será ver cómo suma a este negocio a las grandes editoriales.

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