Analista iraní: "No creo que sea posible o necesaria la mediación de Xi entre Irán y A. Saudita"

<P> En entrevista con La Tercera, Seyed Mohammad Marandi dijo que la ejecución del clérigo chiita "está dañando gravemente reputación" de Riad.</P>




Miembro de la delegación iraní que en julio pasado negoció en Viena el acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán con las potencias occidentales, el analista político Seyed Mohammad Marandi es categórico en su postura sobre la actual crisis diplomática que protagonizan Arabia Saudita e Irán por la ejecución del prominente clérigo chiita Nimr al-Nimr por parte de Riad. "Creo que cada vez es más claro que Arabia Saudita se está haciendo más y más impredecible e irracional", sostiene el decano de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad de Teherán en esta entrevista con La Tercera, que ocurre justo en momentos en que el Presidente de China, Xi Jinping, visita Medio Oriente en un intento por intermediar en la disputa entre ambos países y tomar un rol diplomático más fuerte en la región.

La jefa de política exterior de la UE, Federica Mogherini, advirtió que la ejecución del clérigo chiita por parte de Riad podría tener "consecuencias peligrosas" para la región. A su juicio, ¿cuáles serían esas consecuencias? ¿Hay riesgo de guerra?

No creo que haya un grave riesgo de guerra. Sin embargo, creo que cada vez es más claro que Arabia Saudita se está haciendo más y más impredecible e irracional, y que el asesinato del erudito religioso es simplemente otro síntoma de lo que está pasando dentro de Arabia Saudita. Los problemas sauditas por supuesto se derivan del hecho de que promueve el Wahabismo, una ideología llena de odio extremista que justifica fácilmente la persecución y el asesinato de personas que piensan de manera diferente o que tienen una visión del mundo diferente a la suya. Por otra parte, Arabia Saudita ha estado apoyando el extremismo en Siria, Yemen e Irak y, como en el caso de la ejecución del clérigo, se comporta de manera similar en casa como lo hacen los extremistas que apoya en el extranjero. Esto está dañando gravemente la reputación saudita en el mundo.

¿Por qué estima que Arabia Saudita ha hecho escalar el conflicto?

Arabia Saudita tiene muchos problemas en casa. De acuerdo con los iraníes, hay una fuerte evidencia que sugiere que el déficit presupuestario de Arabia Saudita es más del doble de lo que se había anunciado por el régimen saudita. El corte repentino de los subsidios es sólo el comienzo de una crisis económica que se está gestando en Arabia Saudita. Por lo tanto, el asesinato de Nimr al-Nimr distrae a la opinión pública en este momento delicado, porque los sauditas quieren fabricar un conflicto chiita-sunita, por razones de autoconservación. La ejecución de esta figura de alto perfil envía un mensaje a la población saudita de que el gobierno puede hacer frente a la disidencia sin piedad y sin ninguna inhibición. Sin embargo, como la situación económica en Arabia Saudita se deteriorará en los próximos meses, y teniendo en cuenta las fuertes divisiones en la familia Al-Saud, la crisis en el país continuará empeorando.

El líder supremo iraní, el ayatola Alí Jamenei, dijo que los políticos sauditas enfrentarán la "venganza divina" por ejecutar a Nimr al-Nimr. ¿Cómo interpreta esa declaración?

La creencia del ayatola Jamenei es que los sauditas pagarán las consecuencias. Los sauditas han extendido el extremismo en Siria e Irak, sin embargo, sus políticas han fracasado y gran parte de la comunidad internacional (a excepción de EE.UU. y sus aliados) están cada vez más preocupados por Arabia Saudita y la cuestión del Wahabismo.

Moscú ha dicho que está dispuesto a servir de intermediario para resolver la disputa entre Arabia Saudita e Irán. ¿Cree que la ayuda de Rusia es suficiente? ¿EE.UU. debería ofrecer su mediación en esta crisis?

No creo que haya ninguna necesidad de mediación. Arabia Saudita tiene que tomar una decisión: ¿Va a seguir promoviendo la ideología del extremismo, junto con organizaciones militantes extremistas? ¿O estará dispuesta a cambiar de rumbo y detener su papel destructivo en Siria, Irak, Bahrein, Yemen, Líbano, Libia, entre otros países? Para Irán, esta es la pregunta clave y los sauditas tienen que encontrar una respuesta adecuada antes de que las relaciones se puedan restaurar o mejorar significativamente. EE.UU., por el contrario, es parte del problema más que de la solución. Por décadas ha permitido que los sauditas, los qataríes y los Emiratos financien el extremismo para sus propios fines estratégicos. Las recientes revelaciones del general Michael T. Flynn, ex director de la Agencia de Inteligencia de Defensa del Pentágono, muestran claramente que EE.UU. estaba en la cama con Arabia Saudita y los terroristas casi desde el inicio del conflicto en Siria.

¿Y Xi Jinping puede jugar un papel de mediador entre Teherán y Riad?

No, no creo que eso sea posible o necesario. Para Irán es claro lo que debe suceder y es que Arabia Saudita debe poner fin a sus exportaciones del Wahabismo y la militancia wahabí. Si los sauditas dejan de apoyar a Al Qaeda y sus aliados y si para de financiar al Wahabismo, que es la ideología del "Estado Islámico", Al Qaeda, los talibanes y Boko Haram, así como a los atacantes suicidas que han estado atacando a cada vez más personas en todo el mundo, entonces la región puede acercarse hacia la paz y la estabilidad.

Irán y Arabia Saudita sostienen guerras de poder en Yemen y Siria, por lo que la ruptura de relaciones diplomáticas entre Teherán y Riad pondría en peligro la estrategia de EE.UU. para resolver el conflicto sirio y eventualmente derrotar al "Estado Islámico". ¿Comparte este análisis?

Estas no son guerras de poder. Están las guerras entre los sauditas y los extremistas respaldados por Arabia Saudita por un lado, y el pueblo de Yemen y Siria, por otro. EE.UU. apoyó a Arabia Saudita en su guerra de agresión en Yemen y es tan culpable como son los sauditas por los crímenes cometidos allí. Lo mismo puede decirse sobre Siria. Así que de nuevo, EE.UU. no es parte de la solución, es una parte muy importante del problema. La única manera de que las guerras en Siria y Yemen lleguen a algún tipo de conclusión aceptable es que los sauditas dejen a un lado sus intentos de imponer la dominación wahabí en estos dos países. Si no lo hace, creo que en última instancia, podríamos ver el colapso de Arabia Saudita más que la caída del gobierno en Siria o Yemen.

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