Andrés Rebolledo, director de la Direcon: "Chile y EE.UU. seguirán trabajando a través de acuerdos plurilaterales"
<P>Un ejemplo de ello, dice Rebolledo, es la Alianza del Pacífico.</P>
Tras la la desgravación total de los productos ¿qué viene ahora?
El foco de los desafíos del TLC estará en perfeccionar las condiciones de acceso a mercado mediante la flexibilización de algunas normas de origen, el monitoreo permanente al sistema de marketing orders u otras medidas no arancelarias (...). Asimismo, es necesario seguir diversificando la presencia de inversiones de recíprocas.
¿Se seguirán profundizando las relaciones comerciales?
Chile y EE.UU. seguirán trabajando de forma conjunta en una nueva etapa de integración a través de acuerdos plurilaterales que permitirán seguir fortaleciendo las relaciones en otras proporciones. Un ejemplo de ello es la Alianza del Pacífico (donde EE.UU. es observador), lo que permitirá seguir fortaleciendo y complementando la actual relación en temas de cooperación regulatoria, responsabilidad medioambiental y social, facilitación de viajes y modernización de las aduanas.
Uno de los puntos pendientes es la flexibilización de ciertas normas de origen ¿como cuáles?
El ánimo es simplificar los mecanismos a partir de los cuales las Aduanas determinan qué productos son originarios y pueden acogerse a los beneficios del acuerdo.
Chile ya presentó un listado de bienes, incluye, por ejemplo jugos de frutos o de hortalizas sin fermentar o sin adición de alcohol; levaduras; y en preparaciones alimenticias, entre otros. Estamos a la espera de la respuesta.
¿Han bajado las barreras pararancelarias?
Por supuesto. Producto del TLC tenemos mucho más acceso que antes. Esto porque el acuerdo ha entregado las herramientas para trabajar en distintas materias del ámbito regulatorio, por ejemplo en lo referente a obstáculos técnicos al comercio (OTC) y las medidas sanitarias y fitosanitarias (MSF). Chile ha estado planteando en el Comité OTC bilateral una preocupación respecto a una regulación que afecta a los nitratos chilenos, y este año nos informaron que la agencia correspondiente llevará a cabo un Advance Notice para revisar este Regulación, lo cual es una excelente oportunidad para presentar nuestros comentarios técnicos y preocupaciones, los que hemos trabajado en conjunto con la industria.
¿Se puede avanzar más en materia sanitaria y fitosanitario?
Siempre se puede avanzar más. Gracias al trabajo conjunto, el avance ha sido de forma permanente en distintos sectores. Por ejemplo, en el tema de accesos para arándanos y uvas, se ha trabajado intensamente en el System Approach. Otro tema nuevo que se está trabajando dice relación con la adaptación de los exportadores nacionales al Food Safety Modernization Act. EE.UU. ha sido transparente en presentarnos su nuevo sistema de control de alimentos; y Chile ha sido muy proactivo en ir adaptándose y comentando estas nuevas regulaciones.
¿Y en materia medioambiental?
Se ha fortalecido la capacidad institucional con la realización de cerca de 65 actividades, traducidas en cursos, talleres, seminarios, pasantías, videoconferencias y reuniones de trabajo, que involucraron a más de 1.300 participantes. Además, durante la última reunión del Consejo de Asuntos Ambientales, los dos países firmaron el Cuarto Programa de Trabajo para la Cooperación Ambiental 2012-2014, y reafirmaron su compromiso de seguir trabajando para preservar y proteger el medio ambiente.
Finalmente me gustaría recalcar lo referente a las visas de trabajo V1H1. El TLC creó una nueva clase de visa de trabajo de no inmigrante para los ciudadanos chilenos, la Visa H-1B1 Profesional. EE.UU. otorgó un cupo anual para chilenos de 1.400 visas, que están vigentes desde el año 2004. Sin embargo, según registros (2014) del Consulado de EE.UU. en Chile, cada año, a contar de 2004, los chilenos solicitan en promedio solamente 300 de estas visas, es decir existe una subutilización de aproximadamente 1.100 visas anuales.
Es importante que sepan que la visa V1H1 puede ser solicitada por ciudadanos chilenos profesionales no inmigrantes y que tiene una validez de hasta 18 meses. Esta visa les permite vivir y trabajar en EEUU, acompañados por su cónyuge e hijos.
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