Andrónico Luksic
<P>Andrónico Luksic Craig asumió este año el mando del grupo tras la muerte de su hermano Guillermo. La segunda generación sigue cosechando.</P>
Hay un dicho alemán que dice que una generación siembra, otra cosecha y la tercera se la come…
No es el caso de la familia Luksic, por cierto, y en el caso de Andrónico Luksic Craig, aún menos.
El -junto a su padre y hermanos- vio con claridad que el mundo no se acababa el año 1983… y que había que aprovechar el apuro de la banca chilena por vender activos, y el de los extranjeros por vender deuda chilena a descuento. Y les hizo fama una y otra vez, lo cual, en el mundo de los negocios, es muy extraño. Partieron con empresas de segunda línea: Madeco, Lucchetti… y rápidamente se dieron vuelta y compraron la CCU, el Banco O'Higgins, Banco de Santiago y tantas otras. Pero su verdadero " hit" fue el Banco de Chile, la empresa de sus amores. Según todos, "había dejado mucha plata en la mesa", pero se equivocaron medio a medio.
Y aparte del buen ojo, de la audacia y de la visión, tiene rasgos de carácter que no se ven siempre en el mundo de los negocios: no es "cachetón". Siempre tiene el tiempo, la capacidad de acoger, de entender, y la amabilidad a toda prueba. Y tampoco anda figurando o buscando sobresalir como tanto prócer de los negocios ahora último. Sabe bien que no lo necesita.
Yo recuerdo clarito, cuando fue la crisis del ISA en la salmonicultura, y me llamó para hablar "de verdad" sobre la situación de la industria. Y luego su completa dedicación a buscarle una salida razonable. Sin amenazas ( que en la banca son moneda de todos los días frente a los casos difíciles), sin reproches: sólo pensando en el futuro y en ver la luz al final del túnel. Pidiendo opiniones fundadas, buscando a las mejores personas para que ayudaran, no sólo a la banca, sino a lo que entendía como una crisis regional de importancia.
Ha sido pionero en la relación con el mundo Asia/Pacífico. Siendo uno de los primeros empresarios chilenos en ver el potencial de China para los chilenos. Le dio un tremendo apoyo al ex Presidente Ricardo Lagos en el tema, y fue valiente y decidido frente al caso Lucchetti en Lima: no les tuvo miedo ni a presiones, ni amenazas, ni a los consejos de cautela: y salió jugando.
En estos últimos tiempos en que -lamentablemente- tantos empresarios se han visto envueltos en escándalos y orgías de abusos, las empresas Luksic han salido incólumes, lo que habla bien no sólo de su liderazgo, sino también de cómo elige a su gente. Y de cuál es la cultura que tienen como grupo.
Esta es una familia -de la cual Andrónico es el "mascarón de proa" sin haberlo buscado, al asumir el mando del grupo tras la muerte, en marzo de este año, de su hermano Guillermo- donde la segunda generación, lejos de cosechar, sigue sembrando con gran éxito. Y es una muestra viva de cómo, para triunfar en Chile, no es necesario ser un gran heredero -el patriarca del grupo, Andrónico Luksic Abaroa, falleció en 2005-, descender de los conquistadores o andar en el "jet set empresarial".
Tiene todas las virtudes del liderazgo: la inteligencia, la visión, la determinación, y también la abnegación, que resume lo que los siúticos llaman "habilidades blandas", cuando en realidad son las más difíciles de encontrar y de hacer florecer: la camaradería, el sacrificio por los demás…, el tomar el puesto de los que se van o de los que caen.
Firme, mi teniente Luksic. Y siga como hasta ahora: de frente... maaar...
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