Anne Krueger: "El asunto del liderazgo de los países emergentes en el FMI es para mediano plazo"
<P>La ex número dos del FMI entre 2001 y 2006 cree que Europa sigue siendo el principal desafío del organismo. Lograr la consolidación fiscal en esos países será la tarea prioritaria de los próximos años.</P>
Esta semana volverá a estar dominada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las portadas de los medios. No sólo comenzará, mañana lunes, el juicio contra su ex director gerente Dominique Strauss-Kahn, por presuntos delitos sexuales, sino que también el viernes se cerrará el plazo para nominar candidatos a sucederlo.
Y a la mujer más influyente que ha pasado por el FMI no le parece bien el proceso que ha derivado en los dos candidatos que hay hasta el momento: el que sus principales credenciales hayan sido sus respectivas nacionalidades.
Para Anne Krueger, inventora de uno de los términos económicos más conocidos -rentismo o rent seeking- y ex primera subdirectora gerente del FMI entre 2001 y 2006, cuando a la cabeza del organismo estuvieron Horst Köhler y Rodrigo de Rato, los tiempos ameritan que el criterio sea los méritos de cada uno. "El asunto del liderazgo de los países emergentes es para el mediano plazo", dice desde su casa en Washington.
Respecto de las crisis que actualmente afectan a Europa y EEUU, la hoy académica de la Universidad Johns Hopkins tiene una visión relativamente optimista. En el primer caso, sigue confiando en que se ejecutará una consolidación fiscal, en tanto que para su país no espera "ningún déficit fiscal horrible ni grandes problemas para financiar la deuda en los próximos varios años" (aunque Moody's alertó el jueves que podría reducir la nota de crédito de EEUU).
¿Qué perdió el FMI con la renuncia de Strauss-Kahn?
Pienso que todos coinciden en que era muy efectivo, un gran líder en el staff y muy proactivo durante las últimas crisis, adquiriendo un gran rol en los intentos de resolución de éstas.
Se dice que jugó un rol clave en acercar posiciones en Europa para rescatar a Grecia.
No creo que haya logrado un consenso, pero tampoco creo que nadie podría lograr un consenso en Europa con lo que pasa (risas). Hay desacuerdos sobre el mejor curso a seguir y él, junto a otras autoridades en Europa, creyeron mejor hacer transferencias a Portugal, Grecia... Luego, si el director gerente del FMI se queda esperando a lograr consensos posiblemente terminará haciendo nada.
¿Quién debe liderar el FMI ahora; le gusta la posibilidad de que asuma la ministra de Hacienda francesa, Christine Lagarde?
No me gusta ni me disgusta ninguno de los candidatos. Lo que me enoja es toda esta discusión de que los candidatos deben provenir de los mercados desarrollados, emergentes, Europa... Eso no importa. Vi a Agustín Carstens [presidente del Banco Central de México y candidato al FMI, también] diciendo que le toca a los emergentes dirigir. No importa; lo que importa es que el nuevo timonel sea bueno.
¿Cuál es el gran reto que le espera al FMI?
El apoyo a los europeos y el desenlace de la crisis, por supuesto. Y eso tiene para rato. En el mediano plazo diría que está este asunto del liderazgo de los emergentes y lograr que los principales actores de la economía global encuentren formas de dedicarse a los desequilibrios globales.
¿Se está enfrentando bien la crisis en Europa con medidas de liquidez, cuando para muchos este es un problema de solvencia?
No estoy muy familiarizada con los números, pero he visto que el programa de privatizaciones de Grecia podría ayudar a solventar el pago de su deuda. El tema es qué pueden y qué están dispuestos a hacer los griegos de modo de sanear al país. Letonia tuvo problemas y efectuó una devaluación interna. Eso se puede hacer, pero si los griegos quieren hacerlo es otro asunto.
¿Es forzoso que Grecia haga esta devaluación interna?
Obviamente, puede estabilizarse de esa manera, pero no sé qué irán a hacer. Aquello involucra un enorme grado de cohesión política y determinación. Muchos no estábamos seguros de que Letonia pudiera hacerlo, pero fue capaz.
¿Qué pasará si no hay una consolidación fiscal en Europa?
Esta situación no puede durar mucho más. Si no hay consolidación, muy pronto los países más fuertes de Europa van a empezar a cuestionarse: 'Por qué debemos avalar esta situación'. La consolidación fiscal es absolutamente esencial y la pregunta es qué tan rápido sucede. Uno puede comprar algo de tiempo para que haya un proceso de ajuste, pero no se puede evitar el proceso.
¿Qué pasará si Grecia debe reestructurar su deuda, ordenada o desordenadamente; habría un efecto tipo Lehman Bros.?
No creo. Sin embargo, nadie sabe. Supongo que todo depende de cómo se haga esa operación y qué implicaría para el futuro de la eurozona. Si se hace ordenadamente, me imagino que el impacto sería muy pequeño. Si el proceso es desordenado podría volverse muy desagradable. Acuérdese de Lehman: nadie entendía dónde estaba el problema. Por eso, la respuesta no es sí o no; es muy complejo.
¿Puede haber un contagio global a partir de las fuertes deudas de Europa y en EEUU, de Illinois, California, Nueva Jersey...?
Todos están preocupados por el asunto de la deuda. Pero la pregunta importante es en qué período de tiempo se va a empezar a abordar ese problema. De otro modo, tendremos una crisis. Necesitamos encontrar soluciones antes, pues así el proceso de ajuste será menos doloroso. No creo que vaya a haber algún déficit fiscal horrible o grandes problemas para financiar la deuda en EEUU en los próximos varios años, pero si esperamos varios años para realizar el ajuste, será muy doloroso, mucho más que empezarlo ahora.
¿Se opone usted a elevar el límite de la deuda pública en EEUU?
No, no me opongo. La consolidación tiene que provenir del frente tributario y del gasto fiscal. La idea de tener que registrar alguna escasez de ingresos durante la mitad de año no tiene sentido.
¿Todas estas dificultades le están restando apoyo al crecimiento global por parte de las economías avanzadas en favor de las emergentes?
Creo que la recuperación de la economía norteamericana ha sido bastante sólida y también a países como Canadá y Australia les ha ido bastante bien. Hay una serie de países desarrollados con historia opuesta a Japón, que ha sido un lastre y, por supuesto, Europa, y que están adquiriendo una suerte de liderazgo junto a los mercados emergentes.
Y el fin, este mes, del programa de relajo cuantitativo en EEUU, ¿podría tener efectos negativos?
No creo, aunque es seguro que otros van a estar en desacuerdo. Pienso que la Reserva Federal tendrá un plan implementado para deshacerse de todos esos activos acumulados, de tal manera de que el proceso no tenga grandes efectos.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.